Redacción. El Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla propone este sábado un viaje a los sentidos y espiritualidad de la India de la mano del espectáculo de danza de Miguel Vargas ‘India: el sueño de Anantapur’.
La diputada de Cultura y Coperación Internacional, Elena Tobar, ha subrayado el carácter solidario de la representación, ya que la recaudación que se obtenga con la venta de las localidades de será donada a la fundación Vicente Ferrer, con la que la Diputación de Huelva viene colaborando a través de diferentes proyectos desde el año 1996.
En este sentido ha afirmado que la institución provincia está comprometida con labores como la que realiza esta ONG, asegurando que “la provincia de Huelva sabe ser solidaria y contribuir a solucionar las necesidades de los más desfavorecidos”.
Junto a la diputada ha presentado el espectáculo el delegado de la Fundación Vicente Ferrer en Andalucía, Rafael Carmona, quien ha explicado que Anantapur era una de las zonas más pobres y desérticas de la India, donde el propio Vicente Ferrer fue destinado después de ser expulsado en 1968 por defender la dignidad de los más pobres. Actualmente se ha conseguido luchar contra la pobreza a través de un proyecto de desarrollo integral, con el agua como columna vertebral, incluyendo educación, vivienda, mujer y discapacidad, atendiendo a un total de 3.000 pueblos y 3 millones de personas.
Por su parte el bailarín Miguel Vargas, director de la compañía Miguel Vargas Flamenco Dance Theater, ha afirmado que el espectáculo está inspirado “en un mundo de colores, de formas expresivas, donde lo oriental se pone al servicio de los cincos sentidos”. Trece artistas en escena dan muestras de un arte elegante, profundo que no deja indiferente a nadie. Un espectáculo visual que hace un recorrido por numerosas estampas y paisajes de este hermoso mundo.
La estructura de obra comienza presentando a la casta de los intocables, confirmada por los individuos del estrato social más bajo, cuyo estilo de vida ha sido desde siempre considerado como impuro por la ortodoxia hindú. Actualmente los intocables siguen siendo víctimas del rechazo social. A partir de ahí se cuenta a historia de un pueblo que huye, un pueblo nómada en busca de un nuevo destino, de un nuevo horizonte libre de prejuicios y discriminación.
El sentimiento de dolor y desarraigo de un pueblo que busca su lugar, un sentimiento encarnado por la más dolorosa seguiriya. Un quejío trágico que refleja el sufrimiento de las relaciones humanas, el amor y la muerte. En la pieza ‘El ejército de los Sari Rosas’ una mujer de casta baja se rebela contra su sociedad y decide tomarse la justicia por su mano para ayudar y defender a todos los desfavorecidos, especialmente a las mujeres. Con este objetivo crea el ejército de los saris rosas.
‘Los rangolis’, un colorido dibujo que sirve como ofrenda para dar la bienvenida a los dioses en las puertas de las casa y ‘El templo’, darán paso a ‘El agua de la vida’, que simboliza la vida del alma de los hombres y ‘Anantapur: tierra de cultivos’, que muestra a un pueblo que ha ganado la batalla al desierto donde el agua da vida a los campos y un mundo mejor es posible.
Con este montaje Miguel Vargas se embarca en su tercera producción y lo hace con una joya colorida de tintes orientales, un evento que encierra cultura, religión, tradición, literatura, danza y música. La fuerza de una raza, su lucha por sobrevivir así como su riqueza cultural se conjugan a través de un lenguaje excepcional como es el del flamenco. El flamenco más puro bucea en sus orígenes más ancestrales haciendo uso de un lenguaje propio con la potencia expresiva que cada historia merece.
Su compañía se fundó en 2010, debutando con la pieza Ritmos con alma en el Fringe Festival de Edimburgo recibiendo una magnífica crítica de cuatro y cinco estrellas. Con un extenso currículum artístico a nivel internacional podríamos definir a este bailaor como un artista de alma universal que encarna una fusión de culturas, músicas y estilos de baile.
Miguel Vargas ha incorporado su moderna cosmopolita forma de ser al baile flamenco puro.