A. R. E. / Redacción. Cientos de jóvenes en toda España tienen por delante una difícil decisión este verano. Acaban de hacer las Pruebas de Acceso a la Universidad y ahora toca elegir cuál será su futuro profesional. Seguro que muchos de ellos tienen una clara vocación -abogado, médico, profesor…-, pero otros tantos siguen dándole vueltas al asunto y preguntándose por qué carrera de las que le gustan será la más acertada o tendrá más salidas profesionales.
Es imposible saber cuáles serán dentro de unos años los trabajos con mayor demanda, pero hoy por hoy sí es factible ofrecer un panorama aproximado de los perfiles más solicitados, una información que podrá servir de guía a los más jóvenes.
A este respecto, Adecco e Infoempleo acaban de publicar la quinta edición de su Informe sobre carreras con más salidas profesionales, del que se pueden sacar interesante conclusiones.
En primer lugar, la formación sigue siendo un plus a la hora de encontrar un puesto de trabajo, ya que en la mayoría de las ofertas es requisito indispensable estar en posesión de una titulación universitaria. De hecho, del total de ofertas de trabajo medidas en este estudio, el 61,5% requerían a un titulado universitario; el 38,6% a alguien con Bachillerato, FP o equivalente; el 11,9% a licenciados, ingenieros o grados y el 8,2% a diplomados o ingenieros técnicos.
En cuanto a las carreras con mayor demanda, Administración y Dirección de Empresas (ADE) es, según el citado estudio, la que ocupa la primera posición con el 4,5% de las ofertas de empleo, seguida de cerca, con un 3,5%, por Ingeniería Técnica Industrial. Posteriormente, en la lista se encuentran Ingeniería Industrial e Informática con el 3,4% y el 3,2%, respectivamente, completando los 10 primeros puestos del ranking Ciencias Empresariales (2,5%), Economía (2,45), Derecho (1,9%), Ingeniería Técnica Informática (1,8%), Ingeniería de Telecomunicaciones (1,5%) y Relaciones Laborales (1,4%).
Otras de las carreras con más demanda, aunque no tanta como las anteriores, son Investigación y Técnicas de Mercado, Medicina, Farmacia, Química, Ingeniería Electrónica Industrial y Automática, Ingeniería Técnica de Telecomunicaciones, Biología, Ingeniería de Organización Industrial, Matemáticas e Ingeniería Electrónica.
Si agrupamos las titulaciones por áreas, las carreras técnicas (ingenierías industriales, especializadas, afines a la construcción y vinculadas a las TIC) son las que concentran el mayor número de ofertas de empleo para universitarios, más de 42%, habiendo experimentado un crecimiento más acentuado las demandas relacionadas con las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
Por su parte, las carreras del área jurídico-sociales, en las que se engloban, entre otras, Empresa, Economía o Derecho, también han sido muy reclamadas en los últimos años, ya que ha pasado de representar en 2004 el 27% de las solicitudes de puestos de trabajo a casi el 38% en 2013.
Por último, las carreras de las áreas científico-sanitarias (Medicina, Farmacia, Química, Enfermería…) y de humanidades (Filología, Traducción e Interpretación, Bellas Artes…) engloban el 15,3% y el 4,7%, respectivamente, de las ofertas, aunque cabe destacar que en los últimos nueve años su demanda se ha incrementado en más de un 2% en ambos casos.
Si tenemos en cuenta el factor geográfico a la hora de analizar la oferta de empleo para titulados universitarios, se observa que Madrid es la Comunidad Autónoma que más demanda a estos profesionales, con el 21,7% de la oferta, más de medio punto porcentual por encima del dato de 2012 (21,1%).
En segundo lugar se encuentra Cataluña, con el 19,3% de las ofertas, cifra que representa un incremento de casi un punto porcentual respecto a su aportación en el último año, cuando aglutinaba el 18,5% de las ofertas. Tras ella, y en valores ligeramente superiores al 11%, se sitúa Andalucía, que mantiene la tercera posición.
El cuarto puesto es para el País Vasco, que desciende ligeramente su porcentaje (del 10,1% en 2012 al 9,7% actual), y el quinto para la Comunidad Valenciana, que aglutina el 7,7% de las ofertas.
En el extremo opuesto, las autonomías que menos requieren la formación universitaria en sus ofertas de trabajo son Cantabria, Navarra y La Rioja, con el 1,4%, 1,2% y 0,9%, respectivamente.
Por sectores, el que mayor demanda la formación universitaria entre sus empleados es el Servicios (8,2%), seguido de Informática e Internet (7,8%), Comercio (6,5%), Industrial (5,9%), Consultoría General (5.4%), Telecomunicaciones (5,2%) y Hostelería y Turismo (5,2%).
Finalmente, aparejado al título universitario va otro tipo de formación cada vez más demandada y esencial a la hora de diferenciar el currículum y de conseguir mayores méritos frente a los demás candidatos que compiten por una oferta de empleo: hablamos de los idiomas.
Por titulaciones, las que más exigen el conocimiento de idiomas a sus aspirantes son las ingenierías y las titulaciones científico-sanitarias. Así, los tres primeros puestos de este ránking los encabezan Ingeniería en Organización Industrial (39,6% de las ofertas), Ingeniería de Telecomunicaciones (39,4%) e Ingeniería Industrial (38%). Tras ellas se encuentra Administración y Dirección de Empresas (37,3%), Ingeniería Técnica de Telecomunicaciones (34,6%), Economía (33,8%) e Ingeniería Técnica Industrial (33,3%).
El inglés sigue siendo el idioma dominante en el mercado laboral, pues es demandado en más del 90% de las ofertas de empleo que requieren el conocimiento de lenguas extranjeras, sin embargo, cabe destacar que el segundo puesto, tradicionalmente ocupado por la lengua francesa, lo comparten ahora dicho idioma y el alemán, repartiéndose cada una el 8% de estas ofertas de empleo. Incluso hay carreras en las que prima el conocimiento de alemán por encima del francés, como por ejemplo en Ingeniería en Organización Industrial, Economía, Medicina, Derecho o Investigación y Técnicas de Mercado, entre otras.
En suma, el abanico de titulaciones es muy amplio y la demanda de una u otra profesión cambia con las circunstancias, siendo la única manera de no equivocarse al elegir el hacerlo desde el convencimiento de que el ejercicio de la actividad escogida nos hará un poco más felices.