Redacción. Continuando con el programa de difusión de los ricos fondos que custodia el Archivo Histórico Municipal de Moguer, se ha presentado una nueva sesión del ‘Documento del Mes’ que ocupa ya un lugar destacado en su sala de consultas. Se trata de la escritura de compraventa del barco San Cayetano otorgada por Eustaquio Jiménez, en agosto de 1906, a favor de Antonio Jiménez Macías y Cayetano Orta Flores, vecinos de la localidad.
Como viene ocurriendo desde enero de 2014 todos los documentos que se exponen en este Año Platero están dedicados al poeta Juan Ramón Jiménez, a los personajes de sus obras y al Moguer de principios del siglo XX, y en este caso, el director del Archivo Diego Ropero-Regidor ha querido sacar a la luz un documento relacionado con ese ‘místico’ San Cayetano, al que el poeta dedicó unos versos en ‘Platero y yo’.
San Cayetano
El padre de Juan Ramón había llegado a Moguer desde La Rioja. Sus hermanos Francisco y Gregorio se instalaron en Huelva, donde se hicieron cargo de la herencia de un tío suyo, pero don Víctor Jiménez prefirió la tranquilidad de Moguer, sus viñas y sus bodegas. En ese ambiente se crió Juan Ramón, el ‘Josefito Figuraciones’ de sus prosas primeras en las que se plasman vistosas experiencias de la infancia.
El mundo del campo, la naturaleza casi virgen que Juan Ramón describió con maestría en sus ‘Elejías andaluzas’, el trasiego en las bodegas, auténticos santuarios por donde corría el vino que era transportado en bocoyes en el ‘San Cayetano’ a distintos puertos del Mediterráneo marcó el devenir y la capacidad fabuladora del poeta.
El ‘San Cayetano’ era el barco de don Víctor, del que tan orgulloso estaba ‘Josefito Figuraciones’, apodo que su madre le había adjudicado sabia y cariñosamente a nuestro poeta. En ‘Platero y yo’, Juan Ramón menciona distintos barcos, entre ellos el ‘San Cayetano’, al que dedica un capítulo completo.
No se conoce la fecha ni el lugar de construcción. Era propiedad de don Víctor Jiménez y otras personas que lo poseían en compañía al menos desde 1896, o posiblemente desde antes. Era un místico o barco costanero de vela de dos o tres palos de 35 toneladas y media; tenía 15,65 metros de eslora, 5,68 de manga y 1,07 de puntal, con todos sus aparejos para la navegación.
Al fallecer el padre de Juan Ramón, esta embarcación con otros bienes fueron transferidos a sus hijos. En 1906 Eustaquio Jiménez Mantecón, hermano del poeta, lo vendió por 1.500 pesetas a Antonio Jiménez Macías y Cayetano Orta Flores, vecinos de Moguer, y es a partir de 1912 cuando este célebre buque de transporte aparece ya matriculado con el nombre de los nuevos propietarios.