Paula Crespo. Francisco Luque es jiennense de nacimiento, pero onubense de adopción y de corazón, ya que desde los ocho años, momento en que se mudó a Huelva, se sintió como uno más en nuestra tierra. Estudió en varios colegios de la provincia y pasó su adolescencia en el IES Pablo Neruda de la capital onubense, antes de marcharse a hacer Ingeniería Industrial a la Universidad de Sevilla.
Amante del deporte en general, lleva tres años y medio fuera de España, ni más ni menos que en Abu Dhabi, la capital de Emiratos Árabes, donde trabaja como responsable técnico de proyectos de energía termosolar -área en la que tiene una experiencia de casi ocho años- en Masdar, una compañía cuyo dueño es un fondo soberano de la capital árabe.
Casado con una andaluza, está tan integrado en Abu Dhabi, que su hijo, que nació en marzo de este mismo año se llama Sami, que es un nombre árabe. Francisco se confiesa «enganchado» al triatlón, al que reconoce que hay bastante afición entre los expatriados. Aunque echa de menos muchas cosas de España y de Huelva, asegura que aún pasará una temporada en tierras árabes.
– ¿Qué te ha llevado a Abu Dabi?
– Tuve la suerte de especializarme profesionalmente en un sector emergente como el de las energías renovables. En mi caso, termosolar. Me surgió una oportunidad profesional en Abu Dhabi con unas condiciones que no puede rechazar y consideré que era el momento de tener esta experiencia de «expatriado». Me dije «ahora o nunca» y aquí estoy.
– ¿Es tu primera estancia en el extranjero?
– De esta manera sí, estuve viviendo en Polonia por trabajo durante siete meses, pero era algo circunstancial.
– ¿Qué tal te defiendes con el idioma?
– Bien porque aquí se habla inglés incluso más que árabe. De hecho yo diría que muchos jóvenes emiratis lo hablan mejor que su propia lengua. Yo, por mi trabajo, ya estaba acostumbrado al inglés, con un nivel aceptable, que he ido perfeccionando en estos años. De árabe no se prácticamente nada, porque no me hace falta. En este país los locales, los emiratis, suponen aproximadamente el 10% de la población y el resto somos extranjeros.
– ¿Qué balance haces de tu experiencia en Emiratos Árabes hasta el momento?
– Muy positiva, en todos los sentidos. Este es un país de oportunidades, creciendo económicamente a un ritmo vertiginoso en las últimas décadas, de ahí que haya una gran demanda de trabajadores extranjeros para cubrir las necesidades de ese crecimiento. Para atraerlos y facilitar su adaptación han tenido que relajar bastante sus costumbres en cuanto a cultura y religión, de manera que es un país muy abierto. Hay una gran cantidad de personas de diferentes nacionalidades por lo que es muy fácil encontrar gente con tus mismos gustos y aficiones y entablar amistad.
– ¿Cómo es vivir ahí? ¿Es muy diferente a Huelva y España?
– Completamente diferente empezando por el clima, que de mayo a junio es literalmente un horno. A mediodía se llega fácilmente a los 50 grados y por la noche, las mínimas están por encima de 30 y con una humedad que llega casi al 100%. Y si uno piensa que puede ir aunque sea a la playa a darse un baño y refrescarse, se equivoca. ¡La temperatura del agua llega a 37 grados! El resto del año es una maravilla, durante ocho meses en los que se está muy bien y se pueden hacer todo tipo de actividades al aire libre: playa, barbacoas, deportes, ski acuático, karts, conciertos, etc. Se hacen muchas actividades y vida social en Emiratos.
En cuanto a las costumbres y reglas locales, se puede hacer lo mismo que en España, pero con ciertas salvedades. Por ejemplo, las muestras de cariño excesivas de una pareja en público, como besarse, no están bien vistas. No es legal beber en la calle o ir borracho y conduciendo la tolerancia al alcohol es cero. Tampoco está bien visto ir por la calle sin camiseta… Es decir, cumpliendo ciertas cosas, que además no cuesta mucho trabajo cumplir, no hay problemas. Si uno quiere beber hay tiendas en las que se vende alcohol y puedes tomártelo en casa o en una fiesta privada con amigos. También hay ciertas zonas en las que se sirve alcohol, como los restaurantes de los hoteles o los recintos con licencia especial, como discotecas y eventos como conciertos, la Formula 1, etcétera.
Y en lo que se refiere a la gastronomía y al cerdo, en concreto, hay tiendas específicas donde lo venden e incluso algunos restaurantes, aunque bien pocos, donde lo sirven.
Hay una diferencia importante relacionada con los impuestos. Aquí el gobierno tiene tales ingresos por el negocio del petróleo que no necesita recaudar impuestos. No hay IVA, IRPF, IBI, ni nada parecido. Solo tienen impuestos el alcohol, el cerdo y alguna tasa turística en los hoteles.
Por otro lado, la seguridad aquí es altísima, la delicuencia, estadísticamente, no existe. En verano es normal que la gente deje el coche con las llaves puestas y arrancado mientras va a comprar a la tienda, para mantenerlo fresco con el aire acondicionado. He visto incluso una joyería abierta, sin ningún dependiente, con una nota que decía que se había ido a rezar. Este nivel de seguridad no es típico en España y, la verdad, da mucha tranquilidad.
– ¿Cómo es el sitio dónde vives?
– Vivo en un adosado a las afueras de Abu Dhabi, pero muy cerca de mi trabajo. Es una ciudad completamente nueva. En este país todas las construcciones son relativamente recientes, tendrán unos 10 años. La ciudad es muy extensa, con enormes avenidas y autopistas de varios carriles, similar a Estados Unidos. Además el centro de la ciudad está lleno de grandes edificios y rascacielos. Hace falta usar el coche para ir a cualquier lado, pero es un placer moverse en coche por la ciudad por la amplitud de las avenidas, con tantas infraestructuras y sin problemas de aparcamiento.
– ¿Cómo son los habitantes?
– Pues hay de todo porque hay habitantes de muy diferentes nacionalidades. Nuestro grupo de amigos es mayoritariamente español, ya que las costumbres y la lengua tiran mucho. En general los emiratis son muy educados y muy abiertos a las costumbres de otros porque son ya décadas las que llevan conviviendo con gran cantidad de expatriados y eso lo han incorporado a su cultura. También es cierto que los expatriados están aquí varios años y luego vuelven a su país. Es por ello que creo que es difícil, en general, entablar amistad con los emiratis fuera de ambientes de trabajo.
– ¿Qué imagen que tienen de Huelva y de España?
– De Huelva no tienen imagen, puesto que no lo conocen. Lo más cercano para ellos es, curiosamente, Marbella porque ha sido un destino turístico para los árabes de esta zona durante décadas. Los españoles les caemos en general bastante bien y saben que tenemos en común en nuestras culturas bastantes cosas por nuestro pasado árabe. Una curiosidad de esa relación que nos une es que los emiratis sujetan el pañuelo que llevan en la cabeza con una cuerda ancha de algodón negro, el agal. Según dicen, ese grueso cordón negro, que tradicionalmente también utilizaban para amarrar las patas del camello por las noches, era originalmente de color marrón y que lo tiñeron de negro los árabes en señal de duelo cuando perdieron Al-Andalus.
– ¿Te has marcado algún nuevo objetivo o reto?
– Me gustaría estar aquí unos años mas, pero no se cuantos. Prefiero vivir el presente, disfrutar de esta buena etapa en mi vida, con mi mujer y mi hijo.
– ¿Qué piensa tu familia de tu aventura?
– Por un lado nos echamos de menos, pero por el otro todos somos conscientes de que ha sido una buena decisión. De hecho mi hermana y su marido llevan ya casi un año también viviendo y trabajando aquí en Abu Dhabi. No creo que haya que considerar vivir fuera de España como una aventura, sino algo normal. Tradicionalmente los españoles hemos salido poco, pero en otros países, como los anglosajones, esto es muy común.
– ¿Y tus amigos?
– A mis amigos de España los echo de menos, es normal, pero la vida evoluciona y nunca vuelve a estar en el mismo punto. Quiero decir, ahora unos viven en otras ciudades, o también en el extranjero, con trabajo, mujer, hijos…Cada uno tiene su vida. En el tiempo que llevo en Abu Dhabi he hecho grandes amigos aquí y si me vuelvo a España perdería el contacto con ellos…Todo al final tiene sus ventajas e inconvenientes.
– ¿Piensas volver a España, a Huelva?
– No en breve, pero a largo plazo sí me gustaría volver a España, concretamente a Andalucía, pero no sé si a Huelva o a otra ciudad.
– ¿Qué es lo que más echas de menos de Huelva?
– La informalidad de tomarse una cervecita con una tapa en la calle. Aquí no existe ese concepto. Solo el de restaurante, muy formal. También la gastronomía local, las gambas, marisco en general, unos chocos fritos… ¡los picos de pan! En fin, esas cositas. Son pequeños detalles pero juntos significan mucho.
– ¿Recomiendas la experiencia de vivir un tiempo fuera de España?
– Absolutamente. Es una experiencia muy enriquecedora en todos los sentidos. Te hace ser más tolerante, más abierto a diferentes maneras de ser, pensar y comportarse, a las diferentes culturas. Por ejemplo, yo diría de que los emiratis son muchos más respetuosos en su país con los europeos y sus costumbres que los españoles, en España, con los árabes y sus costumbres.
1 comentario en «Francisco Luque, responsable técnico de energía termosolar de una empresa en Abu Dhabi»
Ole ahí mi Tito Luque!