Redacción. Clausura del Taller de Borde y Enrejillado de la asociación Sisifo. El alcalde de Palos de la Frontera, Carmelo Romero y el Presidente de la Asociación de Dependientes y Familiares en Rehabilitación, SISIFO, Candido González, entregaron el pasado martes los diplomas acreditativos de los conocimientos adquiridos a las diez alumnas que han asistido a las clases del Curso de Borde y Enrejillado organizado por la Asociación y que forma parte del Programa de Terapia Ocupacional que desarrollan.
Las alumnas, ante sus familiares y amigos, miembros de la asociación y la edil de Asuntos Sociales, Carmen Camacho, pudieron presumir del resultado de las aproximadamente 150 horas que han dedicado entre los meses de octubre y mayo a tan laboriosa ocupación.
La Asociación agradeció la dedicación de Ana Vázquez, monitora del curso, con la entrega de un diploma y obsequios. “Inculcar el deseo de aprender es el mejor regalo que se puede recibir de una profesora”, con estas palabras le agradecía el Presidente de la Asociación su buen hacer en la enseñanza de esta tradicional labor.
Los trabajos realizados quedaron expuestos en la sede de la asociación dando buena muestra de la paciencia y el esmero que han puesto estas mujeres en la confección de estos enseres.
Según el Alcalde, toallas, caminos de mesa, cojines, mantelerías, visillos y otras prendas propias del ajuar doméstico servirán durante estos días para recordar a todos que todavía hay quién domina un arte que desde antaño ha ido pasando de generación en generación. Telas nobles tratadas con mucho esmero sobre las que perdurará siempre con hilos de seda, calados, bodoques, flecos y cintas de raso el recuerdo de un curso muy fructífero.
“Manos pacientes y delicadas guiadas por una paciencia muy entrenada consiguen cada año sorprender a cuantos nos acercamos a contemplar sus obras”, comentaba el edil del ramo.
El tan preciado ajuar de nuestras abuelas estaba repleto de prendas como éstas, hechas a mano a base de horas y horas del reloj escuchando la novela radiada o conversando con vecinas. Finos tejidos con enrejillados y bordados que ya cuesta encontrar en los comercios y que son una joya entre los enseres domésticos.
Estas labores, propias de la mujer y de otras décadas, son costumbres populares que se han ido perdiendo entre los más jóvenes que dedican el tiempo a otras aficiones. El hule de plástico ha sustituido en muchas mesas al mantel de hilo y las sábanas de poliéster han desplazado a las de algodón. Al margen del legado que estas alumnas quieran dejar a sus nietas será difícil que las quinceañeras de hoy encuentren estas prendas en sus hogares del mañana.
El alcalde reconoció la aportación de mujeres como estas en la conservación de nuestra historia más popular poniendo en valor una tradición doméstica que nos ha llenado la retina de recuerdos teñidos de sepia.