Sapiensity/@Sapiensity Podíamos comenzar reflexionando en este sentido “…. el marketing político….. un todo estratégico, en el que lo online y offline tienen que correr parejos, exponiendo lo mejor…..de forma honesta, transparente; con los artificios justos.……., y donde los valores de la web social: diálogo y bidireccionalidad en la comunicación son fundamentales.. “ (palabras de nuestra colega en redes sociales Fátima Reyes).
Asimismo, las reflexiones podrían igualmente relacionarse con las siguientes máximas:
-
Es la hora de innovar en los formatos de comunicación política. Hay que hacer cosas diferentes, arriesgar …
-
Los líderes y los partidos han de generar comunidad. Se necesita una nueva relación entre partidos y simpatizantes.
-
No gana el más grande, gana el más rápido. El ciclo informativo va muy rápido y dura todo el día.
-
El voto no es de los partidos, es de la gente. La ciudadanía es más exigente y vamos a un panorama donde otras fuerzas tendrán un gran peso.
Si partimos del hecho que el contexto político actual produce esas bajas cotas de credibilidad y capacidad de convocatoria, flaco favor haríamos por añadidura a la ciudadanía si se frivolizara con los beneficios que aportaría la apuesta por una Smart City, una Smart Destination, un Smart Commerce etc.. para en definitiva promover y alentar el perfil de un nuevo ciudadano: un smart citizen y no un silly human.
Ésta máxima debe provenir de los máximos dirigentes y gestores de lo público, si no se antojará estéril y estético cualquier acercamiento o planteamiento serio (comentario, precisamente, apuntado por el representante del Ayuntamiento de Santander, sr. JA Texeira que ha intervenido en Huelva Smart City )
Aun así no hay que confundir el aspecto smart con el aspecto de pasividad. El ciudadano no demanda que todo le venga dado, “ya masticado”, y “listo para engullir”. Las nuevas generaciones de ciudadanos valoran, demandan y comparan propuestas donde se cuenten con ellos de forma activa y desde el principio. La estrategia, por tanto, debe ser “bottom-up (de-abajo-hacia-arriba” y no al revés.
De hecho, la ciudadanía hace tiempo que viene demandando multitud de servicios relativos a la accesibilidad y movilidad, por ejemplo. Y en muchos casos se produce esa iniciativa individual orientada a cubrir o solventar esa problemática concreta, y cuyo beneficio se distribuye se extiende viralmente gracias a las redes sociales: tal es el caso de http://www.esaccesibleapp.com/
En Sapiensity creemos firmemente en aplicaciones móviles que contribuyen a la Big Data de una zona, en este ejemplo tan amplia como se describe. Esta iniciativa ha sido galardonada con el tercer premio Turismo.as La Rioja.
Nuestro colega Pablo Sáchez Chillón abunda muy acertadamente en la necesidad de colocar al persona en el centro de todos los análisis y objetivo, huyendo de los vendedores de plataformas que priman el alacance de las mismas de las necesidades intrínsecas de cada ciudad.
Como puede deducirse cualquier acción puntual, aislada, descoordinada y sin una correcta comunicación con el ciudadano no puede entenderse como Smart. Smart es algo estratégico, integrador, que potencie la innovación, las sostenibilidad, el conocimiento colectivo y resulte de una auditoria y un plan de ciudad.
A continuación creemos oportuno compartir un par de ejemplos de iniciativas Smart de 2 ciudades referencias en la actualidad:
Valencia
Sabadell
Veamos otro ejemplo de una ciudad donde recientemente ha tenido lugar un gran evento relativo a las Smart Cities.
Por otra parte, y próximamente, tendrá lugar en Singapur en Congreso Mundial de las Ciudades bajo el lema ¨Ante retos comunes, soluciones compartidas “
Del congreso celebrado en 2012 podemos resaltar las intervenciones relativas a la importancia de facilitar la comunicación entre las personas como premisa para fortalecer a los colectivos y las comunidades, la relativa a la gestión urbana y la relativa a la creación de un marco de acuerdos necesarios entre administración y empresas para hacer sostenibles los cambios profundos.