Paula Crespo. A Cristina Medina siempre le ha gustado viajar. A sus 33 años, esta joven onubense puede presumir de haber compaginado a la perfección su pasión por los viajes, el deporte y los idiomas con sus estudios y posteriores puestos de trabajo.
Ya desde antes de estudiar su carrera en la Universidad de Granada tenía claro que en su vida profesional habría estancias en el extranjero, conocimiento de otras culturas e intercambios de experiencia y buenas prácticas con personas de otros países. Y a fe que las ha habido.
Después de estudiar sus primeros años en el Colegio Funcadia, justo enfrente de la casa donde se crió con sus padres, pasó al Instituto Diego de Guzmán y Quesada (Femenino), donde su madre había sido profesora. No cursó allí todos los años ya que en 1997 hizo tercero de BUP en Estados Unidos, con su hermana gemela Alicia. Ella estuvo en Sioux City (Iowa) y su hermana en Missouri. Cuando volvieron terminaron el instituto y la Selectividad.
Después comenzó la carrera de Traducción e Interpretación en Granada, disfrutando en sus años universitarios de una beca Erasmus que le llevó hasta Portsmouth (Inglaterra). Terminada la carrera estuvo un tiempo trabajando en Roma.
La última experiencia es la que vive en estos momentos en la ciudad de La Haya donde es la única andaluza y una de las dos personas de nacionalidad española cursando el Master of Arts in Development Studies en esta institucional ciudad de los Países Bajos, gracias a una beca Talentia.
Cristina es traductora e intérprete y trabaja desde hace cinco años en la Fundación Centro de Estudios Andaluces en Sevilla y se presentó a la convocatoria de Talentia con otros cerca de 500 candidatos para 60 becas. Lleva desde septiembre de 2013 en la ciudad holandesa donde investiga, estudia y planea hacer el proyecto sobre gobernanza local en el International Institute of Social Studies de La Haya, que forma parte de la Erasmus University Rotterdam.
– ¿Por qué elegiste la Haya?
– Cuando trabajas en investigación necesitas estar al tanto de los trabajos que se están haciendo fuera, conocer otros investigadores, para que todo ese nuevo conocimiento revierta en lo que estamos haciendo en la Fundación. Elegí La Haya porque me gustaba el programa de estudios que tenía y me servía para mi trabajo en la Fundación. La verdad es que las becas Talentia incluyen las mejores universidades para ciertos programas de postgrado, con autores que no se estudian en otros centros y algunas ventajas más.
– ¿Qué te está aportando?
– Una de las mejores cosas es que viene gente de todo el mundo. Somos 120 alumnos de 80 nacionalidades distintas: Canadá, Filipinas, Europa (aunque somos menos que de otros continentes)… es como una pequeña ONU. Además el proceso de selección es muy exhaustivo por lo que te encuentras con gente muy preparada, con unas cualidades profesionales y personales impresionantes, que te permiten el intercambio de conocimientos que al final sirve para el trabajo. Además los profesores son muy accesibles y te dan la posibilidad de trabajar en un sentido crítico, te obligan a que cuestiones todo lo que dicen los autores y eso ayuda a aprender y entender mejor las materias.
– ¿Qué requisitos son necesarios para conseguir una beca Talentia?
– Es una valoración global de distintos componentes en los que la nota media no es lo más importante. Valoran si estás trabajando y en qué ámbito y si tienes otras experiencias en el extranjero. Pero sobre todo que tu candidatura sea coherente, que tu currículum esté relacionado y que tengas un buen plan de retorno. Es decir que vayas a ser capaz de devolver a Andalucía todo lo que has aprendido gracias a la beca que lo cubre todo.
– ¿Qué destacarías de La Haya como ciudad, qué te gusta?
– Es una ciudad muy institucional, con muchas instituciones internacionales y muchos sitios que visitar, como el conocido Tribunal Internacional en el Peace Palace, el Palacio de la Paz. Además tiene la playa, y aunque es una ciudad muy bien comunicada, me gusta recorrerla en bicicleta.
– Y de Huelva, ¿qué echas de menos?
– La comida, sobre todo el jamón y el lomo, cuando viene alguien de mi familia a verme siempre me traen. También el sol y la playa, aunque La Haya tiene playa, un punto de similitud y conexión con Huelva, no es lo mismo. Echo de menos los pinares y correr por los Enebrales en Punta Umbría. También el pádel, que aquí no lo conocen.
– ¿Qué le cuentas a esos miembros de la pequeña ONU sobre tu tierra?
– Que visiten Huelva y Andalucía y lo mejor es que cuando prueban la comida, ya no tienes que convencerlos de nada. Cuando me tocó cocinar comida española en los días temáticos internacionales que hemos celebrado les hice tortilla de patatas, jamón y sangría entre otras cosas y les encantó. Sobre todo a una amiga peruana que está fascinada con el jamón, y a la que he tenido «sobornada» para que le dejara la bici a mi hermana cuando ha venido a visitarme. En general les digo que Huelva es una ciudad acogedora, que tiene unas playas y un clima muy buenos, que se come de lujo y que hay gente estupenda.
– ¿Es la primera vez que estudias o trabajas fuera?
– No, ya estuve en Italia en 2004 con una beca del Ministerio de Industria y Turismo, que me permitió trabajar para la promoción internacional y el apoyo a la comercialización del destino España, para Turespaña en la Oficina de Turismo de Roma, una de las 33 oficinas que Turespaña tiene repartidas por el mundo. Promocionábamos España como destino turístico para el mercado italiano.
– ¿Qué consejo darías a esos onubenses que quieren trabajar o estudiar fuera?
– Que sean perseverantes y que luchen por lo que quieren ser en la vida. Que crean en ellos mismos, a pesar de las dificultades que puedan planteárseles. Hay mucha gente que se ponen las barreras ellos mismos y no se atreven por ejemplo a solicitar una beca porque no tienen confianza en sus posibilidades. Yo les diría que si no tú no crees en ti, ¿quién lo va a hacer?