Isabel Limón. Un despliegue de sonido, ritmo y color comienza a vivirse en estos días en los pueblos de laprovincia de Huelva con motivo de las distintas romerías que ensalzan y ponen en valor las tradiciones y las exaltaciones religiosas en la provincia.
Uno de los elementos más característicos de las fiestas que se celebran en los pueblos de las comarcas de la Sierra y el Andévalo, son el conjunto de danzas populares que ponen de manifiesto un amplio mapa de tradiciones culturales de gran importancia en toda Andalucía.
Las danzas, con orígenes ancestrales, continúan reproduciéndose en los distintos municipios cuando se celebran las fiestas en honor a sus respectivos patrones. En estos bailes populares, a través de movimientos simbólicos y al son de la gaita y el tamboril, los danzadores, con distintos elementos que evocan el origen del baile, muestran reverencia al patrón.
Se trata de bailes en los que sólo pueden participar hombres agrupados que exhiben sus valores viriles y su
devoción a los patrones. En relación a los rasgos comunes, los danzadores se agrupan en la mayoría de los casos en un número impar y van ataviados de trajes típicos y coloridos en los que se distingue a un guía que se diferencia del resto de danzadores.
En cuanto a los rasgos comunes, las danzas se llevan a cabo en festejos religiosos de carácter urbano, aunque en algunos casos, los danzadores bailan en diferentes parajes naturales que muestra aún más la belleza de estas tradiciones onubenses.
Todas las danzas se basan en distintas mudanzas,
movimientos o figuras que se realizan en movimiento o sin desplazarse frente a las imágenes de los patrones de los municipios que gozan de este bien inmaterial y vivo.
Con un importante valor cultural y simbólico, las danzas son propias de San Bartolomé de la Torre,
Villanueva de los Castillejos, El Almendro, Villablanca, Sanlúcar de Guadiana, Alosno, Puebla de Guzmán, El Cerro del Andévalo, Villanueva de las Cruces, Cumbre Mayores, Hinojales, Cabezas Rubias.
Una de las danzas más antiguas es la ‘Danza de las Espadas’, de San Bartolomé de la Torre. Se trata de un
baile que data del siglo XVII y que procede de los habitantes castellonenses y leonenses que ocuparon la localidad en siglos pasados. La primera vez que esta manifestación religiosa se interpretó ante los vecinos de la localidad, se hizo para mostrar reverencia al Marqués de Gibraleón.
La Danza de las Espadas tiene una fuerte simbología religiosa y guerrera, prueba de ello es que los danzadores bailan frente a los patrones de la localidad, San Bartolomé y San Sebastián, con espadas traídas desde Toledo.
En Villanueva de los Castillejos y El Almendro, en el
marco de la romería de Piedras Alba celebrada el Domingo de Resurrección, ‘los Cirochos’ bailan alrededor de la imagen de la Virgen acompañados por unas castañuelas que marcan el ritmo.
Este baile popular de ambas localidades, se originó en el siglo XVIII, con raíces celtas y se realizaba para honrar a los dioses y rogarles para que las tierras fuesen fructíferas. Además, esta danza se baila en las fiestas de San Sebastián,
en el Almendro, y en San Matías, en Villanueva de los Castillejos.
La ‘Danza de los Palos’ o ‘Danza de la Virgen’ se baila para rendir tributo a la Virgen Blanca de Villablanca. En este baile, los danzantes portan palos curvos exornados con cintas de colores con los que se van realizando distintos movimiento dotando a la danza de un colorido especial.
Esta danza ancestral tiene un fuerte contenido de fortaleza, virilidad y vigorosidad con el que se pretende hacer referencia a la patrona del municipio. Los danzadores también bailan con palos en la fiesta de San Roque en Villablanca.
En las fiestas de la Virgen de la Rábida, en Sanlúcar de Guadiana, la tradición de los bailes populares
se refleja en la ‘Danza de las Flores’. Se trata de un baile tradicional con arcos de flores.
La Danza de las Flores tiene su origen durante el siglo XIX, pero con las desamortizaciones de desapareció y no es hasta el siglo XX cuando vuelve a recuperarse.
‘Los Cascabeleros’ de Alosno también conforman el mapa de bailes tradicionales de la provincia de Huelva. Se trata de una danza popular, de origen tarteso y pagana, convertida en religiosa al adaptarla a la fiesta de San Juan Bautista y tiene significación de ofrenda por parte de los hombres de Alosno a su patrón.
Los danzadores bailan alrededor de San Juan Bautista, con trajes típicos y con unas castañuelas adornadas con cintas blancas, rojas y amarillas, madroños y cascabeles.
En la localidad onubense de la Puebla de Guzmán y en honor a su patrona, la Virgen de la Peña, tiene lugar la danza de las espadas. A pesar de su similitud con el baile popular de San Bartolomé, la ‘Danza de las Espadas’ de la Puebla de Guzmán guarda muchas semejanzas con la ‘Espatadantza’ del País Vasco, lo que la vincula a
presencia vasca en las tierras del municipio sobre los siglos XIV y XV.
La ‘Danza de las Espadas’ también forma parte del marco de tradiciones culturales de Cabezas Rubias y que se bailan en las fiestas en honor a San Sebastián. Los danzadores bailan con espadas con las que dibujan jeroglíficos y representan pasajes históricos.
También en honor al patrón San Sebastián, en Villanueva de las Cruces es tradicional la ‘Danza de los Garrotes’, un baile popular que se asocia con las
antiguas reuniones de pastores alrededor de una hoguera. Por eso, los danzadores bailan con garrotes simulando los bastones de los pastores.
En Cumbre Mayores se conocen dos bailes típicos, la ‘Danza de la Virgen’ y la del ‘Santísimo Sacramento’. El primer documento escrito sobre las danzas data del año 1749, que existía la costumbre inmemorial de hacer bailes ante la Virgen desde las vísperas del día del corpus de cada año, para que asista y acompañe al Santísimo Sacramento en la procesión del día del Corpus.
La ‘Danza de las Lanzas’es tradicional del Cerro del Ándévalo para las fiestas en honor a San Benito. Su origen, sin demostrar, parece ser que se remonta a las recreaciones de las vivencias pastoriles. Algunos vecinos, aseguran que su origen puediese estar en una danza guerrera. El nombre del baile popular viene de las lanzas que los ‘lanzaores‘ usan para bailar.
Hinojales también tiene su baile popular, la ‘Danza de la Virgen de la Tórtola’ que se ejecuta con motivo de las fiestas en honor a la patrona de la localidad. Este baile tradicional se interpreta con palillos y que algunos atribuyen su origen a civilizaciones celtas.
Todas estas danzas, que proceden del norte de la Península Ibérica, conviven en la actualidad con una sociedad que es consciente de la importancia y del valor turístico de los bailes. Por eso, se han creado grupos de jóvenes que están conociendo las técnicas y los movimientos de las danzas para que nunca desaparezcan y sigan engrandeciendo y enriqueciendo nuestras fiestas.
1 comentario en «La provincia de Huelva danza al son de la gaita y el tamboril»
Los bailes y danzas escenifican la unión del ser humano con la divinidad (sea cual sea la religión que la defina). Así lo expresé en el capítulo «Danzar hacia los dioses», incluido en mi libro «De Tartessos a Marte. Guía de enigmas y misterios de la provincia de Huelva (I)»…