Ángel Custodio. Siempre he querido novelar, en lo posible, una investigación histórica y por eso he titulado así mi pequeño artículo. En él intervienen cuatro personajes, vecinos de Colima, y cuyas reseñas ha reflejado José Miguel Romero de Solis en su libro sobre los vecinos de la ciudad mexicana en el siglo XVI en adelante.
Manuel de Cáceres, natural de Segovia e hijo de Gonzalo de Cáceres y Maria de Oña, llegó a Nueva España en 1516, de allí paso a Cuba y en 1519, acompaño a Hernán Cortés. Se casó con Isabel Ruiz de Monjaraz. Este matrimonio tenía dos hijos, Gonzalo y Maria de Cáceres.
Manuel era muy emprendedor y plantó cacao y otras plantas que se había traido de Castilla y afortunadamente le dieron un fructífero rendimiento.
La ilusión de estos padres era casar a su hija María y como la rondaba Juan de Arana, otro español, de Castañares, en la Rioja, decidieron que debían autorizar el matrimonio y le entregaron la siguiente “Carta de dote”, cuyo texto era como sigue:
«A vos, Juan de Arana. Hijo de Martin Sánchez de Arana, que Dios haya, vecino que fue de la villa de Castañares, de la provincia de Rioja, en tierras de Castilla la Vieja y de Juana de Baroja, su legitima mujer, questades presente, e decimos que por cuanto es tratado el desposorio entre Maria de Caceres, mi hija legitima, con vos, el dicho Juan de Arana, el cual si la voluntad de Dios Nuestro Señor fuere, está efectuado para se hacer y haciéndose y habiendo efecto por palabras de presente, según orden de Santa Madre iglesia, prometemos y nos obligamos nos ante vos […], de vos dar […] en dote y casamiento […] 4,000 pesos de oro de minas de ley perfecta, fundidos y marcados […], e más, la mitad de una heredad de cacao que nos, los dichos Manuel de Caceres e Isabel de Monjaraz, habemos y tenemos plantada de cacao, que terná 8.000 pies, questá en el Camino Real que va desta villa de Colima a la villa de Zacatula por el termino que se dice Amatica, con todo lo que está plantado y edificado y se plantare y edificare de aquí adelante hasta el día que realmente y con efeto casardes y beladeres con la dicha María de Cáceres, nuestra hija, vos, el dicho Juan de Arana, hasta el dia que realmente y con efecto os diéremos y pagáremos los dichos 4.000 pesos deste dicho oro de minas deste dicho vuestro dote, os daremos a vos e a la dicha nuestra hija, de comer y beber, y vestir y calzar, y casa y cama, conforme a la calidad de vuestras personas».
Pero Manuel de Cáceres, al poco tiempo, murió de forma repentina, por lo que tuvo que aplazarse la boda, aunque ésta no se celebró jamás, porque el dicho Juan de Arana, se casó con la que iba a ser su suegra, Isabel Ruiz de Monjaraz, ya que ésta estaba embarazada..
La conclusión de ésta historia fue que nació la hija de Juan de Arana e Isabel de Monjaraz, “porque habían sentido un ataque repentino de amor” [¿?] y que Marie de Cáceres, tuvo que rehacer su vida y al fin se casó, pero fue con Diego de Aguilar del Castillo, los que tuvieron dos hijos.
Y esta es la historia que está basada en hechos reales.