Sergio Borrero. La madrugá en Huelva tiene nombre propio. Nuestro Padre Jesús Nazareno y su madre de la Amargura son los únicos en procesionar en esta jornada tras la marcha de las hermandades del Perdón y Misericordia.
Las cuatro de la mañana marcaba el reloj de la torre de la iglesia cuando el hermano mayor, José Luís Borrero, solicitó que se abrieran las puertas y comenzara la estación de penitencia. Con más ganas si cabe tras no poder realizarla el pasado año a causa de la lluvia, los primero tramos de nazareos comenzaban su discurrir por las calles céntricas de la ciudad. La cruz de Jerusalén era recibida por el himno de España como titular de la cofradía. Este año acompañaba a la Cruz de Guía la Agrupación musical Santísimo Cristo de la Bondad, de Alcalá de Guadaira. Largas filas de nazarenos de morado y cordón amarillo portando su cirio al cuadril antecedían al paso del Señor.
Nuestro Padre Jesús Nazareno realizaba su salida de la iglesia de la Concepción pasados unos minutos de las 04:15h. Miles de emociones se dispararon en el instante en el que el Señor de Huelva volvía a poner el pie por las calles de su ciudad ante cientos de onubenses que se congregaron a las puertas de su templo una madrugá más. Los sones de sus músicos “moraos”, la Banda de cornetas y tambores Jesús Nazareno, acompañaban durante toda la noche el sereno caminar del Señor.
Los estrenos de este año se congregaban en su práctica totalidad en el paso de misterio. Así, lucían por vez primera diversas capillas y pequeña imaginería que siguen completando el majestuoso altar procesional del titular cristífero. El Señor vestía túnica morada de terciopelo, potencias doradas y la medalla de oro de la ciudad. El exorno floral lo componía un tradicional monte de claveles rojo sangre.
Tras Él, seguía sus pasos la Virgen de la Amargura. Momentos especiales los vividos junto a la Señora de la madrugá en su salida, a los sones de la mítica marcha del compositor marocho Abel Moreno “La Madrugá”. El maravilloso paso de palio bordado por Rodríguez Ojeda y los talleres de Fernández y Enríquez en diversas fases y de fastuosa orfebrería iba exornado en tonos rosas por una composición de rosas, fresias y claveles. Tiene la particularidad este palio de ser el único de nuestra ciudad en el que el discípulo amado acompaña a la Virgen. La Banda de música Virgen de las Mercedes de Bollullos acompañaba un año más a la Amargura.
Grandes momentos de emoción y recogimiento durante toda la noche como los vividos junto a las Hermanitas de la Cruz. Por segundo año, la hermandad del Nazareno no realizó el recorrido oficial común a todas las hermandades en acuerdo con el Consejo. Con los primeros rayos del alba, la Cruz de Guía se aproximaba a la calle Marina. Desde el principio de la calle, una multitudinaria marea humana acompañaba a ambos pasos produciendo que el caminar de la hermandad se hiciera algo más pausado. Un continuo cantar de saeta desde los distintos balcones de todo el tramo comprendido por las calles Marina, Jesús Nazareno y Plus Ultra acompañaba los últimos metros de la hermandad ya de recogida.
La ciudad de Huelva no quiso faltar a la cita y de nuevo se echó a la calle en la mañana del Viernes Santo para acompañar a su Señor, como cada día que pasa en su capilla de la Concepción, y a su Santísima Madre de vuelta a su templo.