La austeridad silenciosa de la Santa Cruz se impone en el Miércoles Santo

Paula Crespo. Con algo de retraso sobre la hora prevista, las 18.50 horas, las puertas de la Catedral de La Merced se abrían para dejar pasar el silencio, solo roto por la esquila que abre el cortejo de nazarenos de la Cofradía de la Santa Cruz, Santo Sudario de Nuestro Señor Jesús de la Providencia y María Santísima Madre de Gracia, la más joven de la nómina de hermandades que procesionan en la Semana Santa de Huelva.

Los hábitos compuestos de túnica, escapulario, morrión y capa en color azul marino, junto con un nutrido grupo de pequeños monaguillos conformaban el cortejo de 150 hermanos nazarenos que antecede al único paso de la Cofradía de El Molino. Esta salida en procesión era muy especial ya que en este año celebra el 25 aniversario de la fundación de la tertulia El Penitente, germen de lo que hoy es esta Hermandad, que se creó en 1998.

Sobre las 19.00 de la tarde el paso se movía sobre el costero derecho para cuadrarse a las puertas del templo catedralicio para salir a hacer su estación de penitencia, este año sin ningún tipo de preocupación meteorológica como ocurría el pasado año.

Con su sobriedad en las formas, la austeridad y la elegancia de su cortejo, la Santa Cruz, es sin duda alguna, el contrapunto al fervor y el carácter festivo que le imprimen la Victoria y la Esperanza al Miércoles Santo onubense.

Estrenando las ocho cartelas del pintor sevillano Díaz Arnido inspiradas en la invención de la Santa Cruz, según los escritos de la leyenda dorada de Jacobo de la Vorágine, el paso de la Santa Cruz recorría el porche de La Merced acompañado por la Capilla Musical Madre de Gracia.

En el exorno floral rosas rojas, cardos, lirios y ruscus le conferían aún más solemnidad y lustre a los titulares de la Hermandad en su paso.

A pesar de su juventud, la Santa Cruz cuenta con un rico patrimonio incrementado poco a poco y con buen gusto, basado su diseño en diferentes edificios y detalles de la simbología de Huelva, como el paso de misterio, que basado en el púlpito de la Catedral, o los seis ciriales que preceden al paso cuya orfebrería representa a los tritones de la fuente de la Casa Colón.

Después de abandonar el porche del templo desde el que sale desde 2001, el paso de Nuestro Padre Jesús de la Providencia y María Santísima Madre de Gracia se adentraba poderoso y llamativo en la plaza de La Merced camino de iniciar la que ya es la tercera Carrera Oficial de su historia.

Este es un año especial para su hermano mayor, Juan Javier Márquez, que estrena mandato al frente de la corporación de la hermandad de El Molino. Una corporación que conoce a la perfección porque en el anterior mandato fue primer teniente de hermano mayor.

Poco a poco esta cofradía, cuyo principal estreno ha sido su Casa Hermandad, va adquiriendo protagonismo en la Semana Grande de Huelva.

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