Sergio Borrero. A la hora prevista, sin ningún contratiempo ni esperas por temor a la lluvia como en años atrás, la Hermandad del Cautivo inició su Estación de Penitencia un nuevo Lunes Santo. Minutos después de que el barrio de La Orden acogiera la salida de su hermandad, era otro de los barrios más populares de Huelva, la Hispanidad, el que se hacía fe y devoción para recibir a su Santo Cristo Cautivo y su Madre de la Misericordia.
El amplio cortejo de nazarenos de túnicas moradas y capas y morriones blancos de raso antecedían al Cristo Cautivo, que hacía su salida de la capilla propia a las 16:15 horas.
Los sones de la marcha real a cargo de la banda de cornetas y tambores Virgen de la Salud recibían el paso de misterio que comenzaba a andar sus primeros pasos en una plaza de la Misericordia abarrotada de fieles que esperaban su salida.
El señor lucía como estreno una nueva camisa, bajo su túnica de terciopelo morada. El exorno floral estaba compuesto por un monte de claveles rojo sangre. La talla que gubiase Antonio León Ortega y modificara en 1992 Francisco Márquez avanzaba camino del Asilo de Ancianos con el característico movimiento de su túnica al son de sus costaleros.
Minutos más tarde hacía su salida de la Capilla el palio rojo de María Santísima Madre de la Misericordia. En el interior del templo, la primera levantá la realizó el comandante de la marina José Ignacio Cordón. Acompañada musicalmente por la banda municipal de música de Villalba del Alcor, lucía un bello exorno floral compuesto por buquets de flores variadas en tonos blancos. Ya en la calle, recibía la primera saeta como cada año por una devota de la virgen.
Numerosas ofrendas florales recibían ambos pasos en los primeros metros de su recorrido en su barrio. Sin duda, el momento de mayor emoción de su recorrido tuvo lugar poco después de salir, cuando la hermandad hace su paso por el asilo de ancianos Santa Teresa de Jornet. Ambos pasos eran vueltos hacia los ancianos y las hermanitas de los ancianos desamparados que cada año esperan la llegada de sus titulares y los reciben entre rezos y saetas. Momentos muy bellos y emotivos los vividos en este punto del itinerario que abandonaban con una levantá por todos aquellos abuelos que desde el asilo veían ya como se alejaban ambos titulares camino de Carrera Oficial.