La Cena luce imponente en el estreno de su paso de misterio

Paula Crespo. Con un minuto de retraso sobre la hora prevista, las 15.45 horas, salían la cruz de guía y los túnicas blancas y capirotes negros de los nazarenos de la Dominica, Real, Ilustre, Fervorosa y Primitiva Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de la Sagrada Cena, Santísimo Cristo del Amor y María Santísima del Rosario para comenzar de manera oficial la Semana Santa onubense.

Previamente había anunciado su llegada la Agrupación Musical Cristo del Amor de Huelva, su banda,  que esperaba en el porche la salida en estreno del imponente y espectacular nuevo paso del Cristo del Amor, tallado en estilo barroco sobre madera de cedro real por la Carpintería Religiosa y la Talla de Guillena sobre proyecto del mismo taller. Esas mismas manos han tallado también en cedro real la mesa de la última cena, que junto con el llamador realizado en bronce y metal repujado y chapado en oro y plata, se erigía como el otro gran estreno de este misterio.

A las puertas del Sagrado Corazón numerosos onubenses desafiaban las altas temperaturas de este Domingo de Ramos también para disfrutar de la nueva talla de uno de los pasos más voluminosos de Andalucía y del palio de María Santísima del Rosario.

Tras la saeta en el interior del templo y la primera levantá por el propio paso en su estreno, sonaba Padre Nuestro, con la que el misterio de la cena avanzó por el templo hasta la puerta para iniciar su salida procesional. Ya en el porche los acordes del himno nacional se entremezclaron con los aplausos y vítores de los cofrades congregados en el Polvorín, que reconocían el trabajo de los 60 costaleros- este año con una trabajadera menos-  que realizaban la salida.

La siguiente levantá, antes de la aplaudida revirá en el porche estuvo dedicada precisamente a la Agrupación Musical que en este 2014 cumple 35 años con un sonido espectacular y que siguió su repertorio con Cinco llagas, Estrella Reina del cielo y De vuelta al Porvenir para acompañar al Cristo del Amor en su andar por la calle Presbítero Pablo Rodríguez en dirección a Federico Molina.

El breve cambio en el color de los capirotes, de negros a rojos, anunciaba la llegada del cortejo de la Virgen del Rosario, que efectuaba su salida a las 16.35 horas, engalanada con claveles blancos, ante la atenta mirada de los fieles que se dieron cita en el barrio de El Polvorín.

Lo hacía acompañada  de la Agrupación Musical Virgen de las Angustias de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) y estrenando, entre otras cosas la toca de sobremanto bordada sobre malla de oro fino, giraspes de seda, marfiles y pedrería noble del taller de Francisco Carrera Iglesias sobre diseño del mismo y el rostrillo de encaje antiguo.

La salida del paso de palio, que también presentaba como novedad el trabajo realizado para la prolongación y enriquecimiento de sus maniguetas, se dedicó a su hermano mayor, Emilio J. Muñoz Jorva.

Han sido muchos los onubenses que han acompañado a los dos pasos de la Hermandad de la Cena en su itinerario hacia las calles del centro. Y es que esta cofradía tiene un destacado papel catequético, en tanto en cuanto el paso de misterio representa la institución de la Eucaristía, uno de los símbolos, quizás el más importante junto a la cruz, de toda la cristiandad.

Momentos especiales y emotivos se vivieron en la Plaza Niña, uno de los puntos neurálgicos de la Semana Santa onubense donde, como es costumbre, las hermanitas de la Cruz abrieron sus puertas para cantarles tanto al Cristo del Amor como a María Santísima del Rosario. Poco después el misterio de la Santa Cena entraba en carrera oficial.

Ambos pasos culminaban con éxito, acompañados de una buena temperatura y del repertorio de su acompañamiento musical su estación de penitencia por Avenida Martín Alonso Pinzón, Alameda Sundheim y Plaza de España, terminando el recorrido oficial para iniciar su regreso a El Polvorín.

 Galería gráfica de la Hermandad de la Sagrada Cena

Datos de la Hermandad