Redacción. El artista moguereño afincado en Alcalá de Henares, Manuel de Diego Flores, inauguró en su pueblo natal, Moguer, una interesante exposición de 37 cuadros que nos sumerge en su universo creativo. La añoranza de sus raíces convierte a esta muestra en uno de los proyectos más emotivos en los que se ha embarcado el autor.
La concejala de Cultura Lourdes Garrido presidió, junto a otros miembros de la Corporación Local, el acto inaugural de la exposición que inunda ya de intimismo, surrealismo y diseño gráfico las paredes del teatro Felipe Godínez, y que podrá ser visitada hasta el próximo 27 de abril.
Con la colección ‘A través de mi cancela’ se presenta en su patria chica Manuel de Diego Flores, un artista consagrado y reconocido a nivel internacional, que encuentra en la sencillez de su pueblo, en la calidez de sus gentes y en la historia que atesoran las calles por las que corría de pequeño, un verdadero regalo que guarda entre sus recuerdos más idílicos. ‘Exponer en Moguer’, aseguraba el propio Flores, ‘lleva implícito para mi una carga emocional y personal tan fuerte’ que ha llevado al autor a rechazar una importante oferta de los Emiratos Árabes para poder estar durante unos días en el pueblo que lo vio nacer.
Si el amor por su tierra y sus raíces hacen que está muestra sea especial para Manuel, lo es aún más por el espacio en el que nos invita a conocer su obra, el teatro Felipe Godínez, antigua estación enológica en la que trabajó su padre.
El público que recorra el hall del teatro podrá admirar una colección de 37 obras de pequeño formato en las que se adivina la evolución artística de este moguereño, y las diferentes etapas por las que ha pasado a lo largo de su dilatada trayectoria profesional. La fotografía la utiliza como materia prima y punto de partida para dar rienda suelta a su creatividad. Sobre imágenes captadas por él mismo, estampa trazos de pintura que realiza con las manos o con cualquier otro elemento, pero nunca con un pincel. Estas composiciones las trabaja como un conjunto que después imprime, para obtener una obra en la que las distintas técnicas se entrelazan, pero en las que no hay superposiciones.
Fueron muchos los moguereños y moguereñas, familiares y amigos del artista, los que acudieron a la inauguración, para transmitirle el calor de un pueblo que se siente orgulloso de ser fuente de inspiración y elemento de nostalgia para aquellos que llevan el nombre de Moguer como bandera.