Aquella Huelva de los años cuarenta

HBN. Corría el año 1939. Huelva entonces era una ciudad de unos 58.000 habitantes, que vivía en la esperanza de recobrar la vida tranquila y comercialmente próspera interrumpida por la Guerra Civil. Una vida que pasaba calmosamente por sus escasos bares y cinematógrafos, por  los paseos hasta el muelle o los atardeceres sentados al fresco, en la Plaza de las Monjas, comentando los partidos del Onuba y añorando las faenas taurinas de la dinastía de los Litri  a la espera de la continuidad de la estirpe.

Una pequeña ciudad que contaba con dos periódicos: Diario de Huelva y Odiel, el primero de orientación católica y que acabó cerrando en 1941, tras 34 años de publicación y el segundo dependiente de Falange Española como rezaba su cabecera, bajo el yugo y las  flechas y una carabela enmarcada dentro de la O inicial y que, originariamente, había sido fundado a finales de 1935 con el objetivo de apoyar las candidaturas de la derecha onubense, especialmente la CEDA, cara a las elecciones de febrero de 1936.

Las ondas radiofónicas se limitaban a Radio Huelva, que tenía un horario restringido para sus emisiones, generalmente de contenido musical y en las que no faltaban los diarios hablados, los célebres “partes”, de las 2,30 y el de las 10. Hasta muchos años más tarde, su inicio llegaba precedido por un toque de corneta de cierto  aroma militar  y se emitía, en conexión con Madrid,  desde sus estudios en la calle Generalísimo Franco.

En el apartado lúdico la ciudad contaba con cuatro salas de cine, a saber: Gran Teatro, Teatro Mora, Park y Cinema Rábida, por ellas pasaron películas señeras de la época: Granaderos del amor, Sigamos la flota, El doble del Rey, Pigmalión o  El lobo humano en la dominical del Cine Park.  Todas estas películas están sacadas de la cartelera que publicaba el diario Odiel el mismo día en que salió la Hermandad del Rocío en su  peregrinación de 1.939

Existieron otras salas de verano, a precios más económicos y especializadas en reestrenos y programas dobles,  entre ellas mencionaremos al Cine Colón, el Oriente, posteriormente reconvertido en sala cerrada, el Cinema Park, hasta en tres emplazamientos llegó a estar y la propia Plaza de Toros, habilitada como cinematógrafo.

Eran los años en que se hacía imprescindible la adquisición del obligatorio emblema de Auxilio Social, consistente en un cartón que se adaptaba a la solapas, era obligatoria su presentación para acceder a espectáculos públicos, pastelerías, bares, cafés y similares… Igualmente, se hacía necesario estar en posesión de la cédula personal, actual DNI, caminar si ella conllevaba la detención de la persona en calidad de indocumentado.

Bares de la época, algunos han perdurado hasta hace escasos años, El Astoria, El Onuba, la Cervecería Viena, En la esquinita te espero, Casa Alpresa, el Nacional, El 9, el Nuevo Mundo. Existían dos casinos El Círculo Mercantil y El Casino Comercial, ambos han pervivido como sociedades recreativas hasta hace poco tiempo, inclusive el Mercantil funciona hoy como sala de juegos.

Los conciertos públicos se celebraban en la Plaza de las Monjas y en la de La Merced, costumbre que estuvo arraigada hasta muy entrados los años 60. En los jardines del Muelle ofrecía sus sones, durante la temporada veraniega,  una sala de baile al aire libre: LA TERRAZA, donde a los compases de las melodías que popularizaban ANTONIO MACHÍN o JORGE SEPÚLVEDA,  los más pudientes trataban de olvidar las penurias cotidianas cerca del olor a sal y marisma de la ría

Todas ellas son cuestiones que pondrá de manifiesto este jueves 10 de abril a partir de las 21.00 horas de la noche la Capilla de la Real e Ilustre hermandad del Rocío de Huelva el escritor Diego Lopa, que ofrecerá la conferencia titulada ‘Semblanza del 39’. Una conferencia-exaltación que se enmarca dentro de los actos conmemorativos del septuagésimo quinto aniversario de la bendición del Simpecado de la Hermandad del Rocío de Huelva, que coincide además con el 75º Aniversario de la bendición de la Hermandad de la Esperanza y de la fundación de la Hermandad de la Victoria de Huelva. Un mismo aniversario para tres acontecimientos muy representativos.

Con esta base, Lopa realizará una disertación con la que recreará la Huelva del año 39 para situar a los asistentes en esa conmemoración, si bien se centrará en las diferentes fechas alusivas a la celebración.

En concreto, sobre la bendición del Simpecado de la Hermandad del Rocío, el orador recreará su primera peregrinación, que se inició el 25 de abril desde la Parroquia de San Pedro y la Iglesia de La Merced. Lo hizo después de que el Simpecado pasara la noche en casa de la camarista, en la calle Gómez Jaldón, en el actual edificio del Colegio de Arquitectos. Entonces, el hermano mayor de la Hermandad del Rocío era Pedro Pérez de Guzmán, siendo su esposa la camarista.

En cuanto a la Victoria, su fundación se produjo en el año 1939, aunque no procesionaría hasta dos años después. Sus fundadores fueron José Zayas Fernández, Eulogio García Ferrer y el historiador Diego Díaz Hierro. Por su parte, la imagen de la Virgen es de Joaquín Gómez del Castillo y de Ntro. Padre Jesús de la Humildad, Antonio León Ortega.

Por último, sobre la Esperanza, Diego Lopa ofrecerá imágenes de esta Hermandad que en el año 1939 tenía como nombres propios a Ramón López, Pepe Jurado y su hermana Carmen, siendo hermano mayor Antonio Jorva. Por su parte, los imagineros son Ramón Chaveli para el Cristo de la Expiración, mientras que el taller de Gómez del Castillo realizó Ntra. Sra. del Mayor Dolor y San Juan Evangelista, siendo la imagen de la Esperanza de León Ortega.

Todo ello en un acto que en el apartado musical contará con la participación del Ensamble de la Sinfónica Municipal de Huelva y la saetera Ana García Caro.

Jerónimo Garrido Marín será el encargado de presentar este acto con el que se inicia la celebración del 75º aniversario de estas tres entidades onubenses.