Mari Paz Díaz. La película de Mario Camus ‘Los Santos Inocentes’ (1984) no sólo ha sobrevivido al paso del tiempo, sino que se ha convertido en uno de los clásicos del cine español. Basada en la novela homónima de Miguel Delibes publicada en 1981, la cinta está protagonizada por grandes de la escena de este país, como son Alfredo Landa, Terele Pávez y Paco Rabal, que realizaron grandes interpretaciones, reconocidas en el Festival de Cannes de 1984 con el Premio a la Mejor Interpretación Masculina para ambos actores, además de recibir la Mención Especial del Jurado.
Esta conocida producción vuelve ahora a la actualidad al cumplirse 30 años desde que llegara a la gran pantalla. La película, ambientada en un cortijo extremeño en los años 60, la cruda historia de una familia de campesinos españoles.
El rodaje, que comenzó a finales de octubre del año 1983, tuvo como escenario principal un cortijo situado cerca de la frontera con Portugal. El objetivo era mostrar las explotaciones latifundistas de la zona, los cortijos.
Esta historia no ha pasado desapercibida en Huelva, ya el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva ha mostrado en más de una ocasión esta película. Lo hizo, por ejemplo, en 1991 cuando rindió un homenaje al recientemente desaparecido Alfredo Landa. Con motivo de aquel más que merecido reconocimiento, el certamen seleccionó un repertorio donde mostraba la calidad interpretativa del actor, donde no podía faltar Los santos inocentes.
Lo mismo sucedió con el otro protagonista de la cinta, con Francisco Rabal, que recibió un homenaje a toda su trayectoria en la edición de 2001 del Iberoamericano al recibir el Premio Ciudad de Huelva. Fue el primer homenaje que recibió el actor tras su fallecimiento en el mes de agosto de ese mismo año. Su viuda, la actriz Asunción Balaguer, acudió por primera vez a recoger un premio en honor a su marido. Y lo hizo en Huelva.
Con todo, Huelva no ha querido ser ajena a una película que ha marcado una etapa de la Historia del Cine en España. Una producción que cumple tres décadas. Nuestro mejor homenaje, volver a verla.