María José Barona, una arquitecto onubense que endulza la vida de los americanos con pasteles made in Huelva

María José en Antelope Canyon, uno de los monumentos naturales de Arizona.
María José en Antelope Canyon, uno de los monumentos naturales de Arizona.
María José en Antelope Canyon, uno de los monumentos naturales de Arizona.

P.C.G. María José Barona es una onubense de 39 años que se fue a Estados Unidos en 2011, cuando a su marido le ofrecieron trabajar para una empresa española en la construcción de la planta termosolar más grande del mundo. Dejó su trabajo como arquitecto técnico en Sevilla y decidió embarcarse con su familia en la aventura americana que les llevaba hasta el estado de Arizona, situado al suroeste del país.

Allí su pasión por la repostería, que aprendió de su madre, y la flexibilidad de realizar un trabajo por encargo le han llevado a montar con dos amigas, Patricia y Adriana, Dolce Meridiano, una pastelería que aúna lo mejor de la repostería onubense y española con la de Uruguay y Brasil. Toda una explosión de azúcar internacional.


Festival de Cine de Huelva

María José es de Huelva capital, y aunque lleva tiempo fuera de su tierra no ha perdido un ápice de onubensismo y de amor por su provincia entera. De hecho, nosha contado que pasaba muchos fines de semana en el pueblo de su madre, en San Bartolomé de la Torre y que tuvo la suerte de pasar todos los veranos en Punta Umbría.

Esta titulada en Arquitectura Técnica estudió en la Universidad de Sevilla y empezó a trabajar en su sector en Huelva «tanto en la capital como en varios pueblos de la provincia, siempre en empresas onubenses». De Huelva a Jaén cuando se casó y después de vuelta a Sevilla antes de aterrizar en Estados Unidos.


Puerto de Huelva

Allá por donde ha ido ha presumido de raíces. Buena prueba de ello ha sido su reciente participación en el I Festival de España celebrado en Phoenix, al que acudió con sus compañeras de Dolce Meridiano y con un buen puñado de rosquillas y sultanas de coco al más puro estilo onubense. María José no en vano no paró de nombrar orgullosa a su Huelva

María José con su marido Germán y sus hijos Germán y Rodrigo en Monument Valley.
Con su marido Germán y sus hijos Germán y Rodrigo en Monument Valley.

Tanto echa de menos su tierra que está deseando que llegue su cumpleaños en junio, fecha que pasará con sus padres y amigos en Huelva, en la misma casa en la que se crió en el centro: «nunca pensé que tendría tantas ganas de cumplir 40. Estoy deseando prepararles una mesa de postres. Va a ser espectacular».

María José ha querido contarle a HBN, cómo es la vida de una onubense en Arizona.

– ¿Cómo surgió lo de trasladarte a Arizona?
– Mi marido es Ingeniero de Caminos y le ofrecieron venirse a trabajar con una empresa española para construir la planta termosolar más grande del mundo. Decidimos dejar nuestros respectivos trabajos, hicimos las maletas y nos vinimos.

¿Y lo montar tu propia pastelería allí?
Siempre me gustó la repostería, y montar tu propia empresa te da flexibilidad horaria. Sabía que al estar aquí sin familia se nos hacía muy difícil trabajar los dos a la vez y tendría que dedicarme al cuidado de mis dos hijos. Pero pasan los meses y los años, y te das cuenta que la vida se va sin más. Esa misma sensación era la que tenían las que hoy son mis socias. Un día hablando con ellas surgió la idea de montar algo en lo que pudiésemos trabajar por encargo para poder organizarnos fácilmente y nació Dolce Meridiano.

– ¿Tus socias son también españolas?
– No, mis socias son de Brasil y de Uruguay. A Patricia, la brasileña, la conocí aquí en Arizona. Me encantaba ir a sus fiestas porque prepara todo al mínimo detalle. Tiene muchas ideas y le gusta, al igual que a mí, preparar unas mesas que asombren a los invitados. Por su parte, a Adriana, brasileña de nacimiento pero criada en Uruguay, la conocí en 2009 en Sevilla porque nuestros hijos iban al mismo colegio y nos hicimos muy amigas. Ella fue la primera que se vino a Arizona, unos meses después llegué yo.

A la izquerda, María José con sus socias de Dolce Meridiano.
A la izquerda, María José con sus socias de Dolce Meridiano.

– ¿Por qué Dolce Meridiano?
– El nombre de Dolce Meridiano surge precisamente porque al ser de tres nacionalidades diferentes, queríamos darle un nombre que nos representara un poco. A una de mis socias le gustaba Meridiano, que es un término geográfico, y había que añadirle algo que definiera nuestro negocio, así que qué mejor que Dolce.

– ¿Tú tienes formación en repostería o cocina?
– ¡Que va! Lo mío es puro amor a la cocina. Me apasiona, me relaja y siempre estoy inventando. Ya de pequeña me ponía a hacer mis recetillas en casa, pero lo que más me gustaba era la repostería. Tengo siempre el recuerdo de cuando mi padre decía que teníamos que montar un restaurante y que yo tenía que ser la encargada de los postres (risas). Pero no, no tengo formación en cocina. Estudié Arquitectura Técnica y en los 10 años que estuve trabajando en España me dediqué a mi profesión, que me encanta. Ahora me dedico a mi otra pasión, que es la repostería. La mayoría de lo que sé lo aprendí de mi madre, aunque también soy un poco autodidacta. Me encanta comprar libros de cocina, leer recetas, ver programas de cocina en televisión e ir probando cosas. Lo que he hecho aquí en Estados Unidos son cursos de decoración de pastelería, ya que para poder entrar en el mercado americano tienes que ofrecer también lo que a ellos les gusta, que es una tarta con un aspecto exterior muy bonito, aunque lo de dentro sea incomestible (risas). Por eso, Dolce Meridiano apuesta por un interior delicioso que encandile a los americanos y una pastelería que aquí no se hace, como la española y la brasileña.

Las rosquillas y las sultanas o coquitos que María José llevó a Phoenix.
Las rosquillas y las sultanas o coquitos que María José llevó a Phoenix.

– ¿Qué dulces típicos de Huelva has dado a probar a los americanos?
– Lo que ofrecimos en el I Festival de España que se realizó en Phoenix fueron, entre otros, las sultanas de coco, que bautizamos como coquitos, para que la gente no se despistara con el nombre, los roscos fritos de anís y roscos fritos de naranja. Todos me traen un recuerdo especial de mi niñez y son dulces que puedes comprar casi en cualquier pastelería de la provincia de Huelva.

– ¿Les gustaron?
– Vendimos todo lo que llevábamos, fue un éxito rotundo. Más de 250 roscos, 200 coquitos, además de pastelería de otros lugares de España, como la tarta de Santiago, alfajores uruguayos y brigadeiros brasileños. Ofrecimos degustaciones para que los asistentes conociesen nuestro trabajo, y era muy satisfactorio ver la cara de la gente porque se sorprendían bastante con el sabor, que les era muy grato y diferente. Varias personas nos preguntaron si los roscos que vendíamos eran donuts, y nuestra contestación siempre era, que lo único que tenían en común era la forma. En ese momento les dábamos a probar y…¡sorpresa!Aparte de este evento a profesional, he tenido la oportunidad de que algunos americanos prueben las torrijas con miel. Tuve la fortuna de participar en el año 2011 en un concurso de postres típicos que convocó la Asociación de Españoles de Arizona y gané el primer premio. Todo lo español gusta en general, porque los dulces tienen un sabor muy marcado. Trabajamos mucho con la almendra, la miel, el anís, la ralladura de limón, y eso aporta matices que los americanos no conocen ni por asomo en su repostería.

No podía faltar en el stand de Dolce Meridiano una tarta de chocolate fondant con los colores de España.
No podía faltar en el stand de Dolce Meridiano una tarta de chocolate fondant con los colores de España.

– ¿Cómo es la vida en Arizona?
– La primera frase que se me ocurre es “muy diferente”. Muy diferente a nuestra forma de vivir y entender la vida. Ellos se dedican a ir a su trabajo y volver a casa directamente, a consumir por consumir y a abrir sus garajes los domingos para hacer Dios sabe qué. Las relaciones sociales se limitan a ir fiestas de cumpleaños, y algunas otras fiestas a las cuales te invitan como dos meses antes y teniendo que confirmar la asistencia. Nosotros estamos acostumbrados a montar una cenita en casa de un amigo en cuestión de minutos, o sea, se nos ocurre la idea mientras estamos tomando el café por la tarde. Eso aquí no existe.La vida es mucho más temprana de lo que estamos acostumbrados. Se almuerza sobre las 12, se cena a las 6 de la tarde y a las 9 estás en la cama. Pero tengo que decir a favor de los americanos que, por lo menos aquí en Arizona, la gente es bastante civilizada. La conducción es tranquila y se respetan muchísimo las señales de tráfico, al igual que una ambulancia o bomberos. Se para el tráfico en ambos sentidos desde el mismo momento que empiezas a escuchar una sirena sin importar de dónde proceda.

– ¿Qué es lo que más echas de menos de Huelva?
– Uffff, muchas cosas….Aparte del jamón, que mi familia me envía camuflado porque en Estados Unidos está prohibida su entrada, el poder comer un buen pescaíto frito. Nosotros tenemos en Huelva una plaza de abastos con una materia prima envidiable, con un pescado fresco y un marisco excelente, pero como hemos crecido con ello, para nosotros es lo «normal», pero te aseguro que cuando estás fuera, empiezas a echar de menos tantas cosas…Otro pedacito que me falta y más anhelo es la playa y, por supuesto, no poder visitar al Nazareno cada vez que quiera.

– ¿Qué cuentas a los americanos de tu tierra?
Desgraciadamente saben poco de Huelva, les tengo que explicar dónde está, ya que lo mismo nos ubican en Sudamérica y se quedan tan tranquilos. Yo siempre les hablo de la costa, de que tenemos unas playas de cine, y que la comida es riquísima. He conocido muy pocos americanos que supieran algo de Huelva y los que sí conocían siempre coinciden en la cuestión gastronómica.

Con sus hijos en Sedona, un pueblo a dos horas de Phoenix.
Con sus hijos en Sedona, un pueblo a dos horas de Phoenix.

– ¿Hay alguna similitud entre el sitio en el que vives ahora y Huelva?
Creo que no se parecen en nada. Empezando por la estructura de la ciudad. Yo le llamo la urbanización gigante porque es básicamente eso, casas, casas y más casas, todas del mismo color beige, ocre y marrón. Las distancias son enormes. Imagínate que en Huelva no hubiese edificios de viviendas y todo el mundo viviese en un chalet con jardín. La extensión que tendría la ciudad sería impresionante, ¿no? Eso es exactamente lo que ocurre aquí. Al no haber edificios con locales comerciales, tanto las tiendas como los restaurantes se concentran en varios puntos de la ciudad, en los llamados mall, así que nada de poder pasear por la calle mirando escaparates, o parar a tomar un café con algún conocido. Aquí no hay gente en la calle caminando, la vida se hace en el coche. Tanto es así que puedes sacar dinero del banco o ir a la farmacia y comprar todo lo que te haga falta sin bajarte del coche.

– ¿Hay algo de Huelva en Arizona?
Gente, (risas). Hay más gente de Huelva por aquí. La mayoría, jóvenes que han venido a trabajar en la construcción de la planta, pero también he conocido a onubenses que están aquí afincados desde hace muchos años.

– ¿Qué te llevarías de Huelva para allá y qué te traerías de aquí para allá?
Me traería la playa y algunos pueblecitos de la sierra, el mercado (con todo lo que hay dentro, of course) y un pedacito de la Semana Santa. Y me llevaría para Huelva sobretodo la limpieza. Es impresionante lo limpias que están las calles y el cuidado de sus jardines. Los parques y las instalaciones deportivas tampoco los dejaría atrás.

17 comentarios en «María José Barona, una arquitecto onubense que endulza la vida de los americanos con pasteles made in Huelva»

  1. Orgulloso de tener una hermana así, defensora de su tierra y que reparte dulzura por tierras americanas. Beso fuerte!

  2. Oleeee!!! Muchísimas felicidades!! y que no se os pase darles a probar el hornazo también!! Que el sabor onubense se extienda por todos los estados y sigáis cosechando nuevos éxitos!
    Beso grande!

  3. Que puede decir una madre de una hija tan dulce, choquera,rociera, cofrade y nazarena del Señor de Huelva. Así como excelente esposa y madre de mis nietos Germán y Rodrigo

    Y eso que aún no ha destapado todo el tarro de la esencia de su creatividad. Vale mas que su peso en oro. Y no es pasión de madre.

  4. Te quiero como padre, y te admiro como persona por la gran capacidad que tienes para ser feliz y hacer feliz a tu marido y a tus hijos, en tierras tan lejanas, sin ayuda del resto de tus seres queridos.

    No siempre los hijos aprenden de los padres, a veces ocurre a la inversa y esto me ocurre a mi, padre de María José, la onubense que presume de ello y se siente orgullosa de su tierra y sus tradiciones. Que nuestro querido Padre Jesús Nazareno te bendiga.

  5. Enhorabuena !!! Me ha encantado tu iniciativa , tu proyecto y la entrevista…te deseo lo mejor en esta dulce aventura que estoy segura conseguiras muchos exitos !!
    Gracias guapa.

  6. Enhorabuena guapetona!!! Me alegro mucho de verte así y sobre todo por dar a conocer más nuestra ciudad. Estamos muy orgullosos de tí y estamos deseando veros otra vez. Un abrazo muy fuerte,
    tu comadre choquera.

  7. ¡Enhorabuena Mª José! Que tu tesón,ilusión y espíritu de superación no decaigan nunca.

    A ver si podemos estar pronto por esas tierras disfrutando de todos vosotros y de esos dulces. Besos

  8. Fantástico lo q estás haciendo.!!!!
    Sigue dejando huellas.
    Te tienes que sentir orgullosa de ti
    Ahhhhh, «RECETILLAS » jajajaja, inconfundible, eres tú.
    Muach, besos

  9. Campeona tu sabes que nuestro espiritu de empredores esta contigo.pues ya sabemos que «de casta le viene al gargo».Tu sabes que tienes energias que te aupan.Muchos besos de todos para todos.

  10. Enhorabuena choquera! Un fuerte abrazo de Fátima y los Enriques. Y un achuchón a los peques. Que disfrutéis de la experiencia! Hasta pronto.

  11. Mariajo, enhorabuena!!!!! Mucha suerte en esta nueva aventura. Quién te iba a decir esto cuando íbamos y volvíamos andando a Teresianas soñando con el futuro y con no llegar tarde ….. Siempre tuviste las ideas claras y la independencia y empuje para llevarlas a cabo. Ahí está la prueba! Me alegro mucho por ti y por tu familia.

  12. Chuli…la verdad es que no sé qué escribir…solamente decirte que me alegro muchísimo por tí y que me siento orgullosa de ser tu amiga…Besos fuertes desde Sevilla…TQM

  13. Muchas gracias a todos. Estoy abrumada con tantas muestras de cariño. Todos me conocéis y me queréis tal y como soy. Familiares que forman parte de mi vida desde siempre, y amigos de la infancia, de la Universidad, del trabajo, de mi marido que lo son míos también, vecinos que son como de la familia, y especialmente a mis padres, MIL GRACIAS

  14. Felicidades a las tres empresarias!! muchisima suerte con esta nueva aventura..aunque ya estais acostumbradas a embarcaros a todo tipo de experiencias, realizar una propia siempre es un orgullo. Besos desde España, ro

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