HBN. Este viernes, 21 de marzo, se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down, fecha seleccionada porque el número representa la triplicación del vigésimo primer cromosoma (día 21, mes 3).
Con motivo de esta conmemoración, Pablo Pineda, primer diplomado europeo con Síndrome de Down y la Fundación Adecco, entidad de la que Pineda es consultor, han querido lanzar un mensaje de sensibilización y eliminación de barreras para normalizar la situación de las personas con este tipo de discapacidad.
Un mensaje que ya ofrecía en Huelva por el primer universitario europeo con Síndrome de Down, ha sido actor y ganador de la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián 2012 por su interpretación en la película ‘Yo, también’, donde dejaba claro que las personas con Síndrome de Down no sólo tienen capacidades diferentes, sino que también tienen algo especial, algo que les permite ser como el resto, e incluso mejores, demostrando que su condición es tan válida como la de los demás, pero que a la vez les hace diferentes gracias a rasgos y capacidades que otras personas no poseen.
Natural de Málaga, este andaluz ejemplar quiso dar a conocer a finales del pasado año en Huelva el secreto de su vida y de su éxito a través de una emotiva conferencia ofrecida en la Fundación Caja Rural del Sur en Huelva, acompañado por el presidente de la entidad, José Luis García Palacios, y el director general de la fundación Adecco, Francisco Mesonero, con quien Pablo mantuvo un interesante coloquio que ha permitido a los asistentes conocer de cerca su apasionante historia.
“He sido una persona muy privilegiada nacida en una familia a la que le debo todo”, manifestaba durante una de sus intervenciones Pablo Pineda, para quien el papel de la familia es el motor de desarrollo de los hijos. “Confiaron en mí, fomentaron mi autonomía y mi forma de desenvolverme. Esto es fundamental, pues si nuestros familiares no confían en nosotros, en nuestras capacidades, es imposible que la sociedad confíe”, explicaba Pablo, añadiendo además que en ese círculo “no deben sobreprotegernos, la sobreprotección aísla a una persona y la hace sentir inferior. Deben educarnos”.
“El problema es que ese mundo se resiste a darnos la oportunidad”, comentaba Pablo Pineda, consultor de la Fundación Adecco, diplomado en Magisterio de Educación Especial y a punto de finalizar la licenciatura de Psicopedagogía, y quien es además actor, escritor y buen comunicador, habiendo recibido la Concha de Plata en el Festival de Cine de San Sebastián por su papel en la película ‘Yo, también’, y participando en el programa ‘Piensa en Positivo’, que se emite los sábados en La 2tve. Y es Síndrome de Down, el primer europeo con Síndrome de Down que termina una carrera universitaria.
“Todos las personas son capacitadas y discapacitadas. No todo el mundo sabe cantar, ni bailar… Nadie es perfecto, pero eso da igual, lo importante es mirar y ver lo que cada persona guarda en su interior, y en ese sentido nosotros sí que tenemos un encanto especial”, confiesa Pablo, a quien le enfada escuchar el termino de ‘mongólico’, “ya veis, asociado a Mongolia. ¡A ver que tengo yo que ver con ese país!”, afirmaba con humor en su conferencia en la capital onubense, robando risas entre los asistentes.
21M, Día Mundial del Síndrome de Down. De acuerdo a la última encuesta del INE, en España existen 34.000 personas con Síndrome de Down, de las cuales aproximadamente 2.500 son menores de 6 años. Según recientes investigaciones, se estima que los nacimientos de estas personas sigan una línea descendente. En el III Congreso Iberoamericano sobre el Síndrome de Down celebrado en octubre de 2013, se estimó que en 2014 esta población tocaría techo y, a partir de aquí, nacerían menos de los que van a fallecer.
A este respecto, Pineda ha lanzado un mensaje a las mujeres que consideren que un hijo con Síndrome de Down puede acarrearles daños psicológicos y, por tanto, se planteen interrumpir el embarazo: “me da pena que se niegue el derecho a la vida a una persona por tener Síndrome de Down, pues tenemos mucho que aportar a la sociedad: alegría, optimismo, ternura y un sinfín de valores positivos. Puedo asegurar que el Síndrome de Down no se padece, sino que se disfruta. Por ello, deben valorarnos por nuestras cualidades positivas y no por nuestras limitaciones, que siempre pesan menos. Esta creencia debe asentarse en las familias, que son el primer contexto socializador” –ha comentado.
Educación integradora. Pineda ha puesto el acento en la importancia de educar desde las edades más tempranas para que la discapacidad, y concretamente el Síndrome de Down, se perciba como una característica más de la persona y no como un elemento diferenciador.
“No hace ni un siglo que las personas con discapacidad éramos símbolo de vergüenza en las familias, se nos trataba de ocultar. Históricamente, la discapacidad siempre se ha asociado a lo negativo o lacrimógeno. Es cierto que se ha avanzado mucho en este sentido, pero aún perduran innumerables “tics” sociales y culturales que hacen que las personas con discapacidad no podamos llevar una vida normalizada. La solución a esto es sensibilización y más sensibilización. Me gustaría que se conciencie desde las edades más tempranas, y que la sensibilización sea un aspecto prioritario en el programa educativo de los colegios”- comenta Pineda.
“No” a la discriminación laboral. Pineda ha recordado los valores que aportan las personas con discapacidad a las empresas: “dosis extra de motivación, ilusión, esfuerzo, capacidad de sacrificio y estabilidad”, y más concretamente las personas con Síndrome de Down: “somos muy metódicos y organizados, nos comprometemos altamente con el proyecto y generamos muy buen clima laboral entre los empleados”.
Pineda insiste en poner el foco en las capacidades de las personas con discapacidad, en detrimento de sus limitaciones. “Si los empresarios se fijan en lo que podemos hacer, descubrirán que somos fichajes estrella. Sólo tienen que darnos una oportunidad para descubrir que al contratarnos no nos están haciendo un favor, sino que están realizando una inversión estratégica en su política de diversidad”.
Para que la no discriminación sea una realidad en las empresas, Pablo Pineda está sensibilizando, de la mano de la Fundación Adecco, a través de su experiencia de vida y de superación. En el año 2013, Pineda se acercó a 18 empresas de toda España y compartió con más de 3.000 empleados su testimonio.
4 comentarios en «Pablo Pineda: «Todo se lo debo a que mi familia confió en mí»»
me parece todo esto muy bien somos personas igual que los demas . no a la discriminacion .
Ya es hora que se les reconozca su valor en la sociedad. Pablo Pineda es un ejemplo. Es necesario cambiar nuestra manera de pensar y no intentar cambiarlos a ellos. Ellos sólo hacen que el mundo sea mejor.
A la sociedad todavía le queda mucho por aceptar que estos niños pueden y deben tener los mismos derechos, los mismos puestos de trabajo, pero lamentablemente no es así, tenemos a Pablo Pineda con su licenciatura y NO le han dado trabajo, el gobierno no hace nada por integrar a estos niños, hablan mucho pero no actúan, las ayudas económicas son mínimas, de risa, 80€ al mes….. Todos deberíamos opinar como Manoli o Marita….
deberias venir al ecuador sudamerica y dar un ejemplo de vida hay una fundacion manuela espejo aca se apoya mucho a las personas con capacidades especiales es una ley que todo el pais que tiene cierta cantidad de personal de empleo a alguien con capacidades especiales o diferentes