HBN. Ángel Hernando y Rafael Santana. Perú. Los dos son voluntarios del Programa de Voluntariado Internacional en Países de Desarrollo del Área de Cooperación Internacional para el desarrollo de ayuda humanitaria de la Diputación Provincial de Huelva. Ambos voluntarios desarrollaron su labor el pasado mes de julio en Lima, en el centro educativo Nuestra Señora de los Andes de los Hermanos Maristas, situado en la municipalidad de Villa María del Triunfo.
Con motivo de la reciente presentación del Programa de Voluntariado internacional de la Diputación de Huelva para el año 2014, hemos contactado con Ángel y Rafael para que nos cuenten su experiencia de voluntario y sirva para motivar a los muchos onubenses que pudieran estar interesados en participar en la presente convocatoria.
-¿Cómo conocisteis el Programa de Voluntariado Internacional que ofrece la Diputación de Huelva?
-Conocimos el programa a través de unos amigos que habían participado en ediciones anteriores del mismo. Nos comentaron que a través de la web de Diputación, en el Área de Voluntariado Internacional, podríamos conocer las bases de dicha convocatoria, así como los destinos que ofertaban.
-¿Ha sido vuestra primera experiencia de voluntariado en el extranjero?
–Ángel: No, ya había participado durante los dos pasados veranos en un campo de trabajo en Kumasi (Ghana) con la ONGD SED, pero ésta ha sido mi primera experiencia en América del Sur. Las tareas desarrolladas han sido similares, centradas en el ámbito educativo.
Rafael: En mi caso, ésta ha sido mi primera experiencia internacional como voluntario.
-¿Podéis contarnos a grandes rasgos en qué ha consistido vuestra labor en Lima?
–Rafael: En el colegio desarrollamos diversas tareas. Durante la jornada escolar realizábamos una labor de apoyo al profesor en el aula, prestando una atención personalizada a los alumnos con mayores necesidades, mientras que por las tardes alternábamos entre sesiones de refuerzo y actividades lúdicas y recreativas (gimkanas, juegos…). Por otro lado, dimos en la medida de nuestras posibilidades apoyo a Rocío, la orientadora del centro, desarrollando varias sesiones de Escuela de Padres así como tutorías grupales con los alumnos de Secundaria.
-¿Cómo es la realidad del colegio y el barrio?
-Ángel: El colegio está situado en uno de los muchos cerros que hay en Lima, se trata de un asentamiento humano consecuencia del desplazamiento de la población rural hacia la capital. El barrio lo compone una bolsa de población con pocos recursos y no cuenta con casi ninguna dotación urbanística. Por su parte, el colegio es uno de los pocos edificios de nueva construcción (5 años) y sirve además de como centro educativo, de lugar de encuentro para muchos de los niños del cerro, donde por las tardes juegan y realizan actividades extraescolares.
El barrio, como otras zonas de Lima, se caracteriza por presentar alto nivel de desempleo y de pocas oportunidades de desarrollo para sus habitantes. Por ello creemos necesario que se apueste por los niños y niñas de esa zona de Lima. Toda acción que se haga con el objetivo de ayudar a luchar contra los problemas de drogas, delincuencia, bandas…, creemos que es necesaria e importante.
-Después de estos meses que han pasado desde vuestro regreso de Perú, ¿cómo valoráis vuestra experiencia?
–Ángel: La considero una experiencia altamente enriquecedora a nivel personal. A la vuelta uno se reencuentra con una realidad diferente, no porque haya cambiado en un mes, sino que lo que si ha cambiado es la forma con la que miras al entorno. Te das cuenta de la necesidad que hay de cambiar algunos de los modos y actitudes sociales para, entre todos, transformemos esta sociedad hacia un modelo más humano y solidario.
Rafael: La experiencia es sumamente enriquecedora en muchos aspectos. Una estancia de tan corta duración solo sirve para conocer y convivir con las gentes de esas otras realidades. La experiencia ha ampliado una vez más la visión del mundo que cada uno tenemos, te hace mucho más consciente de lo afortunado que somos.
-¿De qué manera habéis transmitido esta experiencia a vuestro entorno?
–Rafael: Además de en mi más cercano entorno, al que he contado una y mil veces mi experiencia, debido a nuestra labor como docente, hemos tenido la oportunidad de transmitir nuestras vivencias a los alumnos del centro donde trabajamos a través de unos talleres de sensibilización, así también hemos participado juntos con otros voluntarios en charlas dirigidas a padres y madres de los alumnos de nuestro colegio y a estudiantes de la Facultad de Trabajo Social aquí en Huelva, y en la que, de nuevo, hemos dado testimonio de la experiencia. Así que como verá s en estos meses hemos estado bastante activos en esto de “comunicar”.
-Para terminar, ¿en qué ha consistido este Programa de Voluntariado?
–Ángel: Se trata de un proceso compuesto por varias fases selectivas entre las diferentes acciones a las que nos enfrentamos los aspirantes al programa. Hay entrevistas personales, un proceso formativo en aspectos referentes al voluntariado y al desarrollo en países del sur y unas jornadas de convivencia grupal en la que realizamos diferentes actividades y dinámicas.
Uno de los aspectos que creemos importantes del programa es la dotación económica. Se trata de una beca que cubre hasta el 75% de los gastos que se generan, tales como viajes, vacunas, transporte, manutención, etcétera.
Además de Perú, el programa nos ofreció la posibilidad de acceder a otros destinos internacionales como Benin, Marruecos, Ecuador, Guatemala, Nicaragua…, países en los que poder desarrollar una importante tarea en el ámbito educativo, social, sanitario y técnico, según los perfiles de los candidatos.