Mari Paz Díaz. Jaime Rodríguez Angelina siempre se ha sentido atraído por el mundo del arte. «Desde niño me gustaba garabatear cuadernos intentando representar lo que me rodeaba«, nos confiesa. Una inquietud que, poco a poco, fue trasladándose a una actitud, hasta que comprobó que era posible hacer de su afición al arte un modo de vida. Dedicarse en pleno a sus creaciones artísticas no fue una decisión fácil, pero finalmente se decidió con el apoyo de sus padres y amigos.
Su primer paso fue cursar el Bachillerato Artístico en la Escuela de Arte León Ortega de Huelva, al tiempo que comenzaba a pintar acuarelas por la tardes en el estudio de Alfonso Aramburu, que, según recuerda Jaime, «me enseñó a desenvolverme con esta técnica, de ahí que empecé a sentir predilección por ella frente a las demás».
Después del bachillerato, Jaime Rodríguez se marchó a Granada a estudiar Bellas Artes, una facultad en la que considera que se ha impuesto un tipo de arte más “vanguardista” que en las demás, dejando a un lado completamente el arte clásico, por lo que conoció otros estilos diferentes a los que hasta ese momento estaba acostumbrado.
Pero no se quedó ahí. Siempre tuvo claro que había que formarse y conocer nuevas perspectivas, por lo que en cuanto tuvo ocasión pidió una beca para marcharse a Polonia a estudiar a la Universidad de Varsovia. Era una de las más academicistas que encontró, por lo que aprendió a dibujar la figura humana y el paisaje.
En el año 2010 regresó a Granada para finalizar la carrera y comenzó a estudiar el Máster de Educación Secundaria con la intención de dedicarse posteriormente al mundo de la docencia. Sin embargo, esta posibilidad profesional en este momento era complicada, por lo que está plenamente dedicado a la pintura.
Fue entonces cuando conoció al pintor José María Franco, que ha sido su maestro. Con José María ha compartido un tiempo en la Sierra de Aracena, nutriéndome de sus consejos y su experiencia. Una experiencia que reconoce que le ha servido de mucho, antes de marcharse a Reino Unido, su destino actual.
Todo con el objetivo de mejorar a base de esfuerzo y persistencia. Así nos lo cuenta en esta entrevista personal, que nos permite conocerlo mejor.
-¿Cuándo te surge el interés por la pintura?
-Creo que siempre he sentido curiosidad por la pintura. Desde pequeño. No recuerdo un solo día en el que no me hayan surgido dudas y preguntas acerca de cómo realizar una representación pictórica. Siempre me ha gustado plantearme ese tipo de problemas para ponerme a prueba y resolverlos en cuanto tengo ocasión. Es una forma de motivarme y mejorar en mi trabajo.
-¿Cómo definirías tu arte?
-Como una búsqueda, un proceso, una investigación constante e interminable que me permite expresarme y compartir vivencias, inquietudes y sensaciones con el espectador.
-¿Qué temática te interesa?
-Me interesa todo tipo de temática, aunque lo que más he realizado han sido paisajes y retratos. Depende del día, del estado de ánimo, de caprichos. Me gusta trabajar todo tipo de temas, ya que es bonito enfrentarte a los problemas que cada uno te plantea. Algunos artistas están especializados en una temática concreta, pero de momento yo sigo investigando. No me gustaría centrarme únicamente en un tema, al menos de momento. Necesito seguir conociéndome, poniéndome a prueba, viendo hasta dónde puedo llegar.
-¿Qué estás haciendo en estos momentos?
-Trabajo en una serie de paisajes con intención de realizar una exposición en breve. Aún quedan obras por terminar y no tengo claro cuál será el lugar donde expondré, pero espero poder mostrarla dentro de poco tiempo. También trabajo día a día con encargos particulares, que me permiten seguir adelante y ganar algo de dinero para poder seguir trabajando.
-Has viajado mucho por el extranjero. ¿Por qué?
-Pues ha habido diferentes razones. Aunque el arte siempre ha estado entre ellas. Viví un año en Polonia disfrutando de una beca que me permitió conocer las corrientes artísticas actuales de este país, donde me encantaría volver en cuanto tenga ocasión, ya que resultó una experiencia muy gratificante. Allí conocí a un gran número de artistas con los que me encantaría retomar el contacto y ver en qué están trabajando hoy en día. Había un nivel impresionante.
Posteriormente pasé una temporada en Munich (Alemania), donde realicé todos los trabajos de mi última exposición individual. Fue una temporada muy productiva. Un retiro por llamarlo de alguna manera, en el que me encontré muy cómodo trabajando y en el que perfeccioné la técnica de la acuarela considerablemente, con la que me encanta trabajar hoy en día.
Recientemente he vuelto de Inglaterra, donde he pasado una larga temporada trabajando, por ganar algo de dinero y mejorar el nivel de inglés. He tenido poco tiempo para pintar, por lo que he vuelto con unas ganas enormes de hacerlo y nuevas ideas y proyectos que desde el primer día puse en marcha y que estoy deseando poder mostrar cuanto antes.
-¿Por qué elegiste a José María Franco como maestro?
-No fue algo premeditado, más bien coincidencia. José María fue compañero de trabajo de mi padre y se conocen desde hace años. Un día mi padre le habló de mí y le propuso la idea de acogerme como discípulo, a lo cual él accedió encantado. Desde el principio congeniamos muy bien y hoy en día seguimos manteniendo una gran relación de amistad. También he tenido la suerte de poder conocer a otro gran artista, el escultor Alberto Germán Franco, su hijo, que también me ha ayudado enormemente.
-¿Qué te ha aportado?
-Me ha aportado muchísimo, no sólo en lo referente a la pintura, sino también en lo personal. Sin duda destacaría el amor que me ha inculcado por nuestro trabajo. Es un trabajador incansable. Sorprende enormemente que una persona con tantísima experiencia y bagaje siga demostrando ese entusiasmo por lo que hace, esas inquietudes y ese hambre de saber.
-De los trabajos que has realizado hasta ahora, ¿cuáles destacarías?
-Todos los trabajos que he realizado tienen su sentido y cada uno de ellos tiene algo especial para mí. Algunos han tenido más repercusión mediática, como los carteles que realicé para hermandades de Semana Santa y el Rocío. Así, le tengo especial cariño puede que sea al cartel que hice para la Hermandad de Estudiantes en 2011, quizás por ser el primero de todos, aunque, como he comentado, todos tienen su sentido y valor.
Hay algunos retratos a los que les tengo también mucho cariño, como uno que realicé del cantaor Enrique Morente, que guardo en casa como un tesoro, y que sólo saldrá de ahí para llegar a manos de su familia, con la que intento contactar desde hace tiempo. Sería para mí un orgullo enorme que ellos lo conservaran.
-¿Tienes algún proyecto interesante?
-Estoy trabajando en mi próxima exposición, una serie de paisajes con algunos formatos distintos a los que he usado anteriormente en mis trabajos. La mayoría serán acuarelas, que es la técnica con la que más cómodo me encuentro trabajando, aunque no descarto introducir algunos óleos con la misma temática.
-Después de formarte, ¿qué te gustaría hacer?
-Siempre he soñado con poder trabajar como docente. Me encantaría poder transmitir mis conocimientos a otras personas, compaginándolo con mi trabajo como artista plástico. Por ahora es difícil, no hay oportunidades por lo que hay que adaptarse y seguir formándose, lo cual no tengo pensado dejar de hacer nunca. En esto del arte nunca se paran de aprender cosas.
-¿Algún sueño?
-Simplemente me gustaría poder dedicar mi vida plenamente a disfrutar de lo que hago. Vivir sin preocupaciones de tipo económico o político, que tanto tiempo nos ocupan hoy en día, dedicarme única y exclusivamente a mi obra. Todo esto con un estudio en el Rompido o en la Sierra de Aracena estaría de maravilla. Como dicen, soñar es gratis…
-¿Qué papel crees que está jugando Huelva en el mundo del arte?
-Creo que hay una enorme cantidad de artistas de gran nivel en Huelva, tanto en la capital como en su provincia. Todos ellos de estilos muy diversos. Desgraciadamente la situación económica actual no ofrece muchas facilidades y se desconoce la obra de muchos de ellos por falta de recursos.
Pero también existen algunas asociaciones que están permitiendo dar a conocer e impulsando su trabajo fuera de nuestras fronteras. Y tenemos la suerte de contar con la tecnología, internet, las redes sociales, páginas web…, que son una herramienta tremendamente útil a la hora de darse a conocer. Existe un nivel tremendo en la obra de nuestros artistas, no sólo actuales, sino también del pasado. Muchos onubenses quedarían asombrados al ver la competencia que existe en nuestra provincia.
-Algún mensaje a los onubenses…
-Que intenten disfrutar de todos los privilegios que Huelva nos brinda, sus rincones, su gente, sus costumbres, su gastronomía y, por supuesto, su arte, al cual intentaré aportar humildemente lo que pueda mediante mis obras.