Elisabeth Méndez. El licenciado en Geología y doctor en Ciencias de la Tierra por la Universidad de Huelva, Rafael Pérez López, se encuentra inserto en un proyecto de investigación que tiene como objetivo la mejora ambiental de Huelva y su entorno a través de la eliminación de las balsas de fosfoyesos, incidiendo este proceso a su vez en una reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera y en el tratamiento de residuos mineros abandonados.
Todo ello, según explica, sería posible gracias a un proceso que su grupo de investigación ha ensayado con éxito en el laboratorio, y que consiste en la reutilización del fosfoyeso como un posible ‘recurso’. En concreto, y según da a conocer Pérez López a Huelva Buenas Noticias, “algunos estudios previos de nuestro grupo demuestran como es posible la utilización de este residuo como fuente de calcio para el secuestro mineral de dióxido carbono, de tal manera que la calcita obtenida del proceso permitiría recuperar a su vez la contaminación de los ríos Tinto y Odiel”.
Este joven onubense para quien la principal preocupación es la resolución de los problemas ambientales existentes en la provincia, trabaja actualmente en el Departamento de Geología de la Universidad de Huelva, contratado por el Subprograma Ramón y Cajal, y ha participado a sus 35 años de edad en 28 proyectos de investigación, contando además con 35 publicaciones en revistas internacionales y 21 de difusión nacional, y con más de 50 presentaciones de congresos nacionales e internacionales. Una amplia trayectoria y experiencia centrada en su mayor parte en la evaluación ambiental de residuos y su posible revaloración como recursos potencialmente aplicables para la resolución de otros problemas ambientales, cuestión en la que sigue inserto hoy día con esta línea de investigación trascendental para Huelva y sobre la que este especialista ha conversado con nuestro periódico.
– ¿Cree que existen posibilidades de eliminar o disminuir los efectos nocivos de los fosfoyesos en Huelva?
– Primero, habría que hacer una evaluación ambiental de la zona afectada por la balsa de fosfoyeso. Esa evaluación supondría un estudio de la movilidad de los contaminantes en el medioambiente y su posible interacción con el ecosistema de marismas. Sabemos por algunos estudios previos que la contaminación tiende a minimizarse en el contacto del fosfoyesos con las marismas, ya que existen procesos catalizados por bacterias que implican la inmovilización de los contaminantes.
Aunque también somos conscientes de que existe un flujo de agua contaminada que migra lateralmente y que puede descargarse al Estuario de la Ría de Huelva. En ese sentido, sería crucial cuantificar el aporte total de contaminantes al estuario y establecer una comparación con la cantidad total de contaminantes procedentes de los entornos mineros a través del río Tinto y Odiel. No hay que olvidar que ambos ríos descargan una gran cantidad de acidez y contaminantes procedentes de los entornos mineros abandonados de la provincia de Huelva.
Posteriormente, habría que buscar posibles aplicaciones alternativas al fosfoyeso. La eliminación del residuo en vertederos pienso que es una opción económicamente desorbitada; además, implicaría eliminar el problema de un sitio para trasladarlo a otro. En nuestro grupo de trabajo, estamos realizando ensayos de laboratorio enfocados a la reutilización del fosfoyeso. La idea sería la revalorización del ‘residuo’ como un posible ‘recurso’.
– ¿Y en qué consiste ese proceso de reutilización?
– Una posible opción para la evaluación ambiental, tratamiento y revalorización de los fosfoyesos se basa en algunos estudios previos de nuestro grupo, que demuestran como es posible la utilización del fosfoyeso como fuente de calcio para el secuestro mineral de dióxido carbono. El proceso se resume en los siguientes pasos: de un lado, la disolución del fosfoyeso (CaSO4·2H2O) mediante una solución de sosa caustica (NaOH), resultando en portlandita (Ca(OH)2) y thenardita (Na2SO4); y, de otra, la Carbonatación de portlandita en un sistema acuoso mediante inyección gaseosa de CO2, resultando en la formación de calcita (CaCO3).
Esta metodología es especialmente atractiva y ecológicamente limpia, ya que tiene el potencial de gestionar dos problemas ambientales simultáneamente: por una parte, la búsqueda de aplicaciones al fosfoyeso; y por otra, la reducción de las emisiones locales de gases de efecto invernadero. Además, la calcita resultante del proceso puede utilizarse para el tratamiento de las aguas ácidas altamente contaminantes que se producen en los entornos mineros abandonados de la provincia de Huelva, lo que permitiría recuperar a su vez la contaminación de los ríos Tinto y Odiel.
– ¿Cuánto tardaría este proceso?
– No podría decirle exactamente el tiempo total de la actuación. Sin embargo, como se ha observado en el laboratorio, el proceso de disolución y carbonatación del fosfoyeso para la generación de calcita es relativamente rápido. Este es un proceso que incluso se podría llevar a cabo in situ en la balsa sin necesitad de grandes instalaciones ambientales.
– ¿Qué papel juegan las administraciones en el mismo?
– Los estudios preliminares que se han llevado a cabo en nuestro grupo de investigación han estado financiados por un pequeño proyecto de investigacióndel Ministerio de Economía y Competitividad (Acción Complementaria a proyectos de investigación fundamental no orientada 2011) . Afortunadamente, estos resultados preliminares nos han permitido conseguir financiación para continuar la investigación gracias a la obtención de un proyecto de mayor envergadura (Proyecto de Investigación de Excelencia 2012) de la Junta de Andalucía.
– ¿Cómo surge la idea de investigar sobre este ámbito?
– Durante mi formación predoctoral y postdoctoral, la principal línea de investigación que he llevado a cabo siempre ha estado relacionada con la evaluación ambiental de residuos y su posible revaloración como recursos potencialmente aplicables para la resolución de otros problemas ambientales. En particular, nuestros trabajos desarrollados hasta el momento plantean posibles soluciones para el tratamiento satisfactorio y la revalorización de residuos mineros de las minas abandonadas de la provincia de Huelva, residuos alcalinos de la industria papelera, y residuos de la combustión del carbón en centrales térmicas. Algunos de estos planteamientos están incluso patentados a nivel internacional. Pensamos que esta experiencia previa abalaría un estudio de evaluación ambiental y revalorización de la balsa de fosfoyeso.
– ¿Qué beneficios aportará su trabajo a Huelva y a sus ciudadanos?
– La idea planteada tiene varios objetivos que aportarían una mejora ambiental a Huelva y su entorno, como son la eliminación del fosfoyeso, la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera, y el tratamiento de residuos mineros abandonados. Nuestro grupo ha cuantificado el aporte total de contaminantes que descargan los ríos Tinto y Odiel en el estuario, demostrando que ambos ríos son sin duda la principal fuente de contaminación a la ría de Huelva. Por tanto, de los tres objetivos, el tratamiento de residuos mineros sería el que contribuiría de forma más significativa en la recuperación ambiental de la provincia de Huelva y su estuario.
– ¿Qué apoyos ha recibido para llevarlo a cabo?
– Como he comentado anteriormente, el apoyo financiero para llevar a cabo la investigación procede del Ministerio de Economía y Competitividad con un proyecto pequeño de 1 año que finalizó en diciembre de 2013, y de la Junta de Andalucía con un Proyecto de Investigación de Excelencia de 3 años que nos acaban de conceder, aunque formalmente aún no ha comenzado.
– ¿Para cuándo espera tenerlo concluido?
– La duración del Proyecto de Investigación de Excelencia de la Junta de Andalucía es de 3 años. En el proyecto, se plantean estudios de campo sobre movilidad de contaminantes y ensayos de laboratorio sobre la posible reutilización del fosfoyeso. Una vez concluido, tendremos el procedimiento de reutilización optimizado para llevarlo a cabo en un futuro si conseguimos financiación en futuras convocatorias públicas.
– ¿Cree que los onubenses consideran los fosfoyesos como un verdadero problema para su salud?
– Sí, lo creo. Sin embargo, pienso que también hay un desconocimiento importante sobre la principal fuente de contaminación del Estuario de la Ría de Huelva: la existencia de más de un centenar de zonas mineras abandonadas que liberan contaminación y que llegan al estuario a través de los ríos Tinto y Odiel.
– Y dígame, Rafael, ¿Que sería para usted una buena noticia en el campo de la investigación?
– Que en este país se apostará mucho más por la investigación. La ciencia es la clave para resolver las inquietudes de los ciudadanos. En la actualidad, nuestra labor investigadora se ha visto mermada por la crisis y numerosos equipos de investigación están haciendo las maletas para enriquecer con su conocimiento el progreso de otros países.
5 comentarios en «La reutilización del fosfoyeso como fuente de calcio y su aplicación en la recuperación de los ríos Tinto y Odiel, objetivo de una investigación de la Onubense»
A ver si cuidamos esos cerebros y no los dejamos escapar. Hacen mucha falta investigadores en España y la prueba está ahí
Esperemos que este gran científico de nuestra tierra no se vea obligado a emigrar. Por favor que se invierta nuestro dinero en personas como estas y no en banqueros
ENHORABUENA.TIENE TODO MI APOYO Y SOLIDARIDAD.
COMO CIUDADANO…..MUCHAS GRACIAS.
Todas las propuestas de solución sean bienvenidas, pero que piensa hacer, por ejemplo, al respecto de las más de 3500Tm de uranio empobrecido y toda su serie radiactiva esparcidas por este erial químico-radiactivo de 1200Has. O con las más de 3000Tm/año de arsénico vertidas indiscriminadamente con el fosfoyeso, o las 330/año de plomo, o las 35/año de mercurio, por citar algunas. Y las cenizas de piritas o los lodos de dragado mezclados en esta tarta tóxica? Que el aporte de la contaminación minera es mayor es algo que le gusta oír a la estirpe política para echar la culpa a los romanos y posiblemente la mejor manera de que te siga financiando la administración, que por otra parte obvia su dejadez de funciones al permitir el abandono de la actividad minera sin compromiso ambiental, pero lo cierto es que valorar contaminación industrial sólo por lo que sale por la tubería, es una frivolidad, siempre que los caciques químicos de Huelva han sido amantes de la evacuación legal y a gran escala de sus desmanes, llámese balsas de fosfoyeso, descargas de buques en el mar, o un sin fin de vertidos extras perdonados de antemano. Atmósfera lo dejamos para otro día…
Estoy completamente de acuerdo con las observaciones de Edén Químico.
Se nota que sabe de lo que habla……y casi podría adivinar su nombre real por la forma en que lo expresa…..lo mismo que él podría adivinar el mío.
El Dr. Péres es un científico con buenas intenciones, pero con notorio desconocimiento de la realidad de los fosfoyesos, aunque alabamos sus positivos trabajos para encontrar soluciones.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce Y Edén ha puesto sobre el tapete hechos incontestables para los que sabemos y conocemos el contexto de las realidades de lo que son las balsas de fosfoyesos.
No sólo hay allí fosfoyesos sino además millones de toneladas (y muchos) de otros residuos que se han vertido con la connivencia de la Consejería de Medio Ambiente,
Ese es el gran problema. Los fosfoyesos casi son la anécdota……y eso no lo conoce el Dr. Pérez. La realidad es mucho más oscura que los propios fosfoyesos