Juan Carlos Jara. La Biblioteca Pública de Huelva acogía hace unos días la presentación en nuestra ciudad de Las estrellas han hallado otra forma de morir, el tercer poemario de la onubense, de Gibraleón, Carmen Ramos. Tras Mudanza interior y Poliédrica, sus anteriores publicaciones, nos encontramos ahora ante una nueva oportunidad para adentrarnos en los versos de una escritora que reconoce no tener ataduras formales.
La obra contiene palabras llenas de sentimiento y arranca del duro momento que supone el adiós a un padre. Nos encontramos con un tiempo oscuro, complicado, hiriente y sin sosiego, que Carmen Ramos vive y luego nos transmite sin adornos, con la cruda realidad de quien siente el vacío, inmenso, en lo más profundo de su alma. Pero desde esa oscuridad surge de nuevo la vida, imperfecta y cotidiana, sincera. La poetisa nos muestra su día a día, monótono y sin embargo distinto a cada hora, lleno de momentos sin contenido aparente pero que encierran vivencias muy profundas.
La vida y sus paradójicas contradicciones, expresada con palabras. El sufrimiento intenso que supone la muerte de un ser querido y que es consecuencia de la felicidad anteriormente sentida junto a él, tal y como explicaba Clive Staples Lewis en la interpretación de su vida que hizo Anthony Hopkins en Tierras de penumbra. “El dolor de ahora es parte de la felicidad de entonces. Ése es el trato”, decía. Sentimientos contrapuestos, presentes todos ellos en una obra que posee gran calidad sin necesidad de que los versos rimen de forma forzada. Ni falta que hace.
La poesía de Carmen Ramos es, en palabras de Enrique García en Sevilla Actualidad, “un manifiesto […] al encuentro con lo bello de lo cotidiano”. Se repite aquello que el novelista José Martínez Ruiz ‘Azorín’ decía en 1903 cuando hacía referencia a Juan Luis Vives, uno de los grandes filósofos y humanistas del Renacimiento español, explicando que éste profesaba “un intenso amor por las cosas pequeñas” y que había sentido, “acaso mejor que nadie, la eterna poesía de lo pequeño y lo cotidiano”. La belleza de lo efímero, de lo más cercano, de aquello que vivimos a diario casi sin darnos cuenta porque se ha convertido en rutina y que esta escritora, como en el Renacimiento, también capta en sus versos.
Las estrellas han hallado otra forma de morir cuenta además con el privilegio de haber sido candidata a la vigésima edición del Premio Andalucía de la Crítica. Su literatura, fresca e íntima, está a la altura de los mejores autores de nuestra comunidad autónoma. Todo un privilegio, sin duda, como el que supuso en la presentación del libro escuchar esos versos en la voz de su propia autora, esa voz que Javier Das, prologuista de la obra, define como “cotidiana, cercana”, que “te acompaña y te rodea, sincera”. En el acto nos rodeó con la fuerza de sus versos. Y lo disfrutamos.
2 comentarios en «Las estrellas mueren; la poesía, vive»
Muchísimas gracias por tus palabras Juan Carlos. Fue un lujo tenerte en la Biblioteca a mi lado, como amigo y como profesional del periodismo.
Las gracias a ti, Carmen. Ya te dije que me sorprendió tu obra y que me parece que muestra una madurez y un avance dignos de elogio. Enhorabuena.