Miguel Velasco Márquez. En Ciudadano Kane Orson Welles radiografió la vida del magnate de la prensa William Randolph Hearst, cuya carrera le llevó a la cima por su implacable búsqueda de poder y fortuna. Bien, cambiemos a Randolph Hearst por Jordan Belfort, el poder generado por un tabloide por la venta de bonos basura en Wall Street y a Rosebud por prostitutas, sexo y drogas y obtendremos una cara B del ascenso y caída del sueño americano. Si agitamos la coctelera, el resultado será esta suerte de Ciudadano Belfort.
Scorsese nos lleva demostrando durante cuatro décadas por qué es uno de los pocos maestros que quedan en activo en el cine, si bien desde aquel volcán cinematográfico que nos brindó en 1995 con Casino no alcanzaba cotas de maestría similar a las de este último film. Cuando entre tu filmografía se encuentran obras de culto del tamaño de Taxi driver, Toro salvaje o La última tentación de Cristo, tu peor enemigo es únicamente tu legado y las expectativas van acorde a tu brillante carrera. Este último punto ha pasado factura en los últimos años al newyorkino, tras la prodigiosa Casino en 1997, su impoluta carrera comenzó a decaer con una película tan farragosa como Kun para después entrelazar productos totalmente fallidos cinematográficamente (Al límite, El aviador, La isla desierta), con obras notables a las que el espectador dio la espalda en taquilla (Gangsters de Nueva York, La invención de Hugo).
El director ha vuelto a poner de acuerdo a crítica y público con este biopic sobre la vida de Jordan Belfort: un personaje que logró hacerse con el control de una de las agencias corredoras de bolsa más importantes del mundo (Stratton Oakmont), operando con bonos basura y utilizando todo tipo de artimañas fraudulentas. Finalmente, en 1998 fue imputado por estafa y blanqueo de capital.
El personaje que interpreta Di Caprio es muy joven, apenas tiene 24 años, pero también es muy ambicioso. Su afán por hacer dinero le lleva a convertirse en un broker destacado de Wall Street y directivo de la empresa de inversiones bursátiles Stratton Oakmont, dispuesto a todo para enriquecerse.
Corren los años 90 y en el parqué de Nueva York casi todo vale. A costa de traficar con bonos basura y de estafar a numerosos inversores, Belfort se convierte pronto en una máquina de hacer dinero, y también de gastarlo. En un día podrá engordar sus cuentas con millones de dólares y gastarlos por la noche a la misma velocidad. El juego sucio que lleva en la bolsa lo aplica también en su vida extra profesional. Drogas, prostitutas, caprichos de lujo elevadamente caros… Todo vale en la vida de excesos de este personaje.
En el plano interpretativo, todos ayudan a dotar de alma a la cinta. Impecables Jonah Hill, Kyle Chandler y Jon Favreau. Brutal un irreconocible Matthew McConaughey que brinda en escasos minutos una de las escenas más magníficas del film. Éste parece ser el año del intérprete que se ha deshecho de su imagen de galán para ganarse la credibilidad absoluta en su profesión.
Pero la película es Di Caprio. Desde su lucha por el ascenso y el reconocimiento social hasta su caída. Consigue que observes mil aristas diferentes del personaje con una sola caída de parpados. Soberbio, único. Solo por la icónica escena en la que puesto hasta las cejas se arrastra a su coche merece todos los premios que de seguro le van a caer este año.
Oda al exceso y al desenfreno rodada con la maestría que sólo un genio sabe imprimir a las imágenes. Sí, son tres horas y no solo no se hacen largas, sino que no mirarás el reloj ni un solo momento. Este viejo lobo que es Scorsese te mantendrá totalmente atrapado por un tío sin escrúpulos que mirándote desde la pantalla te espetará: “Me llamo Jordan Belfort. El año en que cumplí los 26 gané 46 millones de dólares, y eso me cabreó porque solo por tres no llegué al millón a la semana”.
Ficha técnica
Película: El lobo de Wall Street. Título original: The wolf of Wall Street. Dirección: Martin Scorsese. País: USA. Año: 2013. Duración: 180 min. Género: biopic, comedia dramática. Interpretación: Leonardo DiCaprio (Jordan Belfort), Jonah Hill (Donnie Azoff), Matthew McConaughey (Mark Hanna), Kyle Chandler (Patrick Denham), Jean Dujardin (Jean-Jacques Saurel), Margot Robbie (Naomi), Jon Favreau (Manny Riskin). Guión: Terence Winter; basado en el libro de Jordan Belfort. Producción: Martin Scorsese, Leonardo DiCaprio, Riza Aziz, Joey McFarland y Emma Koskoff. Música:Howard Shore. Fotografía: Rodrigo Prieto. Montaje: Thelma Schoonmaker Powell.