Redacción. La delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Lourdes Martín, ha mantenido un encuentro con las mujeres participantes del taller de autoestima que organiza la asociación de vecinos Amapolas con la finalidad de acercar esta actividad a la población femenina residente en el Distrito V de la capital onubense.
El taller ha contado en su última edición con la asistencia de 40 usuarias, que han tenido la oportunidad de acceder a herramientas, mensajes y consejos formativos a cargo de una psicóloga para descubrir sus posibilidades y crecer como personas.
La celebración de esta iniciativa, cuya sede ha sido las instalaciones de la entidad vecinal, en la barriada Príncipe Felipe, forma parte del programa ‘Abriendo puerta a los sentidos’, impulsado por ‘Amapolas’ con el propósito de fomentar las relaciones grupales en el colectivo, desarrollar experiencias culturales y lúdicas, mejorar su autoestima y, en definitiva, crear conciencia de las posibilidades personales que cada una tiene.
La Junta de Andalucía, a través de la Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, viene subvencionando desde 2007 este programa, que también contempla la puesta en marcha de otros talleres sobre sexualidad, charlas en las que se abordan temáticas solicitadas por las usuarias y encuentros formativos. En total, la administración autonómica ha destinado 61.000 euros a su organización.
Se trata de una cuantía que se enmarca en la línea de ayudas que desde el Gobierno andaluz se consignan a entidades que trabajan en las denominadas zonas con necesidades de transformación social (ZNTS), como es el caso del Distrito V en Huelva. En este apartado concreto va enfocada a prestar apoyo e incrementar la calidad de vida de las mujeres residentes estas zonas, que presentan numerosas carencias y, a la vez, asumen muchas responsabilidades familiares y laborales.
Los objetivos generales de los programas apoyados por la Junta en estas ZNTS se basan fundamentalmente en prevenir y combatir la exclusión social promoviendo el desarrollo de acciones que den respuesta a las necesidades reales que sufre la población de estos barrios; desarrollar un modelo de intervención integral en zonas desfavorecidas que posibilite la inclusión sociolaboral de personas en riesgo o situación de exclusión social, así como el impulso y promoción socioeconómica del territorio, y mejorar los niveles de profesionalización de la intervención mediante de la formación y reciclaje profesional de los técnicos que ejecutan las acciones.