Miguel Ángel Velasco. El museo de Huelva se mueve. La nueva dirección de la institución, a cargo de Pablo Guisande, está abriendo el antiguo caserón de la Alameda Sundheim , con todo sus contenidos, a la ciudadanía onubense de una forma sencilla y constructiva que hacen las delicias de todos aquellos que se acercan al mismo. Prueba de ello lo tenemos en la exposición de Pilar Barroso. La pintora onubense congregó en la tarde de este martes 21 de enero a un buen número de amantes de la cultura que saborearon de la versátil paleta de la autora en un recorrido lleno de luces y colores. Paisajes, bodegones, retratos y otros, conforman un espléndido viaje a través de la obra de Pilar Barroso, de sus orígenes y evolución.
Esta nueva fórmula de explicar el arte, la pintura en este caso, abre el mundo de esta especialidad a personas ignotas en ella, atrapándola y haciéndola participe de este genuino universo. Al comienzo de la improvisada charla, ante un cuadro del artista Pedro Gómez, un paisaje posiblemente anterior a la guerra civil española, desconocido por la mayoría del público en general, Barroso fue explicando con su forma sencilla y amena, coloquial y sin academicismos artificiosos, todos los pormenores técnicos del mismo. Los trazos limpios y seguros sobre los árboles, el aprovechamiento de la luz y la consecución del impacto visual deseado a través de la depurada técnica del pintor del Conquero. Cielo y tierra, agua en medio. Tres elementos y una solución. Todo ello mezclado con anécdotas y vivencias de sus primeros años con el maestro en el antiguo taller de la calle San Cristóbal, con el escultor León Ortega o con el tallista Hierro, que hacían más rica y viva la exposición. Si a ello le sumamos los añadidos técnicos por parte de Bernardo Romero y del Doctor en Arte Jesús Velasco, solamente podemos encontrar como resultado un rico elixir de la mejor lección sobre la temática pictórica onubense del siglo pasado.
Posteriormente, con un público ya animado, el paisaje de Pedro Gómez dejó paso a otro de la misma composición del pintor Mateo Orduña. De igual forma, Barroso habló de sus vivencias con el compañero, de sus encuentros en Madrid y de las diferencias artísticas entre maestro y alumno. Orduña se separa de la técnica de Gómez, según Velasco, porque éste no admite ser segundo de nadie y recurre a otro estilo diferente y diferenciador que lo haga el número uno. Gran maestro Orduña, para el que Barroso tuvo grandes palabras de elogios y sinceras muestras de alabanza, tanto en su forma de pintar como en la manera de componer y estructurar el cuadro. Ese cargar de elementos y de peso ante las formas lisas y suaves, limpias, de Pedro Gómez. Por último, Guisande retiró la obra de Orduña para acercar la joya de la corona de la lección y del tema que se estaba suscitando ante la enorme expectación de los asistentes, Paisaje 14 de José Guevara. El ocre, el óxido, esa tonalidad triste y apagada que tanto impregna el pincel de los mejores artistas onubenses, desde Labrador a Seisdedos, pasando por los allí citados, y muchos otros que como maestros se merecen ser catalogados. Y aparece la técnica de “la pintura quemada”. Es entonces cuando Barroso reclama la intervención de Jesús Velasco para que explique en qué consiste esta y analice, aunque sea someramente, la vida y obra del autor, su relación con Orduña, sus diferencias y conexiones, su vida extraordinaria entre lo material y lo inmaterial. La anécdota del rayo milagroso que carbonizó el lienzo de Guevarra convirtiéndolo en un destello fascinante de colores y tonalidades que daría como resultado una nueva técnica y forma de expresar sentimientos, fue el culmen que hizo del delirio una realidad dispuesta a ser continuada durante otras muchas tardes.
En definitiva, una buena tarde de cultura a través de voces importantes del mundo del Arte, que ni siquiera el frio y la lluvia del exterior logró deslucir. Un aplauso general y sobresaliente a la nueva política didáctica del Museo y, en especial, al buen hacer y al magnífico trabajo de su director, Pablo Guisande. Dentro de unos días, la exposición continuará hasta la segunda semana de febrero, la lección volverá a repasarse con su comparativa con la obra de otro maestro, Juan Manuel Seisdedos. Enhorabuena, Huelva.
1 comentario en «Pilar Barroso expone sus experiencias a través de los paisajes de sus maestros»
Buena estrategia para hacer llegar al público el arte:Hermanar didáctica y obra de arte. Enhorabuena a sus patrocinadores.