Redacción. Linares de la Sierra ha tenido la suerte de ver de nuevo y recibir hace pocos días a los conocidos en este pueblo serrano como ‘los americanos’. Se trata de George y Jane Collier, pareja de investigadores que con poco más de veinte años decidieron indagar y conocer casi a la perfección como respiraba una sociedad rural en la década de los sesenta del pasado siglo XX.
Su primer viaje a Linares, localidad que ellos llamaron ‘Los Olivos’, fue en 1963, cuando tenían sobre unas 20 años. Cuando llegaron se encontraron con una población que había sufrido, en exceso, los destinos de la Guerra Civil y dura posguerra, y se propusieron conocer todos los detalles sobre los habitantes, sus historias, memoria y silencio. Incluso llegaron a estar en Cataluña, comunidad que acogió a muchos vecinos de Linares en una de las huidas, obligadas, y más importantes de población que ha tenido este pueblo en las últimas décadas.
Su estudio de Linares les llevó a publicar el libro Socialistas de la Andalucía Rural. Los revolucionarios ignorados de la Segunda República. En Linares de la Sierra el libro es conocido como ‘Los Olivos’, pseudónimo que utilizaban los dos americanos para referirse a la localidad, al igual que utilizaron pseudónimos para referirse a los vecinos y así estos pudieran hablar libremente, y sin miedo a nada, de una etapa tan negra como la Guerra Civil y posguerra, y que en particular había sido muy dura en Linares.
Lógicamente entre la población chicharrera la mayoría saben a la perfección con qué persona real se corresponde cada pseudónimo.
Estos investigadores realizaron varias visitas a la localidad, donde además vivieron un tiempo de alquiler, y unas décadas más tarde han viajado de nuevo desde EEUU hasta Linares para ofrecer una conferencia histórica en el municipio.
El acto, pese a ser en una tarde fría y lluviosa, contó con muchos vecinos que llenaron, con bastantes personas de pie, la casa de la cultura en las antiguas dependencias del cuartel.
George y Jane fueron presentados en el acto por el periodista serrano, natural de Aracena, Javier Moya Rufino. Los dos recibieron la bienvenida de Carlos Martín, presidente de la asociación cultural Sierra de Picachanes, que abrió el acto. Muchas historias, anécdotas, recuerdos, desvelos sorprendentes, respuestas sabidas, preguntas resueltas y añoranzas entre los mayores que los recordaban a la perfección.
Sin duda, el momento más emotivo fue cuando se proyectaron, en diapositivas, muchas fotos de ‘Los Olivos’ durante sus visitas a Linares, la última en los años ochenta del pasado siglo. Al final, para la emoción de ambos, recibieron del pueblo de Linares de la Sierra una placa conmemorativa en recuerdo y agradecimiento a toda su labor y presente viaje, ya que son muy queridos entre los vecinos.
Tras el acto, asistentes e invitados pudieron conversar en torno a una copa de vino y ricos manjares serranos. Los dos investigadores han estado varios días viviendo en Linares, quedando sorprendidos del cambio para bien en algunos aspectos y como se mantiene la esencia en otros sin evolución alguna.
Ambos, ya retirados de la docencia, fueron profesores de Antropología de la Universidad de Stanford de California, EE.UU. Una de las universidades privadas más importantes y prestigiosas del mundo con más de 120 años de vida y en su haber casi una treintena de Premios Nobel entre sus profesores.