Redacción. Encinal, el Foro para la Defensa y Conservación de la Dehesa, a través de su presidente, José Luis García-Palacios Álvarez, vuelve a mostrar su enorme preocupación porque la enfermedad “más peligrosa a nivel mundial para las Coníferas”, el Nematodo de la Madera del Pino, pueda llegar también a Huelva como frontera natural con el área continental portuguesa que se encuentra, en su totalidad, en cuarentena y con enormes daños a toda la masa forestal de coníferas que se han visto afectadas gravemente con la citada enfermedad.
La oportuna confirmación del Centro Nacional de Referencia, dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, al declarar oficialmente la presencia del Nematodo de la Madera del Pino en un monte de pinos de Salamanca, situado en el término municipal de Sancti Spíritus, según ha anunciado la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León hace tan sólo unos días, vuelve a confirmar que todas las provincias fronterizas con el vecino país de Portugal deben mantener un estado de alerta permanente y exigente. La enfermedad ya entró antes por Pontevedra y en dos zonas de Cáceres
El nuevo positivo detectado en Salamanca (provincia fronteriza con Portugal), según ha podido conocer ‘Encinal’ de las autoridades competentes a nivel estatal en la materia, ha obligado a poner en marcha el Plan Nacional de Contingencia del Nematodo de la Madera del Pino y el Plan de Castilla y León.
Entre las medidas a adoptar, se encuentran la ‘zona de corta’, que comprende una faja perimetral de 500 metros en torno a la zona infestada y una ‘zona tampón’ que comprende el resto de la zona demarcada en una franja de 55 kilómetros por 12 kilómetros, donde se procederá a inventariar todas las masas forestales, bosquetes y pies aislados de pino. Se eliminarán y analizarán todos los pies con decaimiento que se detecten y se trazarán mallas de 2×2 kilómetros para muestreo sistemático. Además, se modifican las zonas de riesgo alto, medio y bajo de todo el territorio de Castilla y León con sus mallas de 2×2, 4×4 y 8×8 kilómetros.
‘Encinal’ recuerda que, según la ‘Tabla de susceptibilidad de plantas hospedantes de Bursaphelenchus xylóphilus‘, publicada por Evans (en 1996), el peligro de propagación de la enfermedad afecta a todo el grupo de las Coníferas y no solo a una especie de pino (Pinus pinaster), como nos quieren hacer creer algunos medios. ‘Encinal’ reitera que aunque en España no tenemos constancia de estos ataques en otras especies de pinos (por ahora) que no sean P.Pinaster, constituiría un grave riesgo y una irresponsabilidad obviar este peligro de contagio para otras especies como P. pinea y en general, para todo el Orden de las Coníferas, como así lo confirman los científicos a nivel mundial.
Las medidas para controlar que no se extienda más la enfermedad adoptadas por las autoridades de Castilla y León incluyen la instalación de trampas con feromonas para capturar al vector y analizarlos para ver si son portadores, medida que ya propuso ‘Encinal’ a la Gerencia de Medio Ambiente de Huelva y al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, cuando ya alertó en el mes de abril de 2013 sobre el peligro de contagio a los que está expuesta toda la provincia de Huelva, (como territorio limítrofe con Portugal, que en estos momentos constituye el mayor foco de infección y propagación de NMP en la UE) y sobre la necesidad de llevar a cabo un estricto programa de prevención y detección precoz de esta plaga.
De esta forma, el presidente de ‘Encinal’, José Luis García-Palacios, insistía en aquellas fechas en que “deberíamos ir por delante del temido bichito y no esperar a que se pueda instalar en nuestras muchas dehesas y masa forestal de Coníferas. Tendríamos que estar –afirmaba en el comunicado de prensa hecho público el pasado abril- esperándolo con las armas que podamos tener a nuestra disposición, ya que desgraciadamente el hecho de que llegue a atravesar nuestras fronteras, es solo cuestión de tiempo”. Y terminaba su declaración diciendo que “el acierto de cualquier actuación, estribará en la velocidad con la que se pueda cercar cualquier invasión para evitar su propagación y esto solo será posible a través de una estricta labor de vigilancia sobre los movimientos poblacionales de su vector de transporte, el Monochamus galloprovincialis”.
Por parte del ‘Encinal’ Foro para la Defensa y Conservación de la Dehesa, ya en esas fechas de abril del 2013, desarrolló un completísimo estudio, fruto del trabajo realizado durante 12 meses por sus propios técnicos (“Proyecto NMP”), sobre el peligro de contagio y los daños que para nuestra región supondría la llegada de esta plaga. Este estudio recogía entre otras acciones, las zonas más vulnerables a la infestación del NMP, así como las herramientas necesarias para detectarlo a tiempo. Nuevamente, desde Encinal han hecho un llamamiento a la «concienciación sobre la importancia capital de vigilar los movimientos poblacionales de esta plaga y nuestra absoluta disposición a participar conjuntamente con la Administración, para colaborar en unos trabajos que impidan uno más que seguro daños, que afectaría muy negativamente al ya sufrido Medio Rural y los millares de puestos de trabajos que de él también dependen».