S. D. No importa el cómo, sino el qué. Y basado en esa premisa el CB Conquero satisfizo a su técnico, Gabriel Carrasco, que en la previa del choque poco menos que otorgaba su reino por una victoria. La que lograron las onubenses (66-60) ante el Bizkaia GDKO, que llegó a Huelva con la botella medio vacía -en la zona baja y colista hasta hace poco-, y tanbién medio llena -había ganado en la anterior jornada al todopoderoso Rivas Ecópolis.
Es evidente que a lo largo de la historia el CB Conquero ha jugado mejores partidos, incluso algunos de ellos saldados con derrotas. Pero en este caso a las huestes onubenses lo que les interesaba es el fin, no los medios. Y fuera por lo civil o por lo criminal, la victoria tenía que quedarse en casa. Lo hizo. Aunque tuviera que remar mucho, muchísimo, para llegar a ese último momento en el que se puede levantar los brazos en señal de triunfo, mientras la afición lo celebra en las gradas.
‘El partido del aceite’, iniciativa solidaria de la entidad, no fue una balsa de aceite. Ni mucho menos. Porque el CB Conquero es un equipo que tiene muchos problemas para hacer un partido redondo. Excepción hecha posiblemente del choque en San Sebastián de la anterior jornada. Este viernes en el Estrada no iba a ser una excepción de lo que ha sido el tono general de la temporada.
Y eso que en los primeros compases, amparándose en Tanya Bröring, logró colocar pequeñas rentas en el marcador, que rápidamente fueron enjugadas por las vizcaínas, paulatinamente más certeras dentro y fuera de la pintura. El 13-17 con el que se cerró el primer capítulo del partido no encendió las alarmas en el bando local, pero al menos le sirvió de aviso.
Todo el mundo pensó que el equipo de Huelva iba a reaccionar pronto, que llegaría al segundo cuarto con las pilas cargadas. Pues no. Nada más lejos de la realidad. El celebérrimo “estado de pánico” con el que bautizó en su día Cindy Lima las ‘pájaras’ del equipo onubense de nuevo tomó las almas locales, cada vez más nerviosas, más imprecisas y menos certeras. Todo lo contrario que su rival, que de manera contumaz, pero segura, iba edificando rentas cada vez más importantes en el marcador.
Alguien debió emular a aquel oficial ciego de ‘Las cuatro plumas’ gritando “¡Alarma, alarma!” en el ataque de los derviches, pues las de casa despertaron de ese letargo que a veces les carcome mucho tiempo y les deja en situaciones irreversibles, por mucha casta, raza y esas cosas que se dice que se ponen en liza cuando no se juega bien pero se llega a buen puerto.
Bröring, algo de Ivona, y ahora sí Nina Bogicevic se apropiaron del “ira y fuego” de la película Gladiator para ir poniendo orden, cuando menos en el marcador, que volteó en favor de las de casa en el momento en que llegaron al descanso (30-28).
De nuevo el aficionado local se llevó un chasco a la salida del tercer periodo. Supuso que las de Carrasco habrían asumido la lección y que no iban a repetir pasadas -maléficas- situaciones. Tampoco. Porque fue el cuadro vasco quien salió a la cancha tras el descanso más entonado, logrando de nuevo colocarse por delante del marcador. Fueron rentas asumibles, asequibles, controlables tras cualquier arreón, el que lideró Claudia Pop en este cuarto, sustento de nuevo de las onubenses, y una de las responsables de que el partido llegara a su última entrega con las espadas en todo lo alto (44-44).
Fue la misma jugadora que inició las hostilidades la que hizo posible lo más difícil, es decir que el CB Conquero, por primera vez en el partido, tuviera alguna renta más o menos sólida: Tanya Bröring. Con cinco puntos por encima y con cada vez menos tiempo por jugar, el CB Conquero apuntaba claramente a ganador. Pues tampoco. Al aficionado aún le quedaba que sufrir un poco. Porque los últimos dos minutos transcurrieron muy lentos, con los dos equipos visitando continuamente la zona de tiro libre, donde para bien de las de casa Claudia Pop estuvo los suficientemente certera para que el arrebato final de las vascas sólo tuvieran trascendencia en la estadística, no en el resultado final del partido, al que se llegó con ese 66-60, que es todo un regalo de Navidad para esa afición que merecía pasar las fiestas con este buen sabor de boca. Misión cumplida.
CB CONQUERO, 66 (13, 17, 14, 22): Cindy Lima (4), Tanya Bröring (13), Nina Bogicevic (10), Ivona Bogoje (10), Iciar Germán (9) -cinco inicial-, Lucía de Pablos (4), Amaya Gastaminza (0), Ana Alonso (0), Claudia Pop (16), Patricia Soler (0).
BIZKAIA GDKO, 60 (17, 11, 16, 16): Ciappina (9), Molina Prados (12), Liñeira (7), Roundtree (15), Comfort (7) -cinco inicial-, Román (0), Agirregoikoa Salcedo (0), Ainara Ramasco (10), Ibekwe (0).
Árbitros: García León y Bey Silva. Eliminada por cinco personales: Comfort (Bizkaia GDKO).
Incidencias: Partido correspondiente a la 11ª jornada de la Liga Adelante disputado en el pabellón Andrés Estrada.