S. D. El carnet de identidad dice Rafael Sierra Rodríguez. Hay un número. Y es deportista. Porque Rafa ha conseguido, en un soberbio ejemplo de trabajo, esfuerzo, sacrificio, fe y superación, de la mano del Club Onubense de Deportes Adaptados (Coda), pasar en dos años de no poder realizar ningún tipo de ejercicio físico, a poder integrar el equipo de competición de natación. De momento, Rafa ya tiene la medalla de oro a la superación, las otras pueden venir, o no, eso ya no importa.
“Cuando llegué al vaso de la piscina el primer día ni siquiera me planteaba nadar, mi objetivo era el de adquirir un poco de movilidad”. Rafa ahora podrá nadar y de momento sus entrenamientos pasarán de 2 días en semana a 4; cuenta con 42 años, lo cual demuestra que no hay edad para la rehabilitación deportiva.
Es un ejemplo más de la labor del Coda, de sobras conocido en toda la sociedad onubense por sus logros deportivos. Sus deportistas, todos ellos con algún tipo de discapacidad, asombran continuamente a todos por los éxitos que cosechan allá donde van. Pero con Rafa queda demostrado que el Coda llega mucho más lejos. Porque el verdadero reto al que se enfrenta su cuadro técnico no es solo lograr podios, ya que el primer objetivo es intentar que todos sus miembros se integren en la sociedad a través del deporte y que alcancen una autonomía personal inimaginable para ellos antes del comienzo de la práctica deportiva.
Queda patente con Rafael Sierra Rodríguez, un deportista con historia. Rafa, después de terminar la carrera de Graduado Social, comenzó a trabajar como orientador laboral para la Junta de Andalucía en el Centro Base de Valoración de Huelva, pero esta vida aparentemente feliz que le esperaba se truncó por múltiples problemas de salud, entre ellos un cáncer testicular, una parálisis en una pierna o el más duro de todos, un aneurisma cerebral, el cual le hace permanecer atado a su silla de ruedas.
Cuando hace dos años Rafa ingresó en el Coda no podía realizar ningún tipo de ejercicio físico. Debido a su poca movilidad ha necesitado de un entrenamiento personalizado, y siempre de la mano de su entrenador Rafa Infante ha ido superando los retos que éste le presentaba, y hoy es el día en que ha recibido una noticia que no esperaba en absoluto, su paso al equipo de competición. Cuando sus monitores le dieron la noticia no podía dar crédito a la misma.
Este es solo un ejemplo, el Coda cuenta actualmente con más de 40 deportistas, de todos y cada uno de ellos se pueden escribir historias semejantes y en sus oficinas situadas en el polideportivo municipal Diego Lobato siguen recibiendo peticiones de ingreso cada día, todas ellas son atendidas con el máximo cariño y es que el lema del club onubense, el cual lleva a gala es: nos adaptamos a ti.
