Redacción. Varios centenares de cartayeros degustaron este fin de semana, en la Plaza Redonda de la localidad los primeros caldos locales blancos y rosados del año, fruto de la labor de más de una treintena de bodegueros locales que siguen velando por la tradición de hacer vino de forma artesanal en el municipio.
Son los herederos, en pleno siglo XXI, del testigo que dejaron los numerosos ‘zampuzos’, bodegas y lagares, donde hasta no hace mucho acudían los cartayeros a degustar el vino, o a comprar los caldos a granel, una tradición que este fin de semana se ha revivido gracias a una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de Cartaya y que se ha consolidado en su segunda edición.
Así se ha destacado desde las áreas de Cultura y Ferias, y de Festejos, principales impulsoras de la II Degustación de Mosto ‘Ciudad de Cartaya’, en la que se reconoció la labor de todos y cada uno de los participantes, especialmente la del bodeguero más veterano de la localidad, Fernando Vázquez Quintero. También se rindió homenaje póstumo a Antonio Maestre Hachero, recientemente fallecido, por su trabajo en pro de la recuperación de esta tradición.
Cada uno de los participantes aportó como requisito para la inscripción, una arroba de mosto (16,6 litros), que fueron degustados por los asistentes; y todos y cada uno de los caldos aportados, blancos o rosados, procedían de crianza local en Cartaya, exigencia que también se planteó como estrictamente necesaria desde la organización.
Como novedad, una gran ‘garbanzada’ cerró la degustación, que estuvo amenizada por la actuación de grupos locales que colaboraron con la iniciativa y que pusieron la nota musical a una intensa jornada que además, “ha atraído hasta el centro del municipio a numeroso público, animando este espacio y dándole vida a los bares y establecimientos de la zona”, según destacó Pedro J. Benítez, responsable del área de Cultura y Ferias.
Manuel Barroso, concejal de Festejos, resaltó por su parte, la consolidación de un certamen cuya única pretensión es tener continuidad “porque supone un intento de volver a las raíces bodegueras de la localidad, que en gran medida se han perdido en la actualidad, y promover esta actividad entre los más jóvenes”.
Finalmente, destacar la colaboración en la iniciativa del área municipal de Obras y Servicios, que se encargó de la instalación de las carpas que permitieron el desarrollo de la iniciativa.