Mari Paz Díaz. Son pocos los fotógrafos que suelen especializarse en la naturaleza. Pero no debe resultarnos extraño si tenemos en cuenta que la provincia onubense puede presumir de contar con una rica flora y fauna, como sucede en los espacios protegidos y las marismas.
Son lugares que conoce a la perfección Alejandro Jiménez Garrido, un onubense de 32 de años que, a pesar de su corta edad, tiene una trayectoria sorprendente cuando se habla de fotografía y naturaleza.
Natural de Moguer, Alejandro ha centrado su actividad fotográfica en el entorno de las provincias de Huelva y Cádiz, fundamentalmente en los espacios protegidos de las Marismas del Tinto y el Odiel, así como en el Estero Domingo Rubio y las Lagunas de Palos, sin olvidar los parques naturales de Grazalema y Alcornocales.
Sus fotografías se centran principalmente en los humedales, sobre todo, en las Marismas del Tinto y las Lagunas de Moguer y Palos de la Frontera, si bien, reconoce que su rincón favorito es «mi Ribera del Tinto».
Más difícil es elegir una foto después de miles de instantáneas, pero le tiene un cariño especial a una imagen de Somormujos en la que el macho le da de comer a sus pollos mientras la hembra los lleva en su espalda.
Su objetivo a la hora de realizar su trabajo es obtener un material gráfico al que poder darle difusión posteriormente, a través de su publicación en algún medio o en exposiciones que pongan en valor entre la ciudadanía estos espacios naturales de Huelva. Una labor en la que considera que todavía queda mucho por hacer, puesto que cree que los onubenses no son conscientes de la riqueza de Huelva, como se demuestra en el hecho de que muchas veces pongan trabas a su trabajo.
Su afición le viene de su padre, al que siempre le había gustado la fotografía, una pasión que le ha transmitido a Alejandro. «Siempre he sido fotógrafo de casi todo lo fotografiable, pero desde que un día salí al campo con unos amigos y vi lo que la naturaleza nos esconde, me absorbió de tal forma que para mí llega a ser casi como una droga«, nos confiesa el joven moguereño.
Y eso que ser fotógrafo de naturaleza no es nada fácil, puesto que Alejandro reconoce que «el noventa por ciento de las veces que salgo al campo no hago ni una foto, porque el animal ni tan siquiera ha aparecido. Es algo que mucha gente no comprende, pero es mi pasión y hoy en día no lo cambiaría por nada de este mundo». Una pasión que desde hace muchos años ha compaginado con la investigación de las aves de La Ribera del Tinto, donde se han llegado a censar más de cien especies de aves.
Junto a todos estos conocimientos, sin duda, un fotógrafo de naturaleza debe tener otras muchas aptitudes, puesto que «hay que conocer muy bien el medio que te rodea y estudiar el hábitat de cada especie, es decir, casi convertirte en ornitólogo. Y, por supuesto, ser muy, muy paciente. Todo ello además de ser muy buen conocedor de las técnicas de fotografía, como composición, iluminación, manejo de super-teleobjetivos, barreras, trípodes, disparadores vía radio…, y un sin fin de accesorios que la gran mayoría de las veces es de fabricación casera».
Reconoce que obtener una buena fotografía puede llevarle días de espera, así como una cuidada preparación de todo tipo de artilugios. Todo ello hace bastante complicado compaginar esta afición con su actividad profesional. Tanto es así que nos comenta que «muchos son los días que me quedo sin comer para preparar el campo y poder fotografiar las aves, o noches en vela esperando que un búho haga su aparición para poder fotografiarlo y, como no, del campo al trabajo sin dormir, así que la compatibilidad es nula».
El resultado de todo este trabajo, a la vista está. Sus imágenes impactan por su belleza y por la dificultad de obtener algunas de sus instantáneas, tal y como difunde en su propia página web (http://www.alejiga.com/).
No en vano, para Alejandro, internet es una herramienta fundamental, ya que «fue mi pista de despegue y la que me da fuerzas para seguir, porque gracias a foros y a las redes sociales he llegado donde estoy, tanto que si no fuera por ellas mis imágenes no las conocería nadie hoy día». Por el contrario, su trabajo cuenta con una enorme difusión en espacios digitales, teniendo más de un centenar de menciones en foros nacionales sobre fauna y flora. Por ejemplo, en la web Fotonatura publica de forma habitual, habiendo obtenido en más de una veintena de ocasiones el galardón de ‘Foto Destacada’, o, en Ojo Digital, ha logrado el reconocimiento de Fotografía del Año, del Trimestre y de la semana de Fauna y Flora.
Pero su trabajo no ha quedado sólo aquí. Porque Alejandro Jiménez ha conseguido numerosos reconocimientos y galardones nacionales e internacionales por sus creaciones. Entre esos premios se encuentran el II Festival de Fotografía de Naturaleza ‘Ciudad de Lérida’ en 2005, ganador del I Concurso de la Fundación Juan Ramón Jiménez ‘Mirada Verde’; dos veces finalista en el Concurso Internacional de la Junta de Andalucía; ganador del III Concurso Internacional de La Rioja; y finalista del Concurso Internacional de FotoCan de Caja del Mediterraneo.
Con todo, este onubense tiene claro que, aunque «he tenido muchos reconocimientos y premios nacionales e internacionales, el que más me llegó fue mi primer Caborian Shot, el foro de fotografía de mayor reconocimiento y prestigio de habla hispana, de ahí que cuando me concedieron esa mención para mí fue algo muy grande». Es más, se ha alzado en dos ocasiones como ganador del Caborian Shop, como Mejor Fotografía de Fauna del año.
Junto a los premios, Jiménez ha conseguido publicar sus imágenes como fotógrafo independiente en algunas de las revistas más prestigiosa, como ha sucedido con Sonymagen, Trofeo, Jara y Sedal, Foto Enlace Natural y Fotoactualidad, aunque, sin duda, la más que reconocida es National Geografic.
Publicar en National Geografic le fue posible después de participar en «un concurso a nivel nacional, al que me presenté y gané el primer premio, que suponía la publicación de imágenes mías en su revista. Fue muy emocionante, sobre todo cuando la gente te ve por la calle y te felicita por haber publicado en tan prestigiosa revista».
El joven, incluso, ha creado una revista llamada Objetivo Natural, de la que es redactor y fundador, además de ser miembro fundador de Tras el Objetivo, colaborador activo en Fotoenlace Digital y responsable de artículos en la revista Fotografía Digital.
Sus creaciones también han podido ser admiradas en numerosas exposiciones en las que se muestra el amor de este onubense por lo que hace. Así ha sido, por citar algunos ejemplos, en la propuesta itinerante ‘La Ribera, Marisma Viva’, inaugurada con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente el 4 de junio de 2010 en Moguer y posterior traslado a Mazagón, o en la muestra ‘Entre los pinos de Fuentepiña‘, realizada con colaboración de la Fundación Zenobia y Juan Ramón Jiménez.
Por último, no se puede olvidar en esta impresionante trayectoria, sus colaboraciones con instituciones públicas y privadas, como sucede con la Sociedad Española de Ornitología (SEO), con la que participó en un monográfico sobre la agachadiza común (gallinato gallinato), o con la Fundación Gypaetus, entidad a la que aportó material gráfico de diversas especies, especialmente para el libro titulado ‘La Avutarda Común en Andalucía’, editado conjuntamente con la Junta de Andalucía.
Y así podríamos continuar con su impronta en paneles de interpretación y publicaciones de guías de aves, siendo fotógrafo en los anillamientos de flamencos en Marismas del Odiel, así como del búho real y mochuelo, colaborador de la Consejería de Medio Ambiente en las labores de protección de la fauna en el Estero Domingo Rubio o, incluso, haber ofrecido una charla a los internos de la Prisión Provincial de Huelva.
Un currículum del que Alejandro destaca «mi primera ponencia, que fue una invitación del prestigioso foro de fotografía de Sony en un encuentro nacional de fotógrafos, celebrado en la Sierra de Sevilla. Fue algo mágico que todos los que estaban allí conocieran y siguieran mi trabajo. Algo que me enorgulleció muchísimo». No en vano, Jiménez ha sido entrevistado en el portal de Sony, además de ser ponente en otros foros, como ocurrió con la Asociación de Fotógrafos de Almonte.
Metas muy destacadas que están abriendo caminos a otros aficionados onubenses. Y es que, aunque reconoce que no hay muchas personas dedicadas a la fotografía de naturaleza, «cada vez cuenta con un mayor número de adeptos». No es fácil, teniendo en cuenta que no puede entenderse como un trabajo, sino como una afición: «creo que a toda persona le gustaría tener su afición como trabajo, pero en España no existe el fotógrafo de naturaleza profesional».
A pesar de los logros, para Alejandro Jiménez no hay límites, tanto que tiene muchos sueños que quiere cumplir, sobre todo, «poder viajar a los parques nacionales de Norte América».
Por el momento, este moguereño trabaja junto a su compañero de batallas F. Viruez en un proyecto para publicar un libro de imágenes tomadas en la zona de Moguer y Palos de la Frontera, una edición que pretende que sea gratuita con la única intención de que «nuestros paisanos y paisanas vean que no hace falta ir a Doñana para ver naturaleza, que la tenemos a los pies de nuestra casas». Así sea.
7 comentarios en «El fotógrafo onubense Alejandro Jiménez difunde la riqueza natural de Huelva en la revista National Geografic»
Solo hay que mirar las fotos para darse cuenta del artista fotografico que es. ENHORABUENA ALEJANDRO POR TUS GRANDES TRABAJOS!!!
Felicidades guapisimo por este reconocimiento, toda persona sencilla le llega en la vida su alegria por su hacer y constancia en lo que más le gusta, un beso.
Enhorabuena Alejandro, avisame cuando salga ese libro.
Un Saludo.
Enhorabuena, todo un orgullo contar en el pueblo con gente tan ilustre, y gracias a la reportera, por publicar siempre artículos tan interesantes.
Enhorabuena figura.
Felicidades máquina ….. Eres un pedazo de fotógrafo.
Felicitaciones, ya había visto tus trabajos y son increíbles. Un Abrazo desde Argentina