Andrés Espuelas. Si le quitas las alas a un ave, es muy difícil volar; si le quitas al goleador a un equipo, es muy difícil marcar.
Qué tiempos aquellos cuando Gastón Casas, Uche o Sinama lideraban la tabla de goleadores portando la camiseta recreativista. Uno iba al campo seguro, como un niño de cinco años agarrado de la mano de su padre. Tenías esa sensación de cada vez que alguno cogía bola que no fallaba y que con el mecanismo engrasado tenían perfección de reloj suizo, no fallaban cada domingo. El año pasado pudimos ver algo similar con Chuli aunque no se tratase de los goleadores anteriormente mencionado.
El domingo pasado el Recreativo se parecía a aquel enclenque estudiante que llega por primera vez a la Universidad sin conocer nada ni nadie. Se sentía muy perdido. Y gran culpa de ello la tuvo la ausencia de Arana, el mejor jugador del mes de octubre de la Liga Adelante. Es el goleador de este conjunto y pieza clave en el esquema de Sergi. Sin ser delantero centro tiene más gol que muchos de la categoría y sus movimientos entre líneas facilitan mucho la vida a los otros hombres de arriba.
Su ausencia se notó y eso lo sabe Sergi. Sin embargo gracias a ello pudimos percatarnos de cosas que no funcionan. Los dos ‘9’ se pisan el uno al otro cuando están ambos sobre el campo. No encontraban su sitio debido a que la ausencia de Arana y ello hacía que se desplazasen mucho a la banda y ahí no hacen daño. Esa falta de gol unido al doble pivote Dimas-Jesús Vázquez –es como echar sal y azúcar en un mismo plato- propició la segunda derrota de la temporada.
Sin embargo partidos como estos son necesarios –ya me decía mi padre de pequeño que un correctivo a tiempo podría ser una victoria- y la fuerza moral que tiene el equipo se fortalecerá. Seguramente Sergi insistirá en el aspecto psicológico a lo largo de la semana. Aún más si cabe con el rival que tendrá enfrente el próximo domingo en el Colombino. Partido que es digno de una categoría mayor y que esperemos que se cumpla el año que viene.