Andrés Espuelas (@aespuelas). Minuto 91. 2-3 para el Lugo de un Quique Setién que practica un fútbol exquisito, de lo mejor de la categoría junto al Decano pero una falta al borde del área puede cambiarlo todo. Ahí se aproxima un Álvaro Antón que le da igual si sale del banquillo, titular o no lo convocan, él va a lo suyo. Con esa carita de niño bueno, se acerca al balón y lo eleva con una sutileza parecida al vuelo de una mariposa. El tiempo parecía que se paraba en el Colombino. En la tarde de la Procesión Magna, los pasos parecieron decidir no salir sólo para escuchar como el balón se colaba en la escuadra de José Juan.
¡Qué me habría gustado ver el partido en directo! Aún así, desde la distancia y al igual que muchos recreativistas que hay por el mundo, mi empuje desde la pantalla del ordenador llegó al estadio. Pero más allá de la remontada y el punto conseguido, me quedo con la unión de la afición. Con esa simbiosis que se creó cuando Álvaro provocó el éxtasis. Con esa afición que se preocupa por el equipo, que no silba cuando un jugador lo hace mal, que apoya al entrenador y al equipo pese a que no le guste el once, a esa afición que se deja la garganta en los 90 minutos.
Y, de pronto, llega el miércoles. Y como si de un angelito en mi hombro se tratara, me llega una voz que me pregunta que de cuántas remontadas del Decano me acuerdo. Y me acuerdo, la última de hecho ante el Murcia en la primera jornada, pero en el que la épica me hiciera levantarme de mi asiento, sólo tengo el recuerdo de aquel partido ante el Madrid en la temporada 2007/08 cuando Carlos Martins fusiló la portería de Casillas. No remontamos (2-3) pero ha sido el último momento -puedo equivocarme- en el que la comunión entre equipo y afición era total.
Todavía queda mucha Liga, tenemos que enfrentarnos aún a muchos equipos de la zona alta pero, poco a poco vamos tachando casillas de objetivos necesarios para el ascenso. Pero la más importante, la del apoyo al equipo, lleva con una cruz desde hace mucho. Aún así, por favor, llegarán momentos duros, esto es muy largo, y ahí más que nunca es cuando deberemos apoyar al equipo.
1 comentario en «La mayor victoria»
Gracias Andres
Muy bueno