Redacción. La Asociación para la Prevención y Rehabilitación de Jugadores de Azar de Huelva (Apreja) quiere aprovechar la celebración del Día sin Juegos de Azar, el próximo martes 29 de octubre, para advertir a la sociedad del aumento de las adicciones que se está registrando y que constatan cada día en sus instalaciones, a consecuencia del juego que se practica de forma online a través de Internet. Se trata de una tipología que ha crecido de forma espectacular desde su aparición hace apenas dos años y que representa ya el 10% de la actividad de juego en el país.
El mayor problema, según advierte la Asociación, es la entrada masiva de jugadores a esta nueva modalidad, generando un perfil consumidor de edad más joven y que se presenta como un modo de diversión aparentemente más lúdica y aceptada socialmente que, sin embargo, requiere de un periodo de tiempo mucho menor para la transición del juego por diversión a la aparición de la patología, por lo que su capacidad adictiva es mucho mayor.
Para Apreja es importante la concienciación de la sociedad en general sobre este tema, ya que la detección de la patología es mucho más difícil al tratarse de un juego que se practica en el domicilio y de forma anónima e individual, por lo que la situación no se pone de manifiesto para los amigos y la familia, e incluso para el propio afectado, hasta que las consecuencias son muy importantes y el nivel de adicción es muy alto.
Ante este crecimiento tan intenso, el número creciente de afectados que están empezando a llegar a la Asociación solicitando ayuda y teniendo en cuenta que este tipo de juego movió, sólo durante el año 2012 más de 2.700 millones de euros, la entidad quiere poner de manifiesto ante la Administración la necesidad de contar con una regulación clara y concisa sobre las invitaciones a practicar el juego on line y su publicidad, teniendo en cuenta las importantes consecuencias y el volumen de dinero e intereses que este tipo de juego mueve ya en el país.
En cuanto al resto de tipologías de juego, la más usual, exceptuando las Loterías y Apuestas del Estado, que suelen tener un componente más social y se suelen utilizar de una forma más responsable, son las máquinas tragaperras, que siguen movilizando más del 30% del dinero total gastado en el juego en la comunidad y generando un consumo en su inmensa mayor parte de carácter compulsivo y asociado directamente a una adicción, sin que se haya implantado ningún tipo de filtro de acceso y manteniéndose sin embargo accesible para toda la población a pesar de estar considerado el juego presencial más adictivo.
La Asociación, aprovechando la celebración del Día Sin Juegos de Azar, quiere invitar a la sociedad a reflexionar sobre el volumen de dinero que este tipo de juego mueve en Andalucía, según los datos revelados por la Dirección General de Ordenación del Juego, dependiente del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, que sitúan en prácticamente 3.700 los millones jugados por la población andaluza durante el pasado año. Solo en nuestra comunidad, la media de gasto en el juego se situó en 565,65 euros por persona mayor de edad y año, de los que el volumen más importante correspondería al gasto en tragaperras.
Se trata de un problema de gran calado que afecta a toda la familia del afectado que no juega de una forma libre, sino que ha desarrollado una adicción a los juegos de azar que le impide frenar sus impulsos y, aunque deseen no jugar, se sienten obligados por su especial patología a seguir haciéndolo. Precisamente con la intención de ayudarlos a salir de esa situación, la Asociación para la Prevención y Rehabilitación de Jugadores de Azar, que fue fundada en 1999 en Huelva con el objetivo principal de ofrecer ayuda y apoyo a todas aquellas personas que presentan algún tipo de problema con los juegos de azar, ofrece un tratamiento dirigido a toda la familia, puesto que la ludopatía, considerada ya hoy como una adicción sin sustancia, afecta de forma general a todo el núcleo familiar que llega dañado emocional y económicamente.
Para ello, desde este centro se llevan a cabo una serie de terapias mediante los grupos de auto ayuda en la que participan los jugadores patológicos que llegan inmersos en la problemática del juego con toda su casuística, (problemas económicos y laborales, mentiras, relaciones familiares y sociales dañadas, etc.) con el fin de que en un corto periodo de tiempo, puedan mejorar sus situaciones personales y familiares y afrontar unas deudas que, en el mayor número de casos, se van solucionando con el tiempo permitiéndoles mantener una conducta sana y responsable.