Redacción. Bajo la dirección del responsable del Archivo Histórico Municipal, Diego Ropero-Regidor, y de los albaceas del Legado Garfias, los técnicos municipales están culminando en estas fechas la organización y distribución de los contenidos de la que será en breve la Sala Francisco Garfias, un espacio que pretende mantener vivo el recuerdo y la memoria del gran poeta, orador y pregonero fallecido en 2010, que tan a gala tuvo siempre su condición de moguereño.
En su testamento legó al pueblo que lo vio nacer y al que tanto quiso, todos los libros, cuadros, documentos, enseres y objetos relacionados con su vida y con su intensa actividad artística; un excepcional fondo que en breve comenzará a mostrarse en su totalidad en la nueva Sala Francisco Garfias, cuyo montaje se ultima en estos días en la galería alta de la Casa Natal de Juan Ramón Jiménez, por parte de la Fundación Municipal de Cultura.
La estrecha relación que mantuvo Garfias con numerosos poetas de la Generación del 27, su profunda amistad con el pintor Daniel Vázquez Díaz, sus relaciones con los más importantes compositores y artistas del panorama musical del momento, toda su ingente labor de creación literaria que le valió entre otros muchos reconocimientos el Premio Nacional de Literatura, o su decisiva aportación a la difusión de la obra de Juan Ramón Jiménez durante cuatro décadas de trabajo en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, constituyen un extraordinario bagaje profesional y personal, que va a poder ser disfrutado y admirado por el público en la nueva sala que será inaugurada en breve.
De esta manera, el centro de estudios que desde la Fundación Zenobia Juan Ramón Jiménez pretende potenciarse en la Casa Natal de la calle Ribera, contará con un espacio de reconocimiento y homenaje al que está considerado, no sólo como uno de los mayores poetas líricos españoles de la segunda mitad del pasado siglo, sino en el primer gran investigador, editor y difusor de la inmensa obra poética de Juan Ramón.