Redacción. El pabellón situado junto al recinto ferial ha sido el escenario de la jornada de convivencia que han protagonizado los integrantes de la delegación de Cruz Roja en la localidad y los usuarios de la Asociación de Padres de Niños con Discapacidad de Cartaya (Aspandicar) que han participado este verano en el Programa ‘Un Baño sin Barreras’, en el que ambas entidades han trabajado conjuntamente, con la colaboración del Ayuntamiento de Cartaya.
Para los responsables de Cruz Roja Cartaya, con su directora, Ana Sara Viedma, al frente, se crea así una vía de colaboración que se enmarca en la línea que desde la entidad se denomina ‘red de apoyo’ y que va dirigida a la colaboración con colectivos sociales. Así, “la labor de nuestros voluntarios es la de brindar apoyo y formar parte de la amplia red de apoyo multidisciplinar de la que se benefician estos jóvenes y sus familias, y que, por supuesto, les influye positivamente en cuanto a su bienestar, les facilita llevar una vida normalizada y saludable, y actúa como amortiguador en situaciones de crisis”.
Con esta jornada, según valora la entidad, se ha pretendido ante todo “compartir de forma bidireccional espacio, tiempo, conocimientos y actitudes”, siendo el objetivo de estas iniciativas, más a largo plazo, el de “contribuir a la integración comunitaria plena en todos los ámbitos de la vida que se promueve en Cartaya a través de los servicios municipales e institucionales”.
Los responsables de la delegación cartayera se mostraron muy satisfechos con el balance del programa ‘Un Baño sin barreras’ y puntualizaron que “es nuestro deseo, en un futuro próximo, contribuir en Cartaya a que las personas con discapacidad logren manejarse lo más favorablemente posible en la sociedad que compartimos todos”.
Por lo demás fue una jornada que transcurrió en un ambiente distendido, donde los asistentes pudieron disfrutar de música, manualidades y juegos.