Mari Paz Díaz. Amigos desde la infancia a pesar de haber tenido carreras profesionales diferentes, Alejandro Villarán y Basilio Marquínez se unieron hace cuatro años para poner en marcha una empresa en la que poder aplicar su pasión por utilizar la tecnología e implantar en la sociedad un sistema educativo más eficaz basado en la práctica.
Así nacía una empresa de Huelva que ha logrado superar fronteras porque han conseguido que su patente haya sido comprada por dieciocho países. Y es que esta entidad onubense es pionera en el diseño, fabricación y venta en todo el mundo de una herramienta que ha revolucionado la formación profesional a nivel internacional. En concreto, se trata de una herramienta denominada Soldamatic, un método de formación en soldadura por simulación con realidad aumentada que está cambiando de forma radical la educación de los futuros soldadores.
El sistema lleva el nombre de Augmented Training Technology, a través de la cual se desarrollan soluciones innovadoras para el e-learning mediante una simulación está causando sensación. Sus primeros mercados fueron Rusia y Sudáfrica. Pero, a partir de ahí, han encontrado clientes en los más insospechados rincones del planeta.
Los socios, fundadores y promotores de la iniciativa Alejandro Villarán y Basilio Marquínez están muy satisfechos por el éxito que está teniendo esta aplicación, que les está permitiendo desarrollarse profesionalmente, ya que Alejandro es economista y toda su carrera la ha desarrollado como consultor tecnológico en Ernst&Young, mientras que Basilio es licenciado en Derecho y Diplomado en Empresariales, siendo un emprendedor en diferentes sectores desde joven.
Situada en el Polígono Pesquero Norte de Huelva, esta iniciativa surgió cuando Alejandro Villarán, dedicado durante 11 años a la consultoría tecnológica en una de las Big Four, quiso poner en valor su experiencia para hacer otro tipo de consultoría orientada a las pymes. Para ello, pidió ayuda a su amigo Basilio, que decidió entrar en el proyecto.
Pero las cosas no son fáciles. Entonces llegó la crisis económica y se vieron en la necesidad de reinventarse e innovar. «A partir de una primitiva idea de un amigo de Basilio, que allá por 2009 le comentó la posibilidad de desarrollar un simulador de soldadura para formación, se desencadenaron los acontecimientos», explica Alejandro Villarán.
Lo curioso es que ninguno de los dos sabían nada de soldar. A pesar de ello, «nos decidimos a investigar sobre el tema y vimos que realmente existía una necesidad de mejorar un modelo que permanecía prácticamente igual desde hacía décadas y que, en la actualidad, provoca que exista una gran demanda de soldadores cualificados no satisfecha. Entonces, para abastecer a la industria, pensamos en utilizar la realidad aumentada, una tecnología muy incipiente pero con un tremendo potencial», nos comentan.
Esa nueva etapa se iniciaba hace cuatro años, en 2009, cuando comenzaron a desarrollar el Augmented Training Technology, el simulador de soldadura como primera aplicación comercial. El proyecto vio la luz a través de la Universidad de Huelva, explotando el talento de los universitarios onubenses.
Además, desde el primer momento tuvieron claro que iban a dirigirse a todo el mundo, desde las economías emergentes hasta los países más consolidados como Estados Unidos. Y hasta ahora. «Nos movimos a nivel internacional y aquí estamos. Después de que el sistema lleve menos de un año en el mercado ya tenemos firmados contratos de distribución en 18 países», puntualizan los jóvenes.
No en vano, tanto Basilio como Alejandro suelen acudir a las ferias y muestras de tecnología más destacadas, estando presentes en lugares tan dispares como Indonesia, Chile, Rusia o Madrid.
La inversión realizada hasta el momento por esta entidad ha sido de casi 2 millones de euros. Por el momento no han conseguido beneficios, pero esperan tenerlos antes de que finalice este año. Y, para 2014, cuentan con estimaciones que rondan los 6 millones de euros, teniendo en la actualidad una plantilla de 26 personas, una cifra que irán incrementando.
Es más, el 90% de la plantilla está formada por universitarios y técnicos onubenses, ya que «queremos hacer algo grande, poder emplear a muchos jóvenes onubenses y que nuestras soluciones sean un referente en todo el mundo».
Estas aportaciones económicas las pusieron inicialmente los socios, además de un crédito ICO de 100.000 euros, si bien consiguieron financiación mediante un proyecto individual de desarrollo de CDTI por 240.000 euros, además de la Corporación Tecnológica de Andalucía, entre otras fuentes, sin olvidar las ventas realizadas hasta el momento.
Así se forjó esta empresa que se ha convertido en un ejemplo de innovación a nivel internacional y que ha recibido la visita de distribuidoras y representantes institucionales de Tailandia, Indonesia, India, UK, Letonia, Túnez, Filipinas, Alemania, Francia, Holanda o Sudáfrica. Muchos con el fin de formarse en Huelva y llevar la idea posteriormente a sus respectivos países.
Tras el éxito cosechado, la empresa se ha decidido a crear otras soluciones revolucionarias para ayudar a la formación de los profesionales cualificados, esta vez en el ámbito de la salud. Y es que al ser pioneros en realidad aumentada, las posibilidades de aplicación y negocio son enormes.
El futuro de la entidad pasa por nuevas aplicaciones basadas la tecnología de simulación interactiva y en tiempo real con realidad aumentada en sectores como el metal mecánico, medicina, militar, aeronáutica, training torno y fresadora, cirugía, educación especial, pediatría (madres primerizas), restauración de patrimonio artístico o gemología, entre otros. En este sentido, los jóvenes nos cuentan que «actualmente la compañía se encuentra en fase de redacción de los diferentes proyectos, cuyo desarrollo se priorizará en base a los estudios de mercado, la configuración de las alianzas de cooperación y las alternativas de financiación disponibles». Asimismo, quieren llevar su realidad aumentada a los Smart phones.
Y todo ello desde Huelva. «Estamos en Huelva porque somos de aquí y nos gusta nuestra tierra. No necesitamos estar en Silicon Valley. Empezamos a traer a nuestra ciudad a empresas e instituciones de primer nivel, incluidos representantes de gobiernos en materia de educación, por lo que, aparte de nuestro proyecto, vendemos nuestra maravillosa tierra. Y nos encanta».
Con este espíritu, Basilio Marquínez y Alejandro Villarán nos dejan un mensaje bien claro: “Como en Huelva en ningún sitio. Nosotros queremos llevar ésa frase tan de nuestra tierra al ámbito del desarrollo de tecnologías innovadoras y poner a Huelva en el mapa tecnológico mundial. Aquí tenemos talento de sobra para hacer grandes cosas, que tengan un impacto mundial y que ayuden a trasformar nuestra economía y generar prosperidad y empleo. ¡Fuera complejos!». Con estas palabras nos quedamos.
2 comentarios en «Una empresa creada por dos jóvenes onubenses consigue exportar su idea a cerca de una veintena de países en todo el mundo»
Ojalá hubiera en Andalucía mas iniciativas empresariales cómo ésta onubense. Enhorabuena a sus promotores.
Enhorabuena. Así se hace y coincido con vosotros: como en Hueva…no hay nada mejor. Comprendo que queráis permanecer aquí y os felicito por el buen
gusto