La apasionante historia de la arquitecta Marta Bravo, onubense seducida por los viajes y los idiomas que trabaja actualmente en Australia

Marta se encuentra actualmente trabajando en la Embajada de España en Australia.
Marta se encuentra actualmente trabajando en la Embajada de España en Australia.
Marta Blanco en Bondi Beach.
Marta Bravo en Bondi Beach, popular playa de Sidney.

Elisabeth Méndez. Con una infancia dividida entre la capital onubense, donde sus mejores recuerdos pertenecen a su experiencia vivida en el Club de Tenis de Huelva y el de baloncesto Conquero, y Punta Umbría, su lugar favorito de la provincia en el que pasaba sus veranos en familia, Marta Bravo comenzó desde muy joven a interesarse por los idiomas, formándose en inglés y francés en la Escuela Oficial de Idiomas y en L’ École Française, y experimentando sus primeros encuentros con el extranjero en Inglaterra, a donde solía viajar cada verano, despertando en ella el interés por conocer otras culturas.

La onubense con su familia en la Whiteheaven Beach.
La onubense con su familia en la Whiteheaven Beach, una de las mejores playas del mundo.

Licenciada en Arquitectura por la Universidad de Sevilla, decidió realizar el cuarto curso de su carrera en Berlín, “ciudad de la que me enamoré y que me permitió conocerme más a mi misma y aprender alemán”, un idioma que, según nos cuenta, empezó a practicar “por diversión y por hacer algo distinto”, pero que luego se ha convertido en la formación más importante de su vida.


Festival de Cine de Huelva

Desde ese momento, esta onubense ya soñaba con imaginarse cómo sería su destino en el extranjero, destino que la sorprendió a su vuelta a España, donde tras finalizar su carrera conoció al arquitecto que hoy día sigue siendo su compañero en la vida, Hernán, y con quién emprendió una vida de viajes y proyectos que les llevó a Roma y Berlín, donde ambos trabajaban hasta que en enero de 2013 a Marta le surgió la oportunidad de trasladarse a Australia…

Marta se encuentra actualmente trabajando en la Embajada de España en Australia.
Marta se encuentra actualmente trabajando en la Embajada de España en Australia.

– Marta, ¿Qué fue lo que te empujó a trasladarte a Australia?
– Desde siempre me ha gustado viajar y conocer otras culturas, y aunque ya vivía en Berlín, decidí presentarme a las becas Extenda ya que estas suponían una doble oportunidad para mí: un cambio en mi carrera profesional, tan complicada en estos tiempos, y la posibilidad de aprender conociendo el mundo.  La idea de irme al extranjero ha estado siempre presente en mi vida como una posibilidad de mejorar, aprender de lo desconocido y valorar lo conocido, y esta beca me lo ofrecía todo.
Podía elegir entre los 40 destinos propuestos: NY, Shanghai, Hong Kong, Tokio, Los Angeles, Estambul, Buenos Aires… Y mi primera opción fue Australia, con la suerte de que los que estaban mejor situados que yo en la lista tenían otras preferencias y me asignaron el destino solicitado.


Puerto de Huelva

Esta onubense describe su experiencia en Sidney como 'increíble e inolvidable'.
Esta onubense describe su experiencia en Sidney como ‘increíble e inolvidable’.

Me decanté por Australia porque quería salir de la crisis europea, vivir en un país con calidad de vida y mejorar mi nivel de inglés. La oportunidad de vivir y trabajar un año al otro lado del mundo no suele presentarse con frecuencia, y de ahí que no dudará en irme a Sydney cuando me comunicaron que había sido aceptada.

– ¿Y qué es lo que estás haciendo allí?
– Trabajo en la Oficina Comercial de la Embajada de España en Australia. En mi caso lo tuve fácil porque tenía trabajo antes de llegar. Hay muchos españoles intentando buscarse la vida aquí, pero el visado les complica mucho las cosas.

Marta con sus compañeros de trabajo en Sidney.
Marta con sus compañeros de trabajo en Sidney.

– Háblame de Sidney.
– Sydney es una ciudad de más de 4,5 millones de habitantes situada en torno a su maravillosa bahía, donde se encuentra la Opera House, su mayor atracción. Además de ser una gran ciudad, tiene una muy buena calidad de vida. Los australianos son gente tranquila y relajada a los que les encanta hacer deporte y barbacoas o ‘barbies’ con los amigos y familiares en cualquiera de sus muchos espacios verdes.
Sidney podría recordarnos a las ciudades americanas donde las distancias son enormes, ya que todos son casas bajas, pero a pesar de la dimensión de la ciudad es como una unión de pequeños pueblos, en el que cada uno tiene sus características propias y vaya donde vaya siempre encuentro a alguien que conozco.

La arquitecta onubense buceando entre tortugas.
La arquitecta onubense buceando entre tortugas.

¿Y cómo describirías tu experiencia allí?
– Increíble e inolvidable. Llegué en pleno verano, el 31 de enero de 2013, después de muchas horas de viaje, y desde que puse un pie aquí me cautivó. Australia es un país maravilloso, con unos paisajes únicos. La calidad de vida de Sidney es envidiable, aquí la gente es feliz y amable. Por esto, yo recomiendo salir de Europa y conocer el mundo, eso ayuda a ser más objetivos y saber un poco más sobre lo que sucede en cada rincón del planeta.

Con amigos en el King Canyon.
Con amigos en el King Canyon.

– Y en ese cambio de Berlín a Australia, ¿Qué fue lo más duro?
– Sin ninguna duda estar tan lejos de Hernán. Él se ha quedado viviendo en Berlín  porque venir a Australia es caro, y además el tema de visa y el permiso de trabajo te complican aun más el traslado. Por otra parte, Australia está muy lejos de España, lo que no me ha permitido estar con mi familia en momentos difíciles que han pasado en este año, ni compartir la alegría de mi gran amiga Sand el día de su boda. Son muchos días los que he deseado estar allí con ellos

Marta en la playa  Magnetic Island con su padre.
Marta en la playa Magnetic Island con su padre.

– Siento que extrañas mucho tu tierra…
– Si, siempre. Esté donde esté, siempre intento integrarme en el país, participar de sus costumbres y tener amigos locales, pero es difícil porque culturalmente no somos iguales, por lo que siempre busco a mi grupo de amigos españoles con los que soy feliz y me hacen sentir más cerca de mi mundo, de mi casa. Pero a pesar de echar de menos a mi Huelva y a mi gente, creo que todavía no es tiempo para volver.

– ¿Cuáles son los mejores recuerdos que tienes de Huelva?
– Las puestas de sol de Punta en septiembre, mi pisito pijo del centro, las sardinas en la barbacoa y el gazpacho de mi madre, la dorada al horno con patatas de los sábados, las comidas familiares en casa de mi tía en Trigueros, quedar en el Paseo de las Palmeras, mi botellín de cerveza con mi compañera en los cuartelillos, salir en bici con mi padre, las lentejas de mi abuela, además de a mi equipo de padel de Sevilla,…

Marta con su amiga Mónica.
Marta con su amiga Mónica.

– ¿Cuáles son tus planes de futuro?
– Pues es una buena pregunta, eso mismo me gustaría saber a mi. De momento me quedo en Sydney hasta finales de año.

– Y por último, ¿Alguna anécdota para compartir con nosotros?
– Pues que desde que llegué me llamó la atención la educación en Australia. Los colegios parecen bastante más divertidos que los españoles. Desde que se accede a él, se empieza a formar parte de un equipo. Normalmente hay cuatro equipos, cada uno con un color del parchís (rojo, verde, azul y amarillo) y compiten en distintos deportes entre ellos a lo largo de todo el año. Lo bueno es que los equipos están formados por alumnos de todas las edades y eso crea buen ambiente entre mayores y pequeños. Durante toda la época escolar no se cambia team.

Marta confiesa que echa de menos a su tierra y su gente, pero que aún no es momento de volver.
Marta confiesa que echa de menos a su tierra y su gente, pero que aún no es momento de volver.

Aunque no todo es maravilloso en estos colegios, los uniformes son terribles, los pobres visten como si fueran exploradores, con sombreros o gorras que le cubren el cuello si van a hacer deporte. Llevan unas mochilas enormes y la mayoría carga un instrumento, porque también dan música en el colegio, pero música de verdad, tocan el piano, el saxo, la guitarra…
Y cuento esto porque tengo poca relación con la vida en los colegios, salvo por las mañanas cuando cojo el metro  lleno de estudiantes entre 9 y 15 años con iphones, ipads, ebooks y cargados con libros, raquetas, trompetas, y por mi querido Jake.

Acompañada de amigos y con el Uluru al fondo.
Acompañada de amigos y con el Uluru al fondo.

Jake es un niño espabilado australiano, no sé cuántos años tiene ni en que colegio está. Básicamente sólo sé su nombre y cuanto falta a clase, ya que me mandan un sms desde el colegio diciéndome: «we inform you that Jake is absent from school today 3/04/2013. Please reply to this text to provide a reason or call  *****». La primera vez no le hice demasiado caso, pero en mis primeros dos meses el niño había faltado a clase unos cinco días… ¡este Jake! –Exclama Marta en tono humorístico-. Al final me acabaron llamando del colegio y me costó explicarles que yo no era la Ms. Brown por la que preguntaran. Espero que no le riñeran demasiado a Jake por dar mi número de teléfono.

16 comentarios en «La apasionante historia de la arquitecta Marta Bravo, onubense seducida por los viajes y los idiomas que trabaja actualmente en Australia»

  1. ME RECUERDA MUCHÍSIMO LA HISTORIA DE MIS DOS HIJAS.
    ES PRECIOSA, NIÑAS QUE INTENTAN SUPERAR TODO LO QUE SE LE PONE EN MANO, DEJA FAMILIA, AMIGOS Y CIUDAD, NO LE ES FÁCIL, PERO LLEGAN.

    1. Magdalena, desgraciadamente es la historia de muchos de nosotros, en muchas ocasiones no es fácil, pero hay que disfrutar de cada momento!!! espero que tus hijas estén contentas estén donde estén!

    1. gracias!!! espero que cuando tus hijas sean mayores la situación en España sea diferente y tengan la opción de elegir!!! no obstante, es una experiencia muy muy positiva!!!

  2. Tere, que orgullosa debeis de estar de tu niña, me habian llegado comentarios de que andaba por las antipodas, pero desconocia todo su periplo. Todo un ejemplo de esfuerzo. Un Beso

  3. Me alegra mucho que hayas compartido con nosotros parte de tu historia y de tus experiencias. Me ha encantado. Eres grande Marta!!!

  4. Ánimo Marta! El mundo es tuyo, por tu valentía, tu esfuerzo y tus amplias miras.
    Enhorabuena a tus padres que deben estar muy orgullosos.

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