S. D. El Ayamonte tuvo cerca lograr al menos un punto a su visita al estadio de San Bartolomé de Mairena del Alcor, donde cayó derrotado (3-2) en un partido en el que los fronterizos plantaron cara en todo momento. El equipo rojillo, que de momento sólo cuenta con un punto, salió al feudo del Mairena dispuesto a vender muy cara su derrota si se producía, y a fuerza de empuje y tesón logro sobreponerse a un gol tempranero del cuadro blanquinegro, en un partido marcado por la facilidad a al hora de mostrar tarjetas por parte del colegiado Fernández Arjona.
Joselu, a los once minutos, puso por delante al Mairena que se las prometía muy felices. Sin embargo el Ayamonte reaccionó pronto y con los goles de Manuel, éste de penalti, y de Cano, le dieron la vuelta a la situación.
Lamentablemente para las huestes fronterizas, no lograron llegar al descanso con esa renta, porque poco antes de que el colegiado decretase el final del choque, Adri estableció la igualada.
Dio la impresión que el Ayamonte salió más enchfado en el segundo tiempo, pero sus mejor juego no se vio coronado con algún gol más, lo que sí logro el Mairena a los 61 minutos, por mediación de Alberto Vega al transformar un penalti. A partir de ese momento el partido se tornó bronco, produciéndose las expulsiones en los dos equipos.
MAIRENA: Nico; Alberto, José Carlos, Lebrón, Theo, Fito, Jaime (Ito, 46′), Adri, Joselu (Villaécija, 89′), Alberto Vega, Gabri (Javi Casca, 86′).
AYAMONTE: Miguel Rosa; Morgaz, Nacho, Pablo, Sizanci, Álvaro (Ferrera, 67′), Rafa, Fernando Vaz, Cano, Manuel (Pedro, 46′), Nico (Diego, 80′).
Árbitro: Fernández Arjona. Expulsó con roja directa a Lebrón y por doble amonestación a Adri, en el Mairena, y también con roja a Cano, del Ayamonte. Mostró la amarilla a Joselu, Alberto Vega y Gabr, por los locales; y a Morgaz, Pablo, Sizanci, Álvaro, Nico, Diego, Pedro, por los visitantes.
Goles: 1-0 (11′) Joselu. 1-1 (17′) Manuel, de penalti. 1-2 (23′) Cano. 2-2 (45′) Adri. 3-2 (61′) Alberto Vega.
Incidencias: Unas 500 personas en el Nuevo San Bartolomé.