Ana Rodríguez. En los tiempos que corren, cualquier fórmula para ahorrar es siempre bienvenida. Hoy vamos a ver cómo podemos hacerlo en nuestros vehículos, un objetivo cuya consecución tiene una gratificación implícita: aumentar la seguridad.
Juan Ávila Agustín, jefe de Servicio de Ford en Huelva, es quien nos va a guiar por este camino que empieza en la caja de cambios: «el uso adecuado de ésta es lo más importante para conseguir reducir el consumo. Cuando las curvas de consumo y velocidad se cruzan es que se ha llegado al par máximo en esa velocidad y el coche está tirando de combustible. Ves que la velocidad no sube mucho, pero sí el consumo. Por ello, hay que saber cuándo cambiar de marcha y eso nos lo dice nuestro oído», afirma Ávila.
Una situación en la que podemos ahorrarnos unos céntimos en gasolina es, por ejemplo, cuando estamos acelerando y vemos que nos acercamos a un semáforo en rojo. En estos casos, podemos dejar pisado el embrague y quitar la marcha, pues sin marcha metida el consumo es cero, y dejar que el coche alcance el semáforo con el propio impulso que la inercia de la velocidad que había adquirido le proporcione.
«En cuestión de ahorro, nuestro motor de gasolina 1.0 Ecoboost es todo un avance», indica el jefe de Servicio de Ford en Huelva, afirmación que se sostiene en la obtención este 2013 del premio internacional al Motor del Año. Este motor, que equipa modelos como el Fiesta, Focus, B-MAX, C-MAX y Grand C-MAX, ha recibido al menos cinco galardones en el último año y, además de ganar en la categoría absoluta del certamen, fue el más votado por el jurado especializado en el apartado de motores de menos de un litro de cubicaje. Por todo ello, Ávila destaca que «el Ecoboost es un motor innovador, muy recomendable cuando se usa el coche para trayectos interurbanos y con el que se puede ahorrar mucho si se le da un uso adecuado».
«Nosotros también miramos mucho lo que llamamos el triángulo de la seguridad, que son la suspensión, los neumáticos y los frenos. Tres elementos que determinan el consumo en un 80-90%«, destaca el profesional. Mantener estos tres elementos en perfecto estado no sólo permitirá que el consumo no se dispare, sino que también redundará en la seguridad de sus ocupantes.
Los frenos son esenciales porque mantienen agarrado el coche a la carretera. Algunos coches tienen indicador de desgaste pero otros no, así que la mejor forma de detectar su estado es escuchando, poniendo el odio para ver si los frenos hacen mucho ruido, ya que «la última parte de las pastillas es más dura y por eso, cuando se llega a ella, el coche hace más estruendo al frenar» puntúa Ávila.
La presión del neumático también es importante para controlar el consumo, que se incrementa cuando los llevamos vacíos. Además, si no tienen la presión correcta, la rueda se deforma. Para observar el estado de éstas es necesario girarlas completamente hacia fuera y así poder contemplar toda la banda de rodadura. Los dibujos o protuberancias en ella tienen que tener, al menos, de 1,6 mm, si tiene menos hay que cambiarlas porque es el indicativo más claro de que el neumático está gastado. En Andalucía, por sus condiciones climáticas y del asfalto de nuestras carreteras, es recomendable cambiarlos cada 35.000 kilómetros aproximadamente.
En el caso de la suspensión, escuchar a nuestro coche vuelve a ser la prueba de fuego para saber si se encuentra en buen estado. Cuando el vehículo pasa por adoquines o cualquier tipo de firme irregular, percibiremos un «clon, clon, clon» un tanto distinto que dará la voz de alarma para saber que algo no va bien con la suspensión.
Otro elemento con el que debemos tener cuidado es el embrague. Como comenta el jefe de Servicio de Ford en Huelva, «hay muchas personas que tienen la costumbre de tener el pie sobre este pedal de manera constante en lugar de colocarlo en el espacio lateral y dejarlo libre cuando no lo usan. Ese simple gesto de dejar caer el pie ya degrada el disco del embrague y reduce su tiempo útil hasta en un 50%».
También poner alfombrillas gruesas, además de ser peligroso, puede dañar el embrague, por lo que se recomienda que, cuanto más fina sea ésta mejor para mantener los pedales libres.
Los filtros del habitáculo -que depuran partículas, gases y olores que entran en éste- hay que limpiarlos, sobre todo mirando por la salud de las personas con alergias: «es importante tenerlos al día, sobre todo en los meses de primavera y cambiarlos en todas las revisiones», indice Ávila.
Los cinturones son otro factor de seguridad esencial en el vehículo, hay que revisarlos y, si tenemos niños, asegurarnos de que nuestro sistema de anclaje es el mejor posible. El sistema Isofix, con sus tres puntos de anclaje, es el que incorporan los Ford «en casi todos nuestros coches viene de serie y, a día de hoy, es el mejor del mercado -asegura el profesional-. Además, en Ford también ofrecemos a nuestros clientes la posibilidad de adquirir las sillas para niños en nuestro concesionario».
Cabe recordar que las revisiones hay que pasarlas al año o cuando el vehículo haya hecho 20.000 kilómetros, lo que antes se produzca. Asimismo, una vez al mes sería conveniente revisar el estado de los neumáticos y corregir su presión en caso de que no sea la adecuada, así como cuando vamos a salir de viaje y en los cambios de estación. También los niveles de aceite deben mirarse asiduamente.