Ana Rodríguez. Su nombre suena mucho estos días en las calles de Huelva y en el mundo del flamenco porque es el último ganador del prestigioso Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión. Jeromo Segura está viviendo uno de sus momentos profesionales más dulces tras obtener, el pasado 11 de agosto, este reconocimiento, lo que ha supuesto para él hacer realidad un gran sueño.
Y es que nunca habría imaginado, cuando vivía en la barriada de Los Rosales de la capital y posteriormente en El Matadero, que tras alcanzar en 2001 el Premio Joven en este mismo Festival, un día se vería con su máximo galardón, la Lámpara Minera, entre las manos.
Muy contento y aún asimilando las cosas buenas que le han pasado en las últimas semanas, Jeromo nos habla de su trayectoria, sus experiencias y sus nuevos proyectos en esta entrevista concedida a Huelva Buenas Noticias.
– ¿Qué ha supuesto para usted ganar la Lámpara Minera?
– Por lo pronto, mi vida profesional ha cambiado mucho, ya no es igual que antes. De estar en un segundo plano cantando para el baile, ahora he pasado a un primer plano, tengo la oportunidad de dar la cara como cantaor, de hacer las cosas yo solo.
– ¿Esperaba ser el ganador del certamen?
– No me lo esperaba porque, además, este año ha habido mucho nivel en el concurso. Han sido muchos años de trabajo y preparación, una carrera de fondo, y la verdad es que me lo he ganado a pulso. Estar en las semifinales y jugármela el sábado, pasar con los seis cantes a la final y conseguir la unanimidad del público. Fue increíble.
– ¿De quién se acordó cuando recogió el premio?
– De mis hijas y mi mujer, de mis padres, mi familia… en ese momento no te das cuentas, comienzas a disfrutarlo cuando ya han pasado unos días y empiezas a ser consciente. Es un logro, porque yo soñaba con tener esa Lámpara en mi casa. Además, lo he vivido como un reconocimiento al esfuerzo realizado, el ver que tanto trabajar, finalmente, tiene su recompensa. Por supuesto, ahora la exigencia es mayor porque hay que defender lo obtenido, y si antes estudiaba las 24 horas del día, porque me levanto cantando y me acuesto cantando, ahora más aún.
– Desde hace un mes no ha parado de actuar…
– Sí, ya he cantado en el Museo Minero de Teruel y en el Auditorio de Medina del Campo. El próximo 27 de septiembre le canto a Rafael Campallo en la Peña de Huelva como artista invitado, un día antes actúo en Granada y uno después en el Festival de Alcalá de Guadaira. El 6 de octubre estaré en la Cocheras del Puerto de Huelva y el 23 de noviembre en el Festival de Cáceres. Ahora se van a cerrar muchas actuaciones en Huelva y provincia.
– ¿Cómo fue cantar en las fiestas patronales de su tierra natal?
– Fue una noche preciosa, muy bonita, con muchísima gente a pesar de la hora, ya que el concierto fue un poco tarde. Yo creo que durmieron la siesta antes para aguantar hasta la madrugada y venir a verme (risas). Fue la primera vez que canté en Huelva después del premio y fue una experiencia genial, me lo pasé de lujo. Ya antes, hace más de un año, había presentado en el Gran Teatro mi primer disco, pero esta vez ha sido distinto. También ha sido la primera que me han llamado de un organismo oficial para trabajar en Huelva.
– Sin embargo, lleva usted muchos años en esto…
– Sí, 14 años, y ha sido un camino muy complicado. He trabajado con primeras figuras, como Eva la Yerbabuena o Campallo, en los teatros más importantes del mundo, cantando para el baile. En noviembre de 2011 saqué mi primer disco, ‘Oro viejo’, producido por Juan Carlos Romero, y fue entonces es cuando empezó a sonar mi nombre en Huelva.
– ¿El cante le viene de familia?
– Sí, de mi abuela Catalina, de escucharla en casa desde pequeño. Ella a día de hoy, a sus 82 años, sigue cantando todavía como un jilguero. También de mi padre, pero él sólo canta en casa y a sus nietos, nunca se ha subido a un escenario.
– ¿Y por qué se decidió a dar el salto?
– Me decidí por necesidad. Yo trabajaba en una pescadería y un día, Curro, de Manguara, que lo conozco de toda la vida porque nos hemos criado en el mismo barrio, me dijo que el Ayuntamiento de Huelva y la Fundación Cristina Heeren habían organizado un concurso con un importante premio económico. Eso fue en 1999 y me presenté, como digo, por necesidad, por el premio. Quedé en segundo lugar pero, aún así, me dieron una beca para estudiar en la Fundación y lo hice. Iba y venía a Sevilla todos los días y tuve como maestro a Naranjito de Triana, que ha sido un pilar en mi carrera. A los seis meses de estar dando clases, Naranjito empezó a llevarme con él a festivales y peñas flamencas. De su mano empecé en los tablaos sevillanos de Casa de la Memoria y Los Gallos, donde me iba curtiendo como artista. Y de ahí empezaron a llamarme para que les cantara primeras figuras del baile.
– Y de esos sitios a los que le ha llevado cantar para el baile ¿cuál recuerda con más cariño?
– La Ópera de Sydney es un sitio emblemático y muy especial. Recuerdo que iba andando por medio del lago y que era muy emocionante, me quedé sin palabras. También el City Center de Nueva York. En Wellington, Nueva Zelanda, estuve seis días con Eva la Yerbabuena, en un teatro, y la gente se pegaba por comprar las entradas hasta en la reventa, se volvían locos. Yo llamaba a mi padre y le decía que el teatro se venía abajo. A Singapur he ido seis o siete veces también, la primera con Eva, y tuvieron que abrir y cerrar el telón seis veces, y la última con Rafael Campallo. He estado en Jerusalén, Moscú, Siberia (a -32º), Sudamérica, por toda Europa… Son 12 años cantando en los que he gastado ya dos pasaportes y ahora voy ya por el tercero.
– Y ahora, ¿se plantea sacar nuevo disco?
– Ahora tengo dos proyectos en mente. Por un lado, quiero sacar un disco sólo con cantes de Levante, con cantes de La Unión, en colaboración con Pepe Cross y Rosendo Fernández, que son los que conocen bien estos cantes y los que me ayudaron a preparármelos para el certamen. Y el otro proyecto es sacar un disco más comercial, ya que el primero era de flamenco puro.
– ¿Cómo funcionó ese primer disco, ‘Oro viejo’?
– Muy bien. Gracias a él he hecho muchas cosas. Me sirvió en su momento y ahora todavía más, ya que con motivo de mi Premio lo han reeditado y se puede encontrar en las tiendas.
– ¿Es usted un purista del flamenco?
– A mí me gusta todo lo que está bien hecho. Me gusta la pureza, pero también hay trabajos, como el último disco de Arcángel, o Enrique Morente, que me encantan porque están bien hechos.
– ¿A quién ha tomado como referente?
– Pues, de los antiguos, a la Niña de los Peines, Camarón, Chacón, Mairena… son muchos. Y jóvenes, hay mucha gente cantando actualmente y haciendo las cosas muy bien, hay una buena cantera. De eso me he dado cuenta, sobre todo, en La Unión. También uno intenta ser diferente de sus contemporáneos, diferenciarse de los demás.
– ¿Y en qué se diferencia usted? ¿Cuál es su toque personal?
– El ritmo. Mi secreto del cante del baile y de la guitarra está en cómo lo ejecuto en el tiempo, dentro del ritmo. En función de cómo lo cuadro dentro del ritmo dice una cosa u otra y yo ejecuto el cante, lo cuadro, de diferente manera a como lo hacen los demás. Además, me gusta hacer música con mi voz, que suene agradable al oído.
– ¿Y qué le diría usted a sus paisanos de Huelva?
– Que me siento muy orgulloso de haber nacido en esta tierra y que también para esta tierra debe ser un orgullo que dos de sus hijos hayan ganado este premio, que sólo tienen 53 personas en todo el mundo, y dos de ellas, Rocío Márquez y yo, somos de Huelva. Es un placer verte en tu tierra, con tu gente, y pasar un rato como el del otro día en las fiestas de La Cinta.
Muchas gracias Jeromo y mucha suerte
1 comentario en «Jeromo Segura: «Huelva debe sentirse orgullosa de que dos de sus hijos, Rocío Márquez y yo, tengamos la Lámpara Minera»»
Dedicado a mis amigas murcianas, Lola Y Concha.