Redacción. Esta semana han dado comienzo los trabajos de restauración de las piezas que componen la Columna del IV Centenario, que se ha iniciado con la limpieza del material recuperable. Según el informe técnico realizado, el 52 por ciento de las piedras originarias existentes es recuperable, por lo que estas piezas, una vez restauradas, serán colocadas nuevamente en la columna.
El resto del material no recuperable no será desechado sino que se reutilizará en los trabajos de restauración ya que entre los objetivos marcados en este trabajo de restauración está el de utilizar todo el material que sea posible. Por su parte, las piezas de nueva elaboración necesarias para completar el monumento se fabricarán de manera individualizada mediante un laborioso trabajo de cantería.
El diputado de Infraestructuras, Alejandro Márquez, ha señalado que las 96 piezas que componen los relieves y que contienen el mayor interés artístico del conjunto, “se conservarán en su integridad”. Márquez ha valorado la importancia y laboriosidad que supone este trabajo, decisivo para ensamblar las más de 1.050 piezas que componen el monumento, ya que “hay que garantizar el encaje de las piezas en la nueva estructura de hormigón que se ha construido”.
Para Márquez, es “vital” el interés que la Diputación ha puesto en la restauración de la Columna del Cuarto Centenario y el celo con que se afrontan estos trabajos de restauración para que se desarrollen “con la calidad técnica que exige un monumento tan representativo de los Lugares Colombinos y de la provincia de Huelva como éste”.
La labor de restauración de la columna realizada hasta ahora ha consistido en el levantamiento topográfico de la actual estructura de hormigón y en estos momentos se está realizando un trabajo orientado a recabar la mayor información posible sobre el material recuperable, lo que permitirá, entre otras cosas, conocer la ubicación exacta que cada piedra lleva en la columna.
El tratamiento de limpieza y restauración del material recuperable se llevará a cabo en distintas fases: una primera, consistente en la limpieza de los morteros antiguos y en la limpieza superficial de la piedra. Una segunda, consistente en el cosido de los fragmentos y en la reposición de los volúmenes perdidos. Una tercera, consistente en el trasdosado, elemento de refuerzo que se coloca en la piedra que ha perdido fuerza estructural.
Una vez colocada la piedra, se aplicará el tratamiento de protección. En el caso de la balaustrada el proceso será al contrario; primero se colocará y una vez establecida se procederá a su restauración. Está prevista que la piedra comience a ser colocada en octubre.
Cada piedra recibe un trabajo de limpieza y restauración individualizado. Estos trabajos son realizados por seis restauradores especialistas en piedra y tres ayudantes. La empresa adjudicataria es la Constructora San José, siendo desarrollado el trabajo por un equipo encabezado por Pedro Rodríguez. Los trabajos de restauración han sido subcontratados a la empresa onubense ‘Ánfora’.
El presupuesto total de la restauración de la Columna del IV Centenario es de 2,5 millones de euros y el de la fase definitiva que ahora se ejecuta es de 1,5 millones. La actuación se financia con cargo al programa 1% Cultural del Ministerio de Fomento, aportando la Diputación el 25% de los fondos.
1 comentario en «Comienza la restauración de las piedras que conforman la Columna del IV Centenario»
Aquí se ha movido el dinero de una manera bien dudosa. Para empezar, la decisión de desmontar la columna. 3 columnas en 120 años… No sé, el Colón de Barcelona, o el monumento de Trafalgar Square están ahí desde hace un rato y a nadie se le ocurre declararla en ruina o hablar de problemas estructurales no corregibles. Pero aquí todo entra en ruina con una facilidad que induce a sospechas de corrupción y complicidad nepotista.
La columna original medía más de 60 metros, y su belleza era incomparable a las futuras, pues su arquitecto no era sino Velázquez Bosco, el arquitecto del Palacio de Cristal en el Retiro (Madrid). Pero aquí nos hemos tomado la libertad de suplantarla por dos veces y permitir que algún arquitecto, con perdón, mediocre se apunte el tanto de la obra. La manipulación en la prensa ha sido inmensa, malusando términos como «recuperación» o «rehabilitación» de elementos de un monumento totalmente perdido. ¿Dónde está el orbe original del s.XIX? En el museo ya sabemos que no.
Luego, tenemos que hablar de dinero. Claro que desmontando y contruyendo de nuevo se mueve mucho más dinero… ¿1’5 millones por colocar las piedras y limpiarlas? No sé equivoquen, no soy ningún ignorante y no menosprecio el conocimiento necesario para ese trabajo, pero realmente la obra pública en este país maneja unas cifras claramente tendenciosas…
Por último, quiero hablar de fechas. El monumento estaba previsto estar acabado en septiembre de 2011. La prensa a menudo ha publicado comunicados oficiales (incluído en precampañas electorales) sin el más espíritu crítico. Las fechas se han incumplido una tras otra. De hecho, se lleva todo el verano hablando de la continuación de las obras, y era bastante fácil pasar por allí y no ver movimiento alguno. Es más, con parte del vallado caído, exponiendo las piezas a posibles expolios. El 1 de octubre estaré aquí para decir si las piezas se colocan o no. Ya está bien de tanta falta de honestidad.
Si se acaba, pues todos felices. Pero hay que recordar, que no se entiende cómo hemos perdido una opotunidad de oro para recuperar el monumento original, de intachable firma, y de mayor embergadura y belleza. Tampoco se entiende cómo nadie reflexiona acerca de que en el siglo XXI se tarde tanto en hacer una obra así, cuando hace 120 años sobraban dos años… En fin, para relfexionar todos.