Diego Guerrero: «Vaya donde vaya siempre hay alguien de Huelva entre el público, orgulloso de lo que ve y oye»

Ana Rodríguez. Nacido en Villanueva de los Castillejos pero ya consolidado como artista internacional. Diego Guerrero volverá a sonar en su tierra natal el próximo 20 de julio, cuando ponga los pies en Punta Umbría con su Solar de Artistas para interpretar algunos de sus nuevos temas dentro del Festival JazzyMás.

Tras su última aparición en Huelva, dentro de las Noches del Foro 2011, Guerrero ha tenido tiempo para viajar por medio mundo y preparar nuevo álbum, un trabajo que saldrá a la luz dentro de muy poco y que llevará su personal estilo, ese en el que las músicas y ritmos se funden, independientemente de su procedencia, generando una insólita y pegadiza armonía.

Han pasado un par de décadas desde que aquel niño que pasó parte de su infancia en Riotinto le picara el gusanillo de la música cuando escuchaba desde su casa las clases de guitarra que un hombre impartía a los chiquillos del barrio. Después el joven creció y empezó a formarse en lo que más le gustaba,  pasando por academias de Granada, Sevilla y Córdoba, donde estudió composición, música orquestal, etc.

En 2008 ya Guerrero triunfaba en Australia y hacía incursiones en países como Israel. Su actual proyecto, Diego Guerrero y el Solar de Artistas, veía la luz en 2009, como un tributo a numerosos músicos que siempre rodean al artista. Algunos de ellos le acompañaron en su concierto en Huelva en 2011, como Jerry González y Jorge Pardo, aunque estos músicos no siempre son los mismos y van cambiando constantemente.

A unos días de su actuación en Punta, Guerrero nos cuenta detalles de su nuevo proyecto y del disco que está grabando, en el que estará, como siempre, muy bien acompañado.

– El día 20 aterriza en Huelva con tu Solar de Artistas. Creo que desde 2011 no canta en su tierra, ¿cómo espera que sea este concierto?
– Cierto, desde 2011 no venimos. Espero un conciertazo. Por la nueva banda que llevo, por el repertorio, que va a sorprender y por la espectación de la gente de Huelva, que no para de mandarme mensajes al Facebook diciendo que no van a faltar.

– ¿Qué respuesta espera de tus paisanos?
– Pues la que siempre he tenido, la mejor, porque vaya donde vaya siempre hay alguien de Huelva entre el público, orgulloso de lo que ve y oye. Y en esta ocasión, con mayoría de choqueros, eso puede ser el despipote (risas).

– ?¿Cómo van a ser los temas que están preparando??
– La música será, como siempre, ambiciosa, sin conformarse con los estereotipos, con lo genérico. Las letras, cargadas de mensaje, para que la gente se lleve algo en qué pensar.

– Estáis preparando nuevo disco para sacarlo en breve ¿no es así? Hábleme de él.
– Cierto, estamos grabando. Ya han pasado por los Estudios La Burrilla, que es como se llama mi estudio, lo mejorcito del panorama para aportar su sabiduría en mi música. Instrumentistas de la talla de Carles Benavent en el bajo, Juan Munguía en la trompeta (del grupo Irakere), Dan Ben Lior en la guitarra eléctrica, Caramelo en el piano y  muchos más. Serán invitados de excepción el cantante brasileño Alex Oliveira y el maestro Diego el Cigala.
Ya están mezclando en Puerto Rico mi primer single. Está en manos de Ramón Martínez, el ingeniero que ganó tantos Grammys con Calle 13. Habrá temas nuevos compuestos por mí, como ‘Vengo caminando’, unos tangos flamencos y temas de otros compositores, como ‘Suave’, de Miguel Ángel Márquez, del dúo Antílopez. También continúo mi colaboración con letristas como Miguel Ángel Feria, Pablo Fernández o Maui Ramírez.

– He estado mirando en Facebook y en su página aparece mucho la frase «Vamos lento porque vamos lejos» ¿Es el nombre de un nuevo tema? ¿Está participando gente de Huelva en las grabaciones que está haciendo?
– Efectivamente, será mi primer single, es el que están mezclando en Puerto Rico. Gente de Huelva de primera son los que están ahí, concretamente mi primo Ramón, Lele, Graciela, mi otro primo Sergio ‘El Negro’, etc. En definitiva, la parte más importante. Busqué intencionadamente hacer cantar en ese tema a gente que no son profesionales porque el coro lleva un mensaje popular en resistencia al abuso de las personas que nos gobiernan.

– Viene de Madrid y creo que ahora estará de gira por España ¿cuáles son sus próximas paradas?

– El 19 de julio en Etnosur estrenaremos Huellas XL, con Jorge Pardo y una Big Band de 25 músicos, donde me ha tocado hacer los arreglos… aunque también me echaré un cantecito. El 20 de julio en el Festival JazzyMás de Punta Umbría con mi nuevo y flamante Solar de Artistas, cargado de sangre nueva. El 22 en el Grec de Barcelona, de nuevo con Jorge y su batallón de músicos, con quien remateremos el mes en el Jimmy Glass de Valencia el 23, y finalmente en el Festival de Jazz de San Sebastián el jueves 25. Enagosto también habrá movimiento, pero no lo desvelaremos aún.

– ¿Algún concierto en el extranjero?
– Hay una oferta de gira por Canadá, pero para eso tendremos que esperar a la salida del disco.

– ¿Habrá retorno a Australia, donde tanto éxito ha cosechado??
– Por supuesto. ¡Qué iba a ser de mí sin la maravillosa Australia! Lo malo es que eso lo dicen cada vez más españoles. ¡Sorprendente cómo subió la población española la última vez que estuve allí!

– ¿Es para usted la música un compromiso con la sociedad??
– ¿Cómo no? El artista que no sea sensible a las injusticias que ocurren a su alrededor, no es un artista, sino un negociante, un vendido.

– ¿Cómo fueron sus comienzos musicales en Huelva? ¿Qué recuerdos tiene?
– El recuerdo que más me viene a la mente es un viaje en bici casi a diario que daba la vuelta a Huelva. Primero desde casa en la avenida Pío XII, hasta el instituto Pablo Neruda, donde estaba el Conservatorio, guitarra en mano, al estilo Niño Miguel, y manillar en la otra mano. Después de clase, unas veces al Polígono, otras al Torrejón, para pegarme un ensayo hasta la noche y vuelta a casa. Mi vida era música 24 horas. Casi ni comía. ¡Lo mismo que hoy, vaya!, sólo que ahora no cojo la bici.

– ¿Qué siente cuando vuelve a su tierra?
– Según hacia donde mire, me da alegría o tristeza. Me da alegría ver a mi familia, la vida de la gente en la calle y la comida. Me da tristeza la cantidad de insensateces que se hablan en los bares sin conciencia, como si el hecho de quejarse aliviara a la gente. Aunque me da alegría que los bares estén llenos, claro. Me da alegría volver en verano y ver tantas carnes morenas, aunque me dé tristeza mirarme al espejo y darme cuenta de que me he llevado todo el verano encerrado en el estudio y tengo un color “blanco teta”.