S. D. Pablo Abián, jugador del Recreativo IES La Orden, se aseguró una medalla en bádminton en los Juegos del Mediterráneo que se celebran en Mersin (Turquía). El español jugará la final del torneo individual ante el francés Brice Leverdez, después de deshacerse en una de las semifinales del también galo Matthieu Lo Ying Ping.
Pablo Abián ha logrado vencer al francés Matthieu Lo Ying Ping por 21-14 y 21-9 para meterse en la gran final y garantizarse, al menos, una medalla de plata que puede ser de oro visto el nivel que Pablo está alcanzando en la ciudad turca a lo largo de esta semana. La final la disputará el domingo a las 13:00, hora española, ante el francés Brice Leverdez.
La tónica del partido ha sido la misma que durante toda la semana. Gran superioridad de un Pablo Abián que ha aumentado al máximo su nivel a sabiendas del potencial de un Lo Ying Ping que ocupa la 77ª posición en el ranking mundial. Tal y como comenta Arturo Ruiz, «Pablo ha desplegado un gran juego desde el primer punto y ha seguido el plan de juego con exactitud. Recordando el partido que el francés jugó con Ernesto hace dos días, sabíamos que debíamos evitar el juego a media pista del francés y que Pablo debía mantenerlo al fondo».
Bajo esas premisas Pablo cumplía el guión y con puntos largos que aumentaban la eficacia de su juego y reducían la del rival conseguía una, aparente, fácil victoria con parciales de 21-14 y 21-9 en poco más de media hora de juego. Seis victorias en seis partidos, sin ceder un solo set.
La final se disputará el domingo, en la jornada de clausura de estos Juegos Mediterráneos, a las 13:00 -hora española- contra el francés cabeza de serie número uno, Brice Leverdez. El francés que ha vencido en semifinales al esloveno Utrosa por 21-18 y 21-16, es número 47 del ranking mundial y viene completando un torneo al nivel del de Pablo con un balance de cinco victorias en los cinco partidos disputados.
A esto se suma que Pablo nunca ha ganado a Leverdez en sus tres enfrentamientos previos, por lo que el partido por el oro se antoja pleno de emoción y con un Pablo que espera romper esta racha para alzarse con un oro que le situaría como el primer campeón en unos Juegos Mediterráneos.