Redacción. Tradición, esfuerzo, dedicación y compromiso con los más altos valores han estado presentes en el acto de entrega de las Medallas de La Palma 2013 que ha tenido lugar en el Teatro España con motivo del día de la ciudad. Los galardonados, que han recibido con orgullo y agradecimiento la distinción de manos del alcalde, Juan Carlos Lagares, han sido el artesano Manuel Martínez Crespo, Medalla a la Cultura y las Artes; el Club Kuroi Taekwondo La Palma, Medalla al Deporte; el cardiólogo Manuel Lagares Carballo, Medalla a la Educación e Investigación; y Taberna Fonsi tercera generación, Medalla a la Promoción Empresarial.
El acto, presentado por la periodista Ángela Pavón y de gran solemnidad, ha estado marcado por la emoción, un profundo sentimiento palmerino y la gratitud de los galardonados por recibir el aplauso y el reconocimiento de los suyos, que todos consideraron como el más elevado premio al que se puede aspirar.
El alcalde, durante su intervención, puso en valor el respeto a las personas que debe presidir cualquier actividad. En este sentido dijo, tras felicitar a los galardonados y subrayar los altos valores de cada uno, que es esencial actuar con tenacidad, voluntad y amor por las cosas bien hechas, pero ante todo con humanidad, y que ello queda representado en la Medalla de La Palma, que además supone «la identificación de un sentimiento de pertenencia a su pueblo, de una pasión por defender las cosas de La Palma y de un compromiso con los palmerinos».
La secretaria del Ayuntamiento, Beatriz Molina Soldán, leyó los acuerdos adoptados por la Junta de Gobierno Local en los que se daba cuenta de las motivaciones que han llevado a la concesión de las medallas, en todos los casos por unanimidad del jurado constituido para tal fin.
A Manuel Martínez Crespo ‘El Tormenta’ por «crear un oficio ligado a la cultura festiva más popular de la tierra y haber sido capaz de dar vida a instrumentos del folklore como el tamboril y la pandereta». Mientras le era impuesta la Medalla sonó en su honor el tamboril y la flauta de Antonio Pichardo, director de la Escuela Municipal de Flauta y Tamboril, y Jorge Guerra.
Al Club Kuroi Taekwondo La Palma por formar a «jóvenes luchadores en nobles valores como la cortesía, la integridad, la perseverancia o el autocontrol con constancia y sacrificio en una disciplina que los ha llevado a conquistar campeonatos nacionales, autonómicos y opens internacionales y lograr incluir a sus deportistas en las filas de las selecciones andaluza y española». Recogió la Medalla Ricardo Díaz Escobar, presidente del club, acompañado de varios cinturones que le hicieron el pasillo de honor.
A Manuel Lagares Carballo, doctor en Medicina por la Universidad de Cádiz, especialista en Medicina Interna y Cardiología y presidente de la Fundación Andaluza de Cardiología, por su «dilatada actividad clínica, su implicación en el tratamiento de la patología cardíaca y por sus aportaciones al desarrollo de nuevas vías en la investigación cardiológica».
Y a Taberna Fonsi tercera generación, abierta desde 1942 y que hoy es la taberna más antigua de La Palma, por «poner en valor el trabajo desarrollado por tres generaciones cuya constancia permanente ha logrado que la raíz sembrada en esta taberna conserve la personalidad empresarial de siempre» y por seguir siendo un foro consagrado al encuentro, a la tertulia y a la amistad favorecido por su profesionalidad y condición humana». El encargado de recibir la Medalla fue José García Leal.
El médico Manuel Lagares habló en nombre de los galardonados. Dio las gracias por «el extraordinario regalo» recibido en el día que precisamente se cumplían 59 años de su nacimiento en la calle Virgen del Valle. Definió a La Palma como paraíso de altas torres y palmeras y consideró la distinción como «muy grande» y «sublime» por venir directamente de las manos de su pueblo. En este sentido, dijo que «una población que honra a sus hijos se honra a si misma».
Estableció paralelismos entre cuatro galardonados que profesionalmente ni generacionalmente tienen ninguna conexión, exclusivamente contar con el común denominador de ser palmerinos y amar a su pueblo. Y también animó a las nuevas generaciones a seguir adelante y luchar con humildad por lo que les guste teniendo siempre el máximo respeto por las personas con las que traten en cada momento.
Uno de los instantes más emotivos del acto se vivió cuando Auxi Martín, acompañada a la guitarra por Antonio Ogazón y al cajón por Manuel Suárez, interpretó el pasodoble de La Palma por bulerías.