Redacción. La muestra ‘José Caballero y La Rábida’ conmemora desde este martes 18 y hasta el 28 de junio en Punta Umbría la figura del pintor onubense, del que se cumple en 2013 el centenario de su nacimiento. Así, lo han manifestado este martes 18 de junio el alcalde de la localidad costera, Gonzalo Rodríguez Nevado, junto al rector de la Universidad Internacional de Andalucía, UNIA, José Manuel Suárez Japón, y el presidente de la Real Sociedad Colombina Onubense, José María Segovia, que han inaugurado la exposición recordando “al creador soñador” que “siempre hablaba con cariño de este pueblo”.
En palabras de Rodríguez Nevado, “la relación de amor entre José Caballero y Punta Umbría se inicia en su infancia con sus veraneos. La imagen de nuestra playa, de los caminos de madera, las puestas de sol y las tardes de verano acompañarían a Pepe a lo largo de toda su vida”.
Igualmente, ha incidido en que el recuerdo de José Caballero “siempre estará en la memoria de los puntaumbrieños, ya que su nombre está grabado en nuestras calles o instalaciones culturales. Momentos emocionantes hemos vivido junto a él en la última etapa de su vida, con su nombramiento como Hijo Adoptivo de Punta Umbría o la rotulación de la Casa de Cultura José Caballero, quién lloraba como un niño cuando se descubrió el azulejo con su nombre”.
Para Suárez Japón, “José Caballero es un artista dentro del que hay muchos artistas. Yo conocí en el 91 otra faceta suya y ahora este primer Caballero, más figurativo, me da un conocimiento del artista mucho más rico del que tenía”. En este sentido, ha agradecido la colaboración del Consistorio y de la Real Sociedad Colombina, cuyo convenio con la UNIA ha permitido esta exposición. También ha destacado la labor de la empresa Atlantic Cooper.
De parte de la Colombina, su presidente, José María Segovia, ha relatado que “nuestra sociedad guardó estos documentos con cariño, la UNIA los ha sacado a la luz y ahora en Punta Umbría, que sabe reconocer a los suyos, tenemos el honor de ver esta colección colgada”. Ha adelantado, por otra parte, que el 3 de agosto dedicarán la celebración a Caballero, socio de honor de la Real Sociedad Colombina Onubense.
Por último, José Luis Ruiz, que fue amigo personal del artista, ha añadido que se ha puesto en contacto con su viuda, María Fernanda Thomas de Carranza, para anunciarle esta exposición “y ha agradecido a los organizadores que se ponga en marcha”. De los dibujos que se muestran en la sala ha dicho que “su pintura juvenil es un recuerdo de la Huelva de ayer”.
La colección, que contiene ilustraciones que realizó Caballero en la revista ‘La Rábida’, puede visitarse en la Sala Teatro del Mar del Centro Cultural puntaumbrieño, de lunes a viernes, en horario de 10.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas. Cuenta con la organización de la UNIA y la colaboración del Ayuntamiento de Punta Umbría y la Real Sociedad Colombina Onubense.
La revista onubense La Rábida, publicada con periodicidad mensual entre 1911 y 1933, fue dirigida y editada por José Marchena Colombo, profesor y abogado que presidió durante este período la Real Sociedad Colombina Onubense (RSCO).
En julio de 1911 se publicó el primer número de La Rábida: Revista Colombina Iberoamericana, que se convertiría hasta mediados de 1933 en el órgano de difusión de las actividades de la RSCO. Aunque editada en Huelva, lejos de los centros políticos y económicos de España, la revista logró establecer una amplia red de colaboradores españoles y americanos, tanto en la Península como en América.
La colección está dividida en dos épocas: la primera entre 1911 y 1919 (99 números) y la segunda entre 1922 y 1933 (números 100 a 232). La desaparición durante casi tres años de la publicación se debió a los problemas de suministro de papel que al parecer se produjeron en España tras la Guerra Mundial (1914-1918).
La revista contenía abundantes ilustraciones. En sus últimos años la revista promocionó a jóvenes artistas onubenses, que encontraron un medio de dar a conocer sus obras. En este ámbito, el principal colaborador fue José Caballero (en el período 1929-32), quien a pesar de juventud ya gozaba de reconocimiento a nivel local. Sus dibujos y acuarelas se reprodujeron en casi todos los números editados desde 1929 (enero, número 174) hasta 1933, aunque a partir de los últimos meses de1932 se publicaron de forma repetida obras ya aparecidas anteriormente. Entre sus creaciones se incluyen varias portadas o cubiertas.
