Elisabeth Méndez. La Romería de El Rocío 2013 se presenta especial. Las altas temperaturas que normalmente acompañan a esta festividad este año no se hacen notar. Entre frío, viento y lluvias los peregrinos comienzan un Rocío indumentados de manera peculiar.
Tocas y prendas de abrigo ocultan los coloridos lunares de las romeras, mientras que los marsellés son las prendas más solicitadas por los remontistas, entre quienes se han podido ver también impermeables que los protegían de una despistada lluvia que no terminaba de decidir si quería quedarse o marcharse, presentándose molesta en algunos momentos y dando treguas en otros.
Lluvia que amenazó también, en la jornada del miércoles, 15 de mayo, a las Carretas de los Simpecados de las diferentes filiales que se encontraban por los caminos, y que tuvieron que proteger sus valiosas reliquias con fundas de plástico.
Algo mejor amaneció la jornada del jueves, 16 de mayo, con bajas temperaturas pero un sol deseoso de calentar. Sol que empujaba a los rocieros a echarse a las calles de la aldea, dando como resultado una estampa rociera muy peculiar, en la que las fiestas hasta altas horas de la mañana están siendo sustituidas por el creciente ambiente festivo que en este 2013 se respira durante la jornada diurna, momentos en los que las temperaturas son algo más apetecibles.
Ambiente que espera repetirse en este viernes en el que, desde primeras horas de la mañana ha amanecido con un cielo gris lluvioso que ocultaba el sol, y que impedía a la Hermandad Castrense del Rocío lucir su hermoso Simpecado que por primera vez entraba en el Rocío, habiéndose constituido como Hermandad en este 2013, con su nueva Carreta de madera blanca sobre las 12 horas.
Viernes en el que está previsto que comience, a las 18 horas, las presentaciones de las 30 Hermandades de más reciente creación, y en el que la Hermandad del Rocío de Huelva hará su
entrada triunfal en la aldea cuando caiga la noche.
De esta forma, adaptados para la ocasión, los rocieros se disponen a disfrutar de unos días de romería en los que ni las bajas temperaturas ni el agua impiden que las palmas y las sevillanas dedicadas a las Reina de las Marismas sigan siendo las protagonistas de un Rocío que muchos ansían durante todo un año.