P. Gamero. Malo, malísimo. El Recre volvió a dar la de arena y perdió en casa (0-2) con el Hércules, con lo que sigue empecinado en no resolver la permanencia matemática en Segunda. No es dramática su situación, pero se está acercando mucho a un abismo del que se salva, de momento, porque hay equipos peores.
La pitada con la que despidió a sus jugadores el escaso público que se dio cita en el Colombino -la asistencia no fue facilitada por el club- venía a dejar claro cual es el sentimiento de una afición, aburrida hasta la extenuación y que empieza a ver las orejas al lobo.
El partido tuvo el guión de otros muchos esta temporada. Un primer tiempo de más a menos, y un segundo en el que pese a dominar el Recre, su enorme dominio en la posesión de balón no se tradujo más que en un par de ¡uys!, culminado todo con el segundo tanto del Hércules que hizo explotar a la grada.
Dos tiros a puerta, uno con menos convicción de lo deseado; el error habitual a la hora de salir con la pelota que costó un gol y el consabido toqueteo estéril de la pelota. Así se resume el primer tiempo del Recreativo de Huelva, que tuvo reflejo en la grada al término de ese periodo con una nueva sonora pitada de los escasos aficionados que se dieron cita en el Nuevo Colombino. Ni que decir tiene, no estaban nada de acuerdo con el juego de su equipo, contrariamente a lo que había dicho su entrenador en la previa, en referencia a que el público sí estaba satisfecho con su equipo. Puede que los que sí estaban satisfechos de quedaran en casas.
La prometedora puesta en escena del Recre duró diez minutos. Aunque Sergi decidió incluir el trivote menos creativo de salida -Dimas, Matamala, Montoro-, en los primeros instantes se vio un Recre más decidido, queriendo pisar el área contraria -con Chuli arriba, como había adelantado su técnico el día antes-.
Pero eso duró precisamente diez minutos, el tiempo que tardó el Recre en cometer el error nuestro de cada día, que para más inri, costó el gol nuestro de cada día. Podemos decir que el Recre no está del todo afortunado en la relación errores-gol, ya que desde siempre al equipo onubense le están penalizando demasiado los fallos, pero esa es la realidad que le toca vivir, y no por ello hace acto de contricción. Peor, persevera y sigue fallando. Ahora le tocó el turno a Matamala, que en la salida de la pelota hizo lo que no debía, es decir dársela al contrario, Portillo para más señas, que a su vez la cedió a Eldín que hizo el resto, batir a Cabrero.
Desde ahí al final del primer tiempo, el quiero y no puedo del Recre, que eso sí seguro que ganó a su rival la posesión de la pelota. Y en esos 35 minutos restantes, dos acercamientos con peligro al portal de Falcón. El primero, a renglón seguido del tanto alicantino, con un pase en profundidad de Jonathan Valle a Chuli, cuyo remate repelió el buen meta del Hércules; y la segunda, a tres minutos del final del choque, con un disparo cercano de Jonathan Valle, que salió fuera. Poco más dio de sí ese primer tiempo que acabó en susto, ya que el Hércules marcó momentos antes de decretarse el final de ese periodo, pero Portillo remató en fuera de juego y Pérez Pallás lo anuló.
El segundo tiempo fue un festival de impotencia. El Recre quiso, eso siempre, tuvo la pelota, dominó a sus anchas a un Hércules acomodado atrás ante el escaso peligro albiazul. Cierto es que en las muchísimas aproximaciones del Decano al portal de Falcón alguna pudo entrar, como un remate tras filigrana de Jesús Rubio o un doble remate a quemarropa de Berrocal y Chuli, pero no fue posible. Como ocurrió en Ponferrada, el equipo onubense pese a dominar y llegar, más con el corazón que con la cabeza, no cristalizó ese acoso y derribo en gol.
Que el Hércules hiciera el segundo ya en los estertores fue una simple anécdota. El partido lo había perdido mucho antes este Recre desangelado, timorato en muchas ocasiones, romo en ataque y muy pusilánime de espíritu. Porque todas sus buenas intenciones se van al mismo garete tras el primer error. Ante el Hércules pasó lo de siempre y lo pagó carísimo con una nueva derrota, que le deja sin asegurar de forma matemática lo que puede que ‘de facto’ ya tenga, la permanencia. Pero mientras que los números no digan lo contrario, bueno sería no fiarse.
RECREATIVO: Cabrero; Córcoles (Berrocal, 74′), Zamora, Ruymán, Fernando Vega; Dimas (Arana, desc.), Matamala, Montoro; Jonathan Valle, Chuli y Alexander (Jesús Rubio, 67′).
HÉRCULES: Falcón; Cortés, Pamarot, Cabrera, Peña; Paglialunga, Escassi; Javito (Sardinero, 70′), Edu Bedia (Toti, 61′), Eldín (Nacho González, 61′); y Portillo.
Árbitro: Pérez Pallas (comité gallego). Mostró la cartulina amarilla a Jonathan Valle (63′), por el Recreativo; y a Paglialunga (38′), Cabrera (77′), Toti (82′), por el Hércules.
Goles: 0-1 (10′) Eldín se aprovecha de un pase de Portillo, que recogió la pelota tras un error en la entrega de Matamala. 0-2 (90′) Sardinero recoge una pelota en la medular y entra como quiere por el centro de la defensa para marcar.
Incidencias: Floja entrada en el estadio Nuevo Colombino. No fue facilitada por el club como en otras ocasiones.