Redacción. Las ventas de electricidad de Ence – Energía y Celulosa en el primer trimestre de 2013 alcanzaron los 478 millones de kWh, un 21% más que en el mismo periodo del año pasado gracias, fundamentalmente, a la contribución de la nueva planta de 50 MW de generación con biomasa puesta en marcha en Huelva, la mayor de España en su género.
Hay que destacar que la planta de Huelva generó cerca de 92 millones de kWh durante los tres primeros meses del año, un 30% por encima de lo previsto, gracias a la mayor disponibilidad de la instalación y un menor autoconsumo. Con la entrada en funcionamiento de Huelva 50MW, cerca del 80% de la generación de energía de Ence es de origen renovable.
Por otro lado, la producción de electricidad de la capacidad de generación instalada en las plantas de celulosa de Ence superó los 394 millones de kWh durante el trimestre, de los que 302 millones de kWh se generaron con energía renovable con biomasa.
Líder en España en energía renovable con biomasa. Ence cuenta ya con 280 MW de potencia instalada, de los que 230 MW son de energía renovable a partir de biomasa. La compañía genera electricidad a través de siete plantas de producción energética: cuatro en Huelva, dos en Navia y una en Pontevedra.
El modelo industrial que Ence ha impulsado en los últimos años, basado en el aprovechamiento integral del árbol para la producción de celulosa y la generación de energía con biomasa derivada de la fabricación de la celulosa, ha hecho posible a la compañía aumentar su competitividad y penetración en un mercado mundial altamente competitivo como es el de la celulosa. De este modo, Ence es actualmente la primera empresa de Europa por producción de celulosa de eucalipto y segunda por ventas del continente
Con su estrategia de crecimiento energético, Ence aprovecha e impulsa los beneficios ambientales y sociales que la energía renovable con biomasa tiene para el conjunto de la sociedad. De hecho, la construcción de los 736 MW pendientes del Plan de Energías Renovables (PER) 2010-2020 supondría la creación de más de 13.500 empleos estables, fundamentalmente rurales, así como unos ingresos y ahorros superiores a los 670 millones de euros anuales para las administraciones públicas, frente a unos costes máximos de 530 millones, lo que refleja una balanza económica claramente positiva para el Estado.