Redacción. En algo menos de un mes, los almonteños trasladarán a su Pastora de nuevo a la aldea de El Rocío, tras haber pasado nueve meses en Almonte, localidad que se prepara de esta forma para recibirla de nuevo por sus calles.
Más de 70 mujeres están llevando a cabo los trabajos para forrar con papel rizado los arcos que conforman la catedral que se está instalando en la céntrica plaza Virgen del Rocío. Este montaje efímero servirá, al igual que ya sucedió para la venida del pasado mes de agosto, para engalanar la procesión de la Patrona de Almonte el cinco de mayo, día de la Función de Iglesia, y el 12 del mismo mes, en su ida hacia la aldea.
Desde el pasado 12 de marzo comenzaron unos trabajos que han servido, además, para paliar la situación económica adversa que padecen muchas familias de la localidad.
Las labores de adorno, acometidas por las almonteñas, comienzan con el doblado del papel, al que sigue su picado o corte en forma de peine, que se realiza con una máquina de troquelado. A continuación, se le da la vuelta y se pega cada tira de papel, ya sea blanca o dorada, y en una sala anexa, se procede al forrado de las piezas, en función del orden en el que se están montando los arcos en el Paseo.
Según las previsiones, a la construcción de la cúpula, sigue el ensanche de la catedral hacia el ayuntamiento y hacia la parroquia, para concluir con la erección de las dos portadas en sendos extremos de la Plaza.
En palabras de la concejala de Festejos, Rocío Cáceres, “estamos muy contentos con el grupo humano que está llevando a cabo los trabajos, pues están poniendo todo su sentimiento y dedicación para que esta importante obra se remate satisfactoriamente”.